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ANN SHERIDAN Dos épocas y dos personalidades
HAY dos Ann Sheridan. La de la
primera época: con su carita sensual, la
exuberancia de sus formas y su superficialidad.
No tenia nada más que eso. Pero "eso" en cine
constituye un capital que bien administrado
reditúa ventajosamente, y Ann conquistó gracias
a él el estrellato. La otra Ann Sheridan es
la de nuestros días: menos cautivante, menos
exhibicionista, pero infinitamente más actriz.
De las dos, acaso la primera tenga más estrecha
vinculación con este espacio, en el que venimos
rindiendo culto a la belleza física. Pero Ann,
que, sin haber perdido aquélla —aún da sus
golpes—, ha acrecentado su belleza espiritual,
tiene sobrados méritos para figurar en esta
serie reposteril. Su jerarquía artística de
hoy corre pareja con sus atractivos de ayer. Uno
y otro se complementan en la carrera
cinematográfica de Ann, quien debe su actual
posición al hecho de haber tomado parte en un
concurso dé belleza. Bien vale la pena que
recordemos los antecedentes. Se hallaba —de
esto hace ya varios años— de paso en Amarillo,
Tejas, cuando reparó en unos carteles en los que
se anunciaba el concurso. Su hermana Kitty
quería que ella se inscribiera, pero Ann se
negó. Seis meses más tarde volvieron a ver el
anuncio en un teatro de Dallas, y Kitty. sin que
su hermana se enterara, llenó y envió una
solicitud con el nombre de Ann. Cierto día, ésta
recibió un llamado telefónico, invitándola a
presentarse provista de una malla de baño y un
traje de noche, para tomar parte en las pruebas
finales. Su aparición con el primero de los
atuendos fué suficiente para que los siete
jueces de la competencia —que no tendrían la
inteligencia de los siete sabios de Grecia, pero
sí un gusto bastante refinado— la declararan
vencedora. Este triunfo le valió su ingreso al
cine. Pasó una larga temporada adiestrándose,
antes de iniciar su carrera, pero en los dos
primeros años se compensó de la espera, actúan,
do en 26 películas, entre las cuales la más
recordada de todas es "Altas sierra", donde su
belleza fué un remanso en medio de la acritud
del tema y la fiereza de Humphrey Bogart.
Después vino "Cumbres de pasión", y esa película
delimitó la carrera de Ann Sheridan. Con ella,
el físico quedó atrás y comenzó a descollar el
talento. Y bajo este signo desarrolló su
actuación hasta el presente, ocupando un
invariable primer plano, entretanto otras
figuras de su misma promoción, que sólo supieron
brillar por su figura, se perdieron en la niebla
del olvido. Una de las actividades que más
placer le causan es la de escoger los argumentos
de sus películas, cosa que hace desde 1948, año
en que, terminado su contrato con la Warner
Bros, decidió trabajar independientemente. Ann
Sheridan es a la vez mujer de negocios, estrella
de la pantalla y productora cinematográfica,
pero esas ocupaciones no le van de sus
distracciones favoritas: el ballet, la ópera y la
música sinfónica. Dos veces ha sido
mencionada como la mujer mejor vestida del año.
y, sin embargo, uno de sus atuendos preferidos
son los pantalones largos. También fué aclamada
por su belleza, pero prefirió triunfar por su
talento. ¡Oh, la eterna contradicción
femenina! Revista PBT 08.05.1953
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