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Doris Day

DORIS DAY
Un ángel que canta como tal

VEINTINUEVE años recién cumplidos —13 de este mes— tiene Doris Day, y puede decirse de ella que ha vencido, profesionalmente hablando, todos los obstáculos. En cine, radio y grabaciones es una "estrella" que brilla con luz propia, y en cualquiera de esas actividades cuenta con verdaderas legiones de entusiastas que la siguen con una admiración rayana en la devoción.
En la Warner Bros, donde se ha colocado a la cabeza del plantel artístico —prestigiado por figuras de la talla de Bette Davis, Gary Cooper y Humphrey Bogart—, es la intérprete que recibe más correspondencia. Sus discos son prácticamente arrebatados apenas puestos en venta, siendo la única cantante que comparte la popularidad de una Dinah Shore o un Bing Crosby.
Lejos de restarle fama como cantante, su ingreso en la pantalla ha ido acrecentándosela, sobre todo a partir de 1947, en que comenzó a aparecer en una serie de comedias musicales como "Mi sueño eres tú". "Té para dos", "Abril en París" "Bajo la luz de la luna" y "Te veré en mis sueños", casi todas ellas películas en colores que acercaron su agraciada figura a los públicos que ya hada soñar con el dulce canto de su voz.
Doris Day nació en Cincinnatti y fué bautizada como Doris Kappelhoff. La primera etapa de su vida parecía indicar que un signo adverse presidía todo lo suyo. Era una niña cuando sus padres se separaron, y la madre, que quería ver a mi hija convertida en una gran bailarina, se vió precisada a tomar costuras y a realizar incontables sacrificios para proporcionarle una esmerada educación y las primeras lecciones de danza.
Doris respondió a la ambición materna, y bien pronto comenzó a despuntar como una hábil cultora del arte de Terpsícore. Pero un desgraciado accidente frustró aquellas esperanzas. Un auto en el cual viajaba fué arrollado por un tren, y Doris, con una pierna quebrada y mal herida, fué a dar con su delicada humanidad a un hospital, donde permaneció inmóvil catorce meses Cuando fué dada de alta, podía caminar, pero estaba persuadida de que ya su porvenir como bailarina se había truncado.
Activa y emprendedora, lejos de desanimarse por aquel contraste, comenzó a estudiar canto con Grace Raine, quien no sólo apoyó sus aspiraciones, sino que facilitó su ingreso en una emisora de Cincinnati, donde alcanzó, a poco andar, gran notoriedad por su forma tan personal de cantar "Day after day" , canción que tuvo decisiva influencia en su vida.
Cuando la escuchó Barney Rapp, director de una jazz, le ofreció contrato para su conjunto, obligándola a que cambiara el apellido Pappelhoff por Day, a raíz de la creación que hacía de la mencionada melodía. Actuó luego con las orquestas de Bob Crosby y Fred Waring hasta que alcanzó su culminante triunfo con Les Brown. donde su interpretación de "Viaje sentimental" hizo célebre su nombre.
Mientras actuaba en el Little Club de Nueva York fué "descubierta" por Michael Curtiz. que acababa de formar su propia productora en la Warner Bros, y quería una "estrella" en potencia. Un par de apariciones sirvieron para confirmar el acierto de la elección y colocar a Doris Day en un primer puesto que ahora mantiene con éxito sostenido.
Puede que si los ángeles cantan, lo hagan como Doris Day. Pero, si en verdad existen, es seguro que tendrán la apariencia de Doris Day.

Revista PBT
10.04.1953

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