ESCÁNDALO
Cuando los terceros son los primeros

colegio electoral de tucumán
"En el aire he dado vuelta a la tortilla". La metáfora gastronómica pertenece al doctor Celestino Gelsi, de la UCRI, y fue su lacónico comentario a un escándalo político que duró diez horas y sirvió para elegir al futuro gobernador de la provincia de Tucumán. Escándalo que, por otra parte, capitalizó el propio Gelsi: su estrategia resulte la más hábil.
En diez horas modificó una realidad y transformó en gobernador al prácticamente derrotado candidato de la UCRP, profesor Lázaro Jesús Nazareno Barbieri, bonaerense (nació en Ramos Mejía), de 52 años, viudo, una hija. Tercero en orden de votos, Barbieri no había podido, por vía de la negociación, aglutinar alrededor de su partido el apoyo de las demás agrupaciones.
Reiteradamente fracasaron en esa tentativa los embajadores destacados en Tucumán por el comité nacional de la UCRP: Juan José López Aguirre, Francisco Rabanal y Juan S. Palmero, El principal escollo del candidato radical del Pueblo fue la acusación de comunizante que pesaba sobre él: por lo menos, fue el pretexto esgrimido por los democristianos para negarle su respaldo en el Colegio Electoral. Barbieri,
ex militante socialista quedó fuera de ese partido junto con el sector que encabezaba Esteban Rey. Desde entonces no actuaba en política.
Además, habría jugado otro hecho: el presidente de UCRP tucumana, Pisariello, estaba considerado como contrario a Barbieri. Esto explica que los electores de UCRP hayan sostenido transitoriamente a otro candidato (Imbaud, democristiano) y que el doctor Arturo Illía felicitara telefónicamente a Barbieri, luego de su proclamación (es el único gobernador a quien llamó, y su actitud respondería a la necesidad de limar aristas).

Las piezas en el tablero
Cuatro candidatos aspiraron a la gobernación de Tucumán: Celestino Gelsi, que obtuvo la mayoría de sufragios en la elección del 7 de julio; Carlos Imbaud, interventor de la provincia por 46 días; Barbieri, figura extrapartidaria de UCRP; y Enrique Ríspoli Román, fundador de Justicia Social, una agrupación formada sobre la base de las deterioradas estructuras del Partido Blanco, de tesitura neoperonista.
Imbaud fue el primero en promover un gobierno de coalición en torno de sí, aunque sin éxito. Los diez electores de UCRP, en principio, se habían juramentado sostener a Barbieri "hasta las últimas consecuencias". Justicia Social negoció con éste y Gelsi; Bandera Blanca osciló entre Imbaud y Barbieri. Gelsi, en cambio, era mala palabra para democristianos, "nouguesistas" y hombres de UCRP. Sin embargo, el ex gobernador libró con éxito las batallas iniciales: la primera fue la elección del doctor Hugo Fabio (UCRI) como presidente de la Cámara de Diputados.
La segunda, la entrega de la presidencia del Senado y la vicegobernación de la provincia al señor Jorge A. Fiad, de Justicia Social; la tercera, la más fácil, su propia consagración y la del doctor Ríspoli Román como senadores nacionales. