EL LIBRO HIPPIE

Hace doce años, The Village Voice inauguró en Nueva York el periodismo subterránea. Primero fue portavoz del pensamiento beat; ahora es la biblia hippie. Sus 15 mil ejemplares diarios no son, sin embargo, los únicos difusores del movimiento: los jóvenes cuyo emblema reza 'Haga el amor, no la guerra' disponen de un centenar de publicaciones afianzadas en todo el territorio de los Estados Unidos, que constituyen un Sindicato de la Prensa Subterránea. En 'El libro hippie', Jerry Hopkins —quizás el más famoso periodista del grupo— reunió artículos, reportajes, cartas de lectores, editoriales y hasta avisos clasificados de la prensa disidente. Su antología es la mejor y más exhaustiva que se haya dedicado al tema. El alegato de Hopkins, a menudo desopilante, comprende siete temas capitales: Religión, Sexo, Guerra, Educación, Censura, Napalm y Política. El libro hippie será lanzado en enero por Brújula, con cuya autorización se reproducen estos fragmentos.


DESIDERATA
Encontrado en la Vieja Iglesia de Saint Paul, Baltimore: fechado en 1692.
Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda qué paz puede haber en el silencio. Vive en buenos términos con todas las personas, todo lo que puedas sin rendirte. Di tu verdad tranquila y claramente; y escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante; ellos también tienen su historia. Evita a las personas ruidosas y agresivas, son vejaciones al espíritu. Si te comparas con otros, puedes volverle vanidoso y amargo; porque siempre habrá personas más grandes y más, pequeñas que tú. Disfruta de tus logros así como de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde; es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo. Usa la precaución en tus negocios; porque el mundo está lleno de trampas. Pero no por eso te ciegues a la virtud que pueda existir; mucha gente lucha por altos ideales; y en todas partes la vida está llena de heroísmo. Sé tú mismo. Especialmente, no finjas afectos. Tampoco seas cínico respecto del amor; porque frente a toda aridez y desencanto, el amor es perenne como la hierba. Recoge mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente a las cosas de juventud. Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la desgracia repentina. Pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina, sé amable contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas; tú tienes derecho a estar aquí. Y te resulte evidente o no, sin duda el universo se desenvuelve como debe. Por lo tanto mantente en paz con Dios, de cualquier modo que lo concibas, y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén en la ruidosa confusión paz con tu alma. Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos, éste sigue siendo un mundo hermoso. Ten cuidado. Esfuérzate en ser feliz.
Communication Company
(San Francisco)

UN AVISO 
Manteca de Orgía
Una crema para el cuerpo especial para amar, 'manteca de orgía' hace al amor más excitante, mejor y GUAU. Úsela como lubricante, úntese el cuerpo para hacerlo fosforecer, al mismo tiempo que suaviza su piel y la perfuma. Y si accidentalmente se le mete en la boca, es muy rica y no hace mal. En cantidad suficiente para varios viajes: u$s 1.25,
Pedidos a: Revenhurst Enterprises, 6420 Carlton Way, Los Angeles, California.

POEMA
nota: El siguiente poema fue escrito por un niño, y se publicó por primera
vez en el número inicial de The Oracle of Southern, California, marzo de 1967.
Qué hacer 
si estás 
enamorado.

