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"Las cosas que digo antes de salir a jugar y las
respuestas que me dan algunos integrantes del
equipo. Fíjese: este año, en el túnel, antes de
empezar el último match que disputamos les dije
a los muchachos de Ferro: El entusiasmo no sólo
agranda las cualidades espirituales, sino
también las deportivas. Salimos al campo con la
alegría de jugar, de vencer, haciendo lo que
corresponde sin saber de lujos personales ni
blanduras. ¿Qué le parece? Uno de los equipos
que más satisfizo a Victorio Spinetto fue el
seleccionado argentino con el que ganó, en 1959
—dos años después de producirse el "desastre" de
Suecia—, el campeonato sudamericano. "En ese
equipo jugaban hombres que eran muy criticados:
Juan Carlos Nuin y Carmelo Simeone, por ejemplo.
Como rechazaban la pelota con fuerza y hacia
arriba, algunos periodistas llegaron a decir que
ellos iban a voltear los aviones que
sobrevolaran el estadio riverplatense mientras
se disputara el campeonato. Sin embargo, eran
jugadores impecables. ¡Qué vergüenza deportiva
tenían! El Cholo Simeone especialmente, era un
jugador de una voluntad extraordinaria: en los
entrenamientos, cuando los demás me hacían 15
flexiones, el andaba por las 40. En ese equipo,
además, tenía dos wings fenómenos: Corbatta y
Belén. Yo los hacia arrancar de atrás, obligando
a nuestro medio campo a que les metiera
pelotazos en profundidad. Entonces, Belén se iba
para el fondo, acompañado por Corbatta en el
otro lateral, mientras Callá y Manfredini
esperaban en las puertas del área. Venía el
centro y si no la agarraban de afuera Callá o
Manfredini la metía Corbatta de adentro. ¿Se da
cuenta? Con esa simple y única maniobra ganamos
el Sudamericano." Revista Siete Días
Ilustrados 09.12.1974
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