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Vilmar Sanguinetti Uruguayo, como el
legendario Irineo Pulpo Leguisamo, comparte con
su inalcanzable predecesor y compatriota un
prestigio que, a los 26 años, no cesa de crecer:
el haber ganado más carreras que nadie en 1971 y
el logro de superar el centenar de triunfos por
primera vez desde 1949 son algunos motivos que
avalan el entusiasmo de sus admiradores
Revista Siete Días Ilustrados 31.01.1972
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