1. Dónde besar 
Besa los pies 
Besa la Cabeza 
Besa la mano 
Besa los labios

2. Qué hacer 
Dile a él o a ella 
te amo.
Haz el amor en la cama. 
Haz cosas amorosas.

3. Qué decir 
Di tómame 
Di me gusta 
hacer el amor 
Di me gusta
esto.
8 años

OTRA MODESTA PROPOSICIÓN
por Richard Robbins
Declaraciones de funcionarios del Gobierno insinúan que la guerra del Vietnam podría continuar por muchos años más, tal vez, indefinidamente. A la luz de esto propongo un programa que terminaría con la guerra en un plazo definido, digamos diez años. Dado que el terrorista comunista comienza su diabólica carrera a edad muy temprana, a menudo antes de su décimo cumpleaños, la exterminación de todos los niños y fetos del Vietnam terminaría con la reserva. Es necesario exterminar todos los niños y fetos vietnamitas, porque no hay modo de determinar cuáles se desviaran hacia el nacionalismo vietnamita y cuáles crecerán leales a los Estados Unidos, aunque esto es infortunado, la proporción de muertes sería muy incrementada porque la vasta mayoría de los vietnamitas crecen con la enfermedad de su orgullo nacional. Por lo tanto, dado que ahora exterminamos accidentalmente más campesinos inocentes que los maniáticos homicidas del Vietcong, mi programa sería un enfoque más humano y efectivo.
Dado que la efectividad de una política depende tanto de un título placentero, mi programa debería llamarse "Eutanasia para la juventud de Asia". Muy eufónico, ¿no les parece? Estos términos podrían pronto retirarse a un compartimiento no emocional de la conciencia del ciudadano norteamericano, como lo han hecho los términos exterminación, despoblación, bomba antipersonal, veinticuatro billones de dólares y promedio de matanza. "
"Eutanasia para la juventud de Asia'' podría llevarse a cabo con mucha mayor eficacia y mucho menos gasto que el presente programa. Una mujer embarazada no puede correr tan rápido como un terrorista vietnamita. Además, a ella le es mucho más difícil esconder su culpa de portar un terrorista potencial que a un Vietcong esconder al terrorista en su conciencia. Una bota de combate potentemente aplicada a un vientre hinchado puede realizar una tarea que en menos años le costaría al contribuyente americano u$s 400.000 (en caso de mellizos u$s 800.000).
Cada niño vietnamita está en la lista de los diabólicos arrancavidas comunistas. Sorprendentemente, muchos serán pervertidos hasta el punto de creer que el pueblo norteamericano quiere perjudicarlos. Por esto es absolutamente necesario exterminarlos antes de que tengan edad suficiente para portar armas contra los mejores jóvenes de nuestro país. Aquellos chiquilines que de alguna manera se escapen de la matriz podrían ser aniquilados todavía sin demasiada dificultad o gasto. Un equipo de exploración y destrucción puede muy bien pasar justito al lado de un matorral o de un árbol que oculta a un terrorista Vietcong bien disciplinado. Pero los niños, los tontitos, probablemente chillen de abyecto terror en tal situación. Nuestros sanos Marines podrán quebrar fácilmente el cuello de los bribonzuelos, haciendo sin el gasto de una sola bala lo que en pocos años podría haber sido costoso y hasta peligroso.
Dado que he oído a menudo decir a nuestros muchachos que no consideran humano al enemigo, no habría ninguna objeción moral al uso de los tiernos esqueletos criados a arroz como suculento complemento de las raciones de los soldados. Esta práctica permitiría ampliar las misiones de exploración y destrucción.
Algunos pocos corazones sangrantes y simpatizantes comunistas creerán sin
duda que la "Eutanasia para la juventud de Asia" es un programa un poco demasiado riguroso. Pero muchos norteamericanos bien pensantes comprenden la importancia de proteger nuestro honor y nuestros ideales cristianos. The Paper (East Lansing, Michigan).

