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"Una noche en Avellaneda la policía allanó una
timba; todos huyeron menos tres que fueron
llevados a la comisaría: Hacía frío y por eso
el oficial de guardia los dejó en su oficina
esperando la llegada del comisario que andaba
de recorrida. Cuando el comisario llegó, allí
mismo, en la oficina, empezó el
interrogatorio. «Vos —le preguntó al que
estaba más cerca—, ¿cómo te llamás?» «Martín
Echenagucía —contestó el interpelado.» «¿Vasco
español? Buena gente —agregó el comisario—,
Andate nomás.» Y tocó la salida. Llamó al
próximo y le preguntó el nombre. «Juan
Caracotche —contestó.» Y el comisario comentó:
«Vasco francés, buena gente». Y ordenó la
libertad. Se adelantó el tercero y no esperó
la pregunta. Dijo, presentándose: «José
Travallini, vasco italiano...» Vaciló el
comisario, enseguida sonrió y lo puso en
libertad. Pero por gracioso, no por racismo".
De memoria - Pantalones cortos, por Arturo Jauretche, 1972 revista Panorama 11.01.1972 |
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