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MARGARET O'BRIEN sigue siendo precoz en
encantos
Hace doce años hizo su aparición
en Hollywood una criatura encantadora que
fascinaba a los públicos en una película en la
que encarnaba a una huérfana de guerra. Se
llamaba Margaret O'Brien, y no tardó en
convertirse en el miembro más notable dentro de
esa pléyade de artistas precoces, que había
incluido hasta entonces los nombres de Jackie
Coogan, Shirley Temple, Cuddies Edwards, Mickey
Rooney y Baby Peggy. Margaret no solamente
llegó a ser considerada la actriz más notable
entre todos los niños prodigios de la escena y
la pantalla, sino una artista destacada incluso
entre los adultos. Lionel Barrymore,
refiriéndose una vez a ella, dijo que era "la
única mujer, con excepción de mi hermana Ethel,
que en 30 años me ha obligado a sacar el
pañuelo." Nació en Los Angeles, California,
el 15 de enero de 1937; es hija de Larry y
Gladys O'Brien. Cuando era una criatura, ya
reveló un natural talento para la
representación. Contaba sólo cinco años de edad,
cuando hizo su debut en la pantalla en "Bases en
Broadway", con Mickey Rooney. El éxito sin
precedentes que le atribuyeron, tanto los
críticos como los aficionados al cine, determinó
que la Metro la eligiera para desempeñar el
papel protagónico en "Journey for Margaret".
A diferencia de algunos niños actores y actrices
que brillan por un tiempo y luego se pierden en
el olvido, Margaret siguió apareciendo en las
películas y su nombre surgió junto a las
estrellas que la doblan en edad y estatura, pero
no en talento. ¿Margaret O'Brien —que mereció
ser llamada por Cecil B. De Mille la mejor
actriz dramática que jamás haya visto—, aparte
de su capacidad para aprender de memoria
rápidamente larga, diálogos, se distinguió por
la emotividad que sabe imprimir a las escenas.
Muchas facetas de su sorprendente personalidad
fué descubriendo Margaret O'Brien, debiendo
destacarse su labor en "La danza inconclusa" en
la que se relevó como una consumada bailarina
clásica. No se libró, sin embargo, de la
"edad del pavo", pero lejos de proceder como
otros intérpretes infantiles, aprovechó ese
paréntesis obligado en su labor para ampliar sus
conocimientos. Frecuentó los autores más
notables de la escena, conquistando nuevos
aplausos al representar desde Shakespeare a los
autores más cotizados. Actualmente, Margaret
O'Brien ha trocado aquellas candorosas dotes por
un nuevo aspecto, y sin abandonar aquel aire
candoroso que le dió tanta fama, exhibe
actualmente un desarrollo físico que no le va en
zaga a su talento. Con sus 18 años llenos de
frescura se dispone ahora a reanudar su
brillante carrera cinematográfica en Hollywood,
donde se la ha recibido can el alborozo con que
se recibe a una figura que es muy querida.
Mostrará sus bellas formas por primera vez ante
las cámaras en la película "Gloria".
Revista PBT 26.08.1955
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