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Muerte de Ho Chi Minh A los 79 años, con seis
décadas de lucha anticolonialista sobre sus
enjutas espaldas, murió el 3 de septiembre el
presidente Ho Chi Minh, líder de Vietnam del
Norte. Con sus embates Ho Chi Minh (derecha)
inició el colapso del imperio colonial francés;
sin embargo, después de su muerte (en la foto de
arriba, durante las exequias en Hanoi) toda la
prensa seria de Francia (y de Occidente,
inchiyendo a tos Estados Unidos) trató con
respetuosa ecuanimidad a este comunista confeso
que era, a la vez, el más sincero y valeroso de
los nacionalistas. Una de las hazañas del Tío Ho
fue mantenerse amigo de la Unión Soviética y de
China Popular, sin tomar partido por ninguno de
los dos. Más aún, a través de su testamento que
reclamaba patéticamente la unidad comunista, el
líder muerto logró impulsar al premier ruso
Alexei Kosygin y a su colega chino Chou En-lai a
conferenciar el 11 de septiembre en el aeródromo
de Pekín, en procura de una distensión que por
ahora parece muy problemática. Ho Chi Minh no se
había conmovido por la retirada con cuentagotas
(un primer contingente de 827 soldados) iniciada
por Washington el 7 de julio. En una carta a
Nixon revelada después de su muerte, insistía en
la retirada total de las tropas extranjeras de
Vietnam: exigencia que parecen mantener
férreamente sus sucesores. Revista Siete Días
Ilustrados 15/12/1969
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