ADICTO A LA COCAINA

Adicto a la cocaína
tengo más fuerzas
más vida sin control
encuentro colores verdaderos
y a mi transpiración otro sabor.
Pupilas dilatadas
los sentidos más agudos
total concentración.
Mi mente despejada
corre tras tu cuerpo
voy a alcanzarte
y haremos el amor.
El espacio tiene otra dimensión
la velocidad es un juego
la gente transparente
el riesgo es absoluto
no se pierde la emoción.

Adicto a la cocaína
adquiero otros matices
en un huracán de viento
en una jungla templada
el dolor es bálsamo
las lágrimas son dulces
más vida sin control.
La respiración acompasada
abre el camino al infinito
me trepo a él
laberinto de vivencias
unas tras otras
se van acumulando
destinos simultáneos
se muestran repentinos.
Hacedor de futuros
navegante sideral
el indomable se rinde
y a tus pies
grita su desesperación
acorralado.

Adicto a la cocaína
caída libre
la tempestad se agiganta
se deforma la cara
se raja el corazón
chirrían los frenos
más vida sin control.
Ahogado en alcohol barato
lamiendo tu vientre salado
frenética penetración.
Dueños absolutos
de veinte caminos diferentes
recorriéndolos todos a la vez
transportados al vacío
llenos de gloria
descansamos.
Y sólo falta
quemar la última etapa
y es verte reptar
hacia el centro de mi ser.
Succióname despacio
la savia interior.

Adicto a la cocaína
más vida sin control.
Cortezas desparejas
rugosidad inalcanzable
y mis ojos dados vuelta
el humo irrita la garganta
y el hueco de tu cuerpo
llamándome.
Cuando te veo sonreír
los pájaros planean
al bosque impenetrable
y mi aliento en suspiro
jadea.
Corro veloz
rayo infernal
desencadenado
soportando tus latidos
escuchando tu letargo
y mis manos
que se agarran al ciclón
transportándome.
Duermo.

Adicto a la cocaína
escalamos las montañas
invadiendo el cielo mismo
insolentes pasajeros
desoyendo los presagios
de la historia misma.
Simbolismo abstracto
depurado y sin prisa
recorrerte palmo a palmo
enredarme en tu cabello
y sabiéndome posesivo
poseerte.
Desaparecer entre las nubes
reaparecer entre tus senos
sentir palpitar tus sienes
entregado y rendido
sabiéndome vencido
decirte que soy tuyo
más vida sin control.

Pablo Podestá

 

 

 

Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

 

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DOS PATADAS EN EL CULO

Mañana por la mañana,
cuando la vida despierta,
entre somnolencia y fiaca;
cuando uno quiere pero no puede;
cuando el reloj,
te llama a la cruda realidad,
dos patadas en el culo
y a empezar.

Mañana por la mañana,
cuando acaban unos sueños
y comienzan los otros;
cuando la lucidez,
a trompadas,
va ganándole al letargo,
dos patadas en el culo
y a empezar.

Mañana por la mañana,
cuando el sexo llama,
con más mal aliento,
que poses extrañas;
con más instinto animal,
que erotismo elaborado,
dos patadas en el culo
y a empezar.

Mañana por la mañana,
cuando ya es otro día,
y uno no lo ha querido;
cuando hay que mirarse al espejo,
y te queres suicidar,
dos patadas en el culo
y a empezar.

Mañana por la mañana,
cuando leas estas líneas;
cuando escuches mi canción,
y te des cuenta que ya me he ido
y no voy a regresar,
dos patadas en el culo
y a empezar.

Pablo Podestá