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Ravioles a la delfín - Salsa muselina fría - Pollita blanca - Pierna de cordero - Gateaux de coco - Tiritas de almendra - Masitas de chocolate

El Hermoso Brummel
CUANDO una película se filma en ambientes distintos a los acostumbrados —de época, por ejemplo—, se ocupa siempre mucho más tiempo y son lógicas las incidencias serias o risueñas que ocurren al margen del rodaje. "El hermoso Brummell, que Julio Saraceni dirigió para estudios San Miguel sobre argumento de Manuel M. Alba y Abel Santa Cruz, muestra en gran parte de su desarrollo escenas típicas de comienzos de siglo en Inglaterra, con su imponente corte, caminos, posadas e interiores realizados con la habilidad que es ya característica en un escenógrafo como Gori Muñoz. El día que por primera vez el numeroso reparto se vio en el set, reunido y ataviado con las vestimentas de aquellos tiempos, se tuvo la pauta de lo que sucedería en filmaciones posteriores. Hubo chistes a granel, sobre todo por parte de Fidel Pintos, su protagonista. Los pantalones cortos y ajustados, las pelucas rizadas, los jabots y los largos sacones con colita motivaron chuscadas oportunísimas. En este orden de cosas el clima mayor se logró cuando tuvo lugar un desfile de un regimiento escocés —los "highlanders"— que en toda la película constituye la obsesión del seudo "hermoso Brummell" que hace el mencionado intérprete.
Tal es a grandes rasgos la impresión recogida a través de esta comedia reidera, realizada en tono de parodia, que a juzgar por lo que hemos visto puede constituirse en uno de los mayores éxitos de risa de la temporada.
Fidel Pintos alcanza aquí por primera vez el "estrellato". Es la figura principal al lado de la dama joven Delfy de Ortega, el galán Amadeo Novoa —que personifica al auténtico dandy británico, famoso en su época por sus condiciones de seductor—, Carlos Enríquez, Julián Bourges, Carlos Barbetti, Julia Sandoval, Susana Campos e Irma Rey.
La acción transcurre, como hemos dicho, a comienzos del siglo diecinueve y en Inglaterra, en momentos en que el apuesto Lord George Brummell tenía a mal traer a cuanta dama se atravesaba en su camino, lo que le proporcionaba no pocos inconvenientes. La substitución suya por Fidel Pintos forma la médula del argumento francamente reidero.

Luego del cine, obvvvpiamente hay que comer. Nada de restorans ni Resto un bar, ni modernidades. A casa y a morfar a lo vesthia. Coman, no sean tan... tan... coman que comer es un lujo asiático. Van las recetas: 

RAVIOLES A LA DELFÍN
Prepárese la masa con 300 a 325 gramos de harina, 80 gramos de manteca, 1 huevo batido con un poco de sal, agua tibia y una cucharada de aceite. Amásese la mezcla, déjese descansar durante 24 horas cubierta con un repasador.
Una vez transcurrido este tiempo, píquense finamente 125 gramos de espinacas, 5 ó 6 hojas de acedera, una docena de ramitas de perejil (todo esto en crudo). Cocínese todo este picadillo a fuego suave en manteca, déjese enfriar. Una vez frío únase con un poco de queso fresco bien escurrido, queso de cabra preferentemente. Agréguese a esta mezcla 100 gramos de gruyere rallado. La preparación debe ser muy lisa.
Extienda la masa en largas bandas muy finas. Colóquese encima el relleno y tápese con otra banda. Córtense los ravioles con un corta-pastas.
Prepare un caldo de aves bastante graso o en su defecto agua salada con abundante manteca. Échense uno por uno los ravioles cuando esté hirviendo. En cuanto se reanude la ebullición, déjese cocinar durante 15 a 20 minutos a fuego muy suave.
Escúrranse a continuación en un colador que se mantendrá encima de una cacerola con agua hirviendo.
Sírvanse estos ravioles sin salsa, presentando aparte queso rallado.

SALSA MUSELINA FRÍA
Esta salsa se servirá con los filetes de pescado o pescado hervido frío.
Prepárese una salsa mayonesa terminada con un poco de jugo de limón, y en el momento de servir agréguense dos claras de huevo batidas a nieve firme.

POLLITA BLANCA
Una vez preparada la pollita para asar, frótese la piel con limón, y póngase en el interior del ave un trozo de manteca pisado con sal, pimienta y jugo de limón.
Cocínense a fuego suave la pollita durante algunos minutos de cada lado en una ollita de barro con manteca, 7 u 8 cebolletas y un "bouquet garni". Espolvoréese a continuación con harina, mójese con muy poca agua caliente y déjese cocinar a fuego suave durante dos horas con la ollita tapada.
Después de este tiempo agréguense 250 gramos de hongos hervidos previamente durante 10 minutos en agua acidulada con jugo de limón; viértase todo alrededor de la pollita y déjese cocinar todavía de 30 a 40 minutos. En el momento de servir dispóngase la pollita en una fuente caliente. Dilúyase en el jugo de la cocción (conteniendo las cebolletas y los hongos) una taza de crema fresca diluida mezclada con 2 ó 3 yemas. Caliéntese sin dejar hervir y viértase sobre la pollita.

PIERNA DE CORDERO
Ásese la pierna como de costumbre pero envolviéndola con grandes fetas de panceta, de manera que al retirarlas en el momento de servir la pierna aparezca completamente, blanca.
Sírvase acompañado de papitas cocinadas al vapor. Tiempo de cocción de la pierna de cordero: de 50 a 60 minutos por kilo de carne.

GATEAUX DE COCO
Mézclense tres cucharadas de manteca derretida en crema, 6 cucharadas de azúcar, 3 cucharadas dé licor a su gusto, 2 yemas y las claras batidas a nieve firme.
Agréguese poco a poco la harina tamizada a fin de formar una pasta suave, y cocínese a horno suave, en un molde derecho.
Déjese enfriar, córtese la torta en varias capas. Sobre cada disco extienda la preparación siguiente: un almíbar espeso hecho con 6 cucharadas de azúcar y 2 cucharadas de agua; una vez cocido y tibio agréguese abundante cantidad de coco rallado para formar una pasta espesa.
Vuélvase a formar el gateaux, remoje con almíbar y espolvoree todos tos lados con coco rallado.

TIRITAS DE ALMENDRA
1/2 kilo de manteca, 1/2 kilo de azúcar, 8 yemas, 1/2 kilo de almendras picadas, 1/2 kilo de harina. Se pone a un lado una cucharada de yemas para untar encima de las tiritas.
Se ablanda la manteca hasta que quede cremosa. Se agrega el azúcar, las yemas de huevo, la harina y las almendras. Se mezcla bien. Se corta en tiritas finas del tamaño de un dedo chico. Se untan con yema de huevo y se espolvorean con azúcar. Se cuecen en un horno caliente hasta dorarse.

MASITAS DE CHOCOLATE
2 cucharadas de manteca ablandada, 1 taza de azúcar, 1/2 taza de agua, 1 1/2 taza de harina, 2 huevos, 45 gramos de chocolate derretido, 1 cucharadita de vainilla, 1/8 de cucharadita de sal, 1 cucharadita de polvo de hornear.
Se ablanda la manteca y se bate con el azúcar. Se baten los huevos y se agregan. Se cierne la harina con el polvo de hornear y se agrega con el agua a la mezcla anterior. Se agregan el chocolate derretido y la vainilla y se mezcla bien. Se echa en moldecitos chicos, y se cuecen en un horno regular por 15 a 25 minutos.

CARAMELOS
2 cucharadas de gelatina, 1/2 taza de agua fría, 1/2 taza de agua hirviendo, 2 tazas de azúcar molida, jugo de una naranja, cáscara rallada de una naranja, el jugo de un limón, 1/2 taza de nueces picadas, grana, color deseado.
Se disuelve la gelatina en el agua fría y se remoja 5 minutos. Se ponen el azúcar y el agua hirviendo en una cacerola y se hace hervir. Se agrega la gelatina remojada y se deja hervir la mezcla por 20 minutos. Se agregan la cáscara de naranja y jugos de naranja y limón y el colorante. Se cuela con un colador fino. Se agregan las nueces y se vierte en un molde de tres centímetros de espesor. Se deja reposar la mezcla durante toda la noche. Al día siguiente se saca del molde se coloca sobre una tabla de picar o un mármol y se corta en cuadritos. Se envuelve cada cuadrito en azúcar impalpable.
(Revista Mundo Argentino junio de 1951)

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Fidel Pintos