FABRICÁNDOLO por Jerry Hopkins
Hace un tiempo incluí en mi columna una nota preguntando cómo se había descubierto que las semillas del Dondiego eran alucinógenas. Me preguntaba si alguien había llegado a ello "lógicamente", abriéndose camino en el catálogo Burpee de semillas... por orden alfabético.
Pronto descarté esa teoría. Decidí que debió ser un accidente, como cuando el Dr. Hoffmann descubrió accidentalmente que el ácido lisérgico era alucinógeno.
Hoy estoy comenzando a revaluar mi teoría original; ahora creo firmemente que HAY gente en este mundo nuestro —y montones de gente— que pierde muchas, sino todas sus horas conscientes, tratando de encontrar "lógicamente" nuevos medios de remontarse alto.
(Una vez más, amigos, les ofrezco una teoría no basada en ningún tipo de prueba. En adelante cuando ustedes o alguien plantee una teoría así se la conocerá como parte de la Ley de Hopkins.) (Parkinson y Murphy tienen sus leyes. Ahora, por fin, yo tengo la mía.)
Lo que sugiere todo esto es algo que corrientemente anda dando vueltas en la "subterraneidad": el "hecho" de que el fumar las raspaduras secas de la cáscara de banana hace jugar a la mente juegos placenteros.
Es cierto, amigos: cáscara de banana.
Mi reacción inicial fue que era un rumor lanzado por la United Fruit Company (ustedes lo recuerdan: alguna vez poseyeron Cuba). Las ventas de banana andaban mal, algún tipo vino con la idea y muy pronto el sector bien pensante de nuestra población se abalanzaba al supermercado más próximo y compraba todas las bananas que hubiera a la vista.
Desechada esta tonta especulación, decidí que el rumor había sido lanzado por quienes se encontraban con tres camiones cargados de esas bolsas de bananas que llevan la marca Chiquita.
Por último volví a mi teoría original: que existen, realmente personas que se abren caminos a través del departamento de productos agrícolas, buscando nuevos modos de establecer el contacto ("Veamos... ayer probé con ajo y no funcionó. Hoy probaré con tomates").
De modo que lo que pasa es algo como esto: el inventivo hippie compra una bolsa de tomates; una vez en la relativa seguridad de su hogar, hierve las semillas once minutos, las deja secar al sol por seis minutos, las vierte en un polvoriento pote de barro y corre alrededor del dormitorio durante media hora, llevando el pote en un saco de arpillera. Si eso no hace alucinógenas a las semillas de tomate (porque frecuentemente lo importante es la preparación), entonces tal vez el incansable hippie repita el proceso, eliminando el pote de barro o corriendo quince minutos en vez de treinta.
Si tiene suficiente tiempo, y tomates, este hippie posiblemente ENCUENTRE el modo de que las malditas semillas de tomates se vuelvan alucinógenas. Mas probablemente abandonará el tomate y pasará al ruibarbo o a los repollitos de Bruselas.
En mi opinión así fue como se descubrió que fumar las raspaduras de bananas te lleva a las alturas.
The Los Ángeles free Press.

LOS ESTADOS SUBTERRÁNEOS DE AMÉRICA
por Allan Katzman
Existen miles de jóvenes (artistas, hippies, beatniks, pacifistas, luchadores de los derechos civiles, etc.) conocidos como los "subterráneos" que, en una u otra forma, han salido del Sistema hasta tal punto qué están prácticamente en sus límites, y que se beneficiarían separándose, de una vez por todas, de la Unión. Por supuesto, este movimiento tendría que combinarse con la formación de una confederación de personas, antes que de Estados.
Dado que sólo serían miles, no habría necesidad de una estructura estatal corporativa. La Confederación sería tribal y se la conocería como los Estados Subterráneos de América. Esta proposición, puede parecer ridícula al principio, pero serviría para ilustrar la pobreza del clima moral, político y económico de Norteamérica.
Los Estados Subterráneos adoptarían, por supuesto, la Constitución y la Declaración de la Independencia como criterios para "Constituirse", cambiándolas ligeramente (en vez de "Nosotros, el pueblo...", "Nosotros, el pueblo subterráneo"). Estos documentos resultarían mucho más novedosos de lo que la gente supone, ya que durante ciento noventa años no han sido verdaderamente aplicados, en este país al menos.
El Poder Judicial debería seguir los preceptos de los Diez Mandamientos. salvo que los tres primeros podrían condensarse en uno: "No serás Dios". Esto evitaría esos ridículos remilgos que han plagado la civilización occidental durante los siglos pasados, existiera Dios o no. Deberían agregarse mandamientos tales como "No dirás nada que no sea bello y útil".
Al considerar los castigos para quienes quebranten la ley, la decisión deberá basarse en el perdón. Pero estipulando que, puesto que el culpable violó la ley, debe ser desterrado. Un buen ostracismo para los transgresores sería deportarlos a los Estados Unidos de América. Allí aprenderán la ley de la selva y de la calle en su más plena realidad, y comprenderán que el hombre no puede existir sin amor y sin los demás seres humanos, Si después de aprender su lección quieren reingresar a los Estados Subterráneos, podrán hacerlo, pero sólo con el consentimiento de la mayoría de sus conciudadanos. Copyrigth Brújula, 1968.
PRIMERA PLANA
31 de diciembre de 1968

Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado