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"El domingo 23, Jackie Stewart confirmó todos
sus lauros y dejó flotando sobre el autódromo
una impresión: el torneo de conductores 1972
sólo podría cambiar de dueño si al campeón le
ocurriera una contingencia desgraciada. Es que
Stewart es el dueño de la F.1, la categoría más
exigente del automovilismo de competición. Supo
crear un círculo vicioso: el mejor piloto tiene
a su disposición lo mejor de lo mejor (auto,
motor, equipo, gomas). Destruir esa hegemonía,
entonces, parece muy difícil: ganarle a J. S.
significa, casi, esperar a que a su motor le
pase algo. El único conductor que pudo hacerle
sombra a su prolijo trabajo fue el popular
Carlos Alberto Reutemann (29, una hija). Así lo
había dejado entrever el sábado, cuando por 22
centésimas le arrancó a Jackie el primer puesto
en las pruebas de clasificación. Sin embargo, a
pesar de ser escolta en los primeros siete giros
y seguirlo, sin errores, durante más de media
hora de carrera, terminó —merced a un problema
de cubiertas— en el séptimo lugar. Agradeciendo
el apoyo del público —que ya lo considera un
verdadero ídolo— Reutemann se mostró conforme:
"No lo pasé, ni pude ganarle al campeón :—bromeó
con SIETE DIAS—. Pero, por lo menos, salí al
lado de él en la foto, ¿no?". Sí (ver fotos).
Revista Siete Días Ilustrados 31.01.1972
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