|
|
|
"Más tarde tuve una guerra personal con el
Oriente. En la ciudad de Southwark tuve que
compartir un recital con Vija Vetra, una gran
bailarina asiática. Teníamos que bailar primero
una y después la otra porque el espectáculo era
justamente una especie de pugna entre Oriente y
Occidente. Los líos empezaron por el orden de
aparición: ella sostenía que debía bailar
primero porque en su tierra el que baila primero
es el mejor, y ella se consideraba mucho mejor
que yo. Perfecto. Acepté. Y Vija salió al
escenario —que se armó en una catedral, un lugar
maravilloso, con la luz de las seis de la tarde
filtrándose entre los colores de los vitraux— y
atacó con "Flor de Loto", una cosa muy linda
pero muy monótona. Y como Vija es una terrible
diva, en lugar de bailar diez o quince minutos
bailó cincuenta: el público se derrumbaba, se
ahogaba, no podía soportar aquello un minuto
más. Cuando terminó, yo entré al escenario por
entre el público, en una especie de reviente,
bailando el mejor "Aleluya" que me haya salido
jamás. ¡Qué maravilla! Fue como si toda aquella
gente hubiera vuelto a vivir de nuevo. Me
aplaudieron, me abrazaron, me dieron las
gracias, y yo en medio de aquella catedral
imponente, dorada, antigua..." Iris Scaccheri en
Revista Gente y la Actualidad, 14.10.1971.
Fotos: Aldo Alessandrini
|
|