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INVITADO ESPECIALMENTE, LUIS CESAR AMADORI VIAJA
RUMBO A HOLLYWOOD
El cine norteamericano, el primero del mundo, ha
tenido con el nuestro su primera gran
distinción: Luis César Amadori ha sido invitado
por los estudios "R.K.O." para concurrir a
Hollywood, en calidad de asesor amistoso sobre
problemas atingentes al panorama cinematográfico
latinoamericano. A estas horas, el magnífico
realizador de "Madame Sans Gêne" se halla en la
Meca del cine o está llegando a ella.
¿Cuáles son los reales propósitos del viaje?
Ningún otro que el ya dicho. "R.K.O." requiere
la opinión de un hombre competente de América
latina, para asesorarse respecto a un plan de
producción de ambiente sudamericano. Estados
Unidos ha comprendido que un genuino
acercamiento mediante el cine puede lograrse
dando a las películas sobre naciones americanas
su clima auténtico. Algo, muy poco, se ha hecho
en ese sentido, y falta mucho por hacer. Y la
competencia, la capacidad serena de Amadori
puede orientarlos con oportunos consejos. De ahí
que para Hollywood resulte de extraordinaria
importancia la presencia de este calificado
"asesor amistoso", e insistiera en llamarlo.
Porque —aclaremos— Amadori fue llamado por
primera vez el 3 de junio de 1943, y dos años
más tarde, es decir, hace pocas semanas, se le
reiteraba la expresión de deseos, con repetidos
cables, uno de los cuales informaba que habíase
conseguido la prioridad del pasaje por avión
mediante el Departamento de Estado. Esto, para
Amadori, es muy honroso, pero la verdad es que
conspira contra sus deseos de descanso, razón
por la cual tratará de "quebrar la organización"
y, en algún punto, detenerse a descansar unos
días... Buena falta le hace, como que ha pasado
casi un año sin alivio alguno en la fatigosa
tarea de los "sets"...
Hemos hablado con Luis César Amadori sobre su
viaje, en vísperas de partir, y nos pidió que
destacáramos, especialmente, la única razón del
mismo, que es la expresada.
—Se ha dicho, en letras de imprenta, que filmaré
en Hollywood y en México —refiere, contrariado—
y esto es inexacto. Primeramente, porque tengo
obligaciones firmadas con Argentina Sono Film, y
a ella estoy atado en calidad, de director
exclusivo hasta 1960. Luego, me inhibe filmar
fuera de mi país un problema de orden
personalísimo: creo que todas las fuerzas del
cine nacional deben unirse para la gran cruzada
próxima, la guerra en Europa ha terminado, y el
séptimo arte yanqui, como el inglés, el
mexicano, el chileno y el nuestro se preparan
para la gran batalla de la emulación. Nosotros
hemos quedado un poco rezagados en materia
técnica, como que desde hace años no se
incorpora una máquina a los estudios. Lo que se
hace actualmente tiene el impulso que da el
espíritu, pero sin el apoyo de las innovaciones
científicas, aplicadas a este arte en constante
y rapidísima evolución. Pronto ha de comenzar
una verdadera carrera, y es nuestro deber moral
estrechar fuerzas alrededor de lo argentino.
¿Cómo he de desertar, entonces?...
"Haría una película, sí, en México, por ejemplo
—continúa diciéndonos—, si esa película tuviera
un significado de intercambio, un valor efectivo
para apuntalar la hermandad del cine criollo con
el azteca, varios de cuyos valores aprecio como
excepcionales, y a los cuales tendré el mayor
honor en estrechar la mano...
—¿Cuánto tiempo estará fuera de la Argentina?
—No más de dos meses, pues aquí debo hallarme en
setiembre, para ingresar a los "sets". Por vía
Río, Trinidad y Miami, viajaré directamente a
Los Angeles, donde estaré tres o cuatro semanas,
para ir luego a Nueva York y Washington. El
regreso será con etapas en diversos países:
México. Cuba, Colombia, Perú, etc., pues quiero
pulsar las reacciones y aspiraciones de esos
públicos frente a las películas argentinas.
Revista Radiolandia
23.06.1945
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