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VIRGINIA FIELD tiene sangre aristócrata y
guerrera SI bien es cierto que,
históricamente, Estados Unidos hace ya dos
centurias que ha dejado de ser colonia inglesa,
no puede decirse que lo haya dejado de ser
cinematográficamente. Por lo menos Hollywood —y
decir Hollywood es mencionar toda la industria
fílmica norteamericana — ha tenido siempre entre
sus habitantes más ilustres a ingleses. Entre
ellos, una de las personalidades más deliciosas
y que goza de la más amplia consideración es
Virginia Field. debido a que su genealogía
entronca a Inglaterra con los Estados Unidos. No
obstante haber nacido en Londres, la sugestiva
rubia lleva también sangre norteamericana en sus
venas, pues su padre, Esme Lee, es descendiente
directo del famoso guerrero general Robert E.
Lee. Su padre, St. John Field. fué abogado y
canciller en la corte de Eduardo VIII, hasta que
abdicó para casarse con Wally Simpson.
Virginia Field — cuyo verdadero nombre es
Margaret St. John Field, — debido a la
posición de su familia. recibió una esmerada
educación. Atraída tempranamente por una carrera
artística, concurrió a famosos conservatorios de
París y Viena, donde estudió canto con el
propósito de dedicarse a la Opera. La afición
por el teatro fué, empero, mucho más fuerte y no
se había graduado aún cuando hizo su debut en el
teatro Max Reinhardt, interpretando uno de los
principales papeles de "A buen fin no hay mal
principio", de Shakespeare. De regreso a su
país, continuó allí, su carrera escénica, hasta
que en 1934 llamó la atención de los productores
cinematográficos, haciendo su debut frente a las
cámaras en "La dama consiente", que protagonizó
Leslie Howard. Fué tan lucido su desempeño que
el empresario Gilbert Miller se decidió a
contratarla para formar pareja con el
desparecido actor, en la obra teatral "El otro
lado de la fama", pero la temporada concluyó en
un rotundo fracaso. Se unió entonces a una
compañía de repertorio, con la cual visitó las
principales ciudades del Reino Unido. A su
retorno a Londres, Miller volvió a presentarla,
ahora en "El difunto Christopher Bean", que fué
un gran éxito y significó su consagración
definitiva. Después de eso, Broadway fué sólo un
paso más. Y el mismo empresario se encargó de
conducirla hasta la fabulosa Vía Blanca, donde
debutó animando "Reina Victoria". Mientras
actuaba en esa obra la vió un dirigente de la
20th Century-Fox. Sometida a una prueba, ganó un
papel en "Lloyd de Londres , su primera película
rodada en Hollywood. Convertida ya en una
figura de primer plano, solicitada por todos los
grandes estudios, intervino en muy recordadas
películas, entre otras "El puente de Waterloo" y
"En el viejo Chicago", siendo una de sus más
recientes "Weekend wíth father", para la
Universal. Simultáneamente, ha alternado su
labor en Hollywood con periódicas apariciones en
teatros de Nueva York animando "Panamá hattie",
"Ligth up the sky" y gran número de piezas de
sólido éxito. Virginia Field tiene ya tres
matrimonios en su haber. Su primer marido fué
Paul Douglas, de quien se divorció para casarse
con Howard Brode. Este no tardó en cederle la
plaza a Williard Parker, quien, si se confirma
aquello de que "la tercera es la vencida", puede
ser el definitivo amor de esta frágil pero
temperamental muchacha inglesa, que lleva sangre
aristócrata y guerrera en sus venas. Revista
PBT 27.03.1953
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