Fragmentos de huidas de pensamientos
Tito demoron

(o las palabras que se escaparon)

3

o-o-o La buscona o-o-o

Sé que buscó, ¿cómo saber cuanto?. Imaginó, ser un poco más sensual, espejo del deleite, alma de la penetración.
Sé que buscó, maldiciones de hombres, placeres de la agonía. Sufrió un poco (existir es un final en si mismo).
Sé que sufrió ¿cómo saber cuánto?. La vida la arrastró ¿es tan fatal la muerte?
Tan enardecida al vivir, tan sola en el final.
Sé que sufrió, que perdió vitalidad y no insistió más... la postró a sus pies, allí donde dejan de sonar las violencias.

o-o-o Ruidos o-o-o

Si escuchan en la noche ruido de ramas quebrar, no soy yo el que no está dando tregua, ni el que se olvida mirar al fondo de la esperanza. Si les parece que sienten pasar una brisa sin aromas, no he de ser yo, justamente yo, el que vuelve caudaloso en congoja, a mí no me gusta entrar. Esa no es la mía.
Es el guiño ensimismado de un nadie callado, la lástima creciente de un derrotado, el parecer dolorido de la angustia hecha carne, el diablo sin ojos y los olvidos... sobre todo los olvidos.

o-o-o Seriedad o-o-o

¿Quién puede enfrentarse al olvido sin salir rozando alguna esperanza?
Desde una orilla el viento parece soplarte las dificultades para cruzar y sin embargo alguna brisa suele ser mas poderosa que un huracán. Sentarse y permanecer, mientras duerme la dureza y la pena se deja llevar a lugares donde pueda calmarse. Já... la calma, esa hipócrita que llega cuando menos la necesitamos.
No hay hechizo, (mirá que he probado eh) que pueda llamarla.
No hay invocación que valga, ni ablución en los arroyos.
No hay conjuros. No hay súplicas ni sobornos.
Sentarse, permanecer y esperar... pero aún así esa sensación que no llega te frustra y la corta distancia que pareciera haber hasta la cama se torna extensa en el tiempo.
No hay caso, espacio y tiempo no son se condicen.
¿Quién puede enfrentar la cercanía sin salir rozando alguna esperanza?

o-o-o El roce o-o-o

¿Quién puede enfrentarse al olvido sin salir rozando alguna esperanza?
Desde una orilla el viento parece soplarte las dificultades para cruzar y sin embargo alguna brisa suele ser mas poderosa que un huracán. Sentarse y permanecer, mientras duerme la dureza y la pena se deja llevar a lugares donde pueda calmarse. Já... la calma, esa hipócrita que llega cuando menos la necesitamos.
No hay hechizo, (mirá que he probado eh) que pueda llamarla.
No hay invocación que valga, ni ablución en los arroyos.
No hay conjuros. No hay súplicas ni sobornos.
Sentarse, permanecer y esperar... pero aún así esa sensación que no llega te frustra y la corta distancia que pareciera haber hasta la cama se torna extensa en el tiempo.
No hay caso, espacio y tiempo no son se condicen.
¿Quién puede enfrentar la cercanía sin salir rozando alguna esperanza?

o-o-o Oponerse o-o-o

volverse redondo
y resistir a la lluvia,
oponerse al viento
y unirse a una bandera
andar así, sin simpatías
ni límites
así, al borde
de tu inquieto ritmo
dándote batalla

Casi siempre lo imaginé como una pelea diaria, una encadenada batalla, una agrupada contemplación de la siempre rotulada realidad. Vivir el presente, era la consigna a intentar ¿para qué pensar en el futuro, no? de todas maneras llegaría de la forma que se le ocurriera vaya a saber a quién o qué. Y si aquello que nos habían dicho nuestros mayores iba a convertirse en la rotulada realidad, aquello de "serás el arquitecto de tu propio destino" y cuestiones por el estilo, entonces la lógica primitiva de nuestra juventud llevaba a tornar certera la consigna de cual de los tres enigmas había que vivir. No eran épocas para recordar y el pasado inmediato era un límite que no llamaba la atención ¿para qué traspasarlo?. El futuro estaba lejos ¿para qué apurarlo si el combate era otro?. Y estaba mas cerca de lo imaginado, ahí frente al espejo. 

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