Futilísima Ruinosa Satelital
No hay cosa más inútil que dar consejos

Caras sucias


Corbata, Maschio, Angelillo y Sívori
del seleccionado de fútbol que ganó el Sudamericano en 1957

"Para tener una imagen vivida de lo que aconteció, nada mejor que retomar el relato de Rossi: "En Lima mi único problema era el maldito lumbago que casi no me dejaba mover. El doctor Verna me mataba a inyecciones y tenía que jugar con un alambre de cobre alrededor de la cintura. Antes del partido con Brasil me tuvo que infiltrar porque estaba peor que nunca. Y a pesar de todo jugué como si tuviera 20 años. Esa noche, incluso, tuve que traicionar mi estilo. Corrí como loco y hasta me tiré a los pies de los rivales. Me ponía la camiseta argentina y sentía una sensación especial. Y no lo digo por «camelo»... Los brasileños, que al fin de cuentas tenían casi el mismo equipo que después ganó el Mundial, no eran ningunos mancos. Se nos vinieron encima y no nos dejaban ni respirar. La gente empezó alentándolos a ellos, como en todos los partidos. Y se venía Didí, y se venía Zizinho, que aunque estaba viejo todavía era un fenómeno. Y Dino arrancaba por el medio... Yo no tenía voz para seguir gritando. A veces me asustaba yo mismo de mis propios alaridos... Y el Loco empezó con su vueltita. Angelillo se juntaba con Maschio. El Cabezón Sívori empezó a pasar rivales como postes... ¡Qué partido!... Por la mitad del primer tiempo Angelillo la puso adentro y eso nos tranquilizó más todavía. Yo ya me había olvidado del lumbago. Ni me acordaba del alambre... El segundo tiempo fue igual que el primero: a cara de perro. Al final Maschio hizo el segundo, y casi sobre la hora, el zurdo Cruz metió el tercero. Se paró todo el estadio para aplaudirnos".
Esa noche los aficionados peruanos se deleitaron con un trabajo excepcional de la delantera que ellos mismos habían bautizado como los "caras sucias"." Fragmento sobre el campeonato de Lima en 1957, extraido de Las Grandes Hazañas del Deporte, por Alejandro Marti. Terminado este contraste del pasado con la actualidad futbolera, vamos con:

consejos para la economía doméstica
-A los paraguas conviene echarlos una gotita de aceite en el punto donde se juntan las varillas, para evitar que se oxiden.
-Para quitar el mal gusto después de tomar una medicina desagradable, lo más eficaz es tomar unas gotas de zumo de limón.
-Los muebles pintados con esmalte blanco ó con cualquier pintura de brillo, se lavan con agua caliente, en la que se haya echado un vaso de cola de carpintero. La cola se echa en disolución, y en proporción de un vaso de los de agua por un balde de agua caliente.
-Las ballenas se cortan con mucha facilidad calentándolas.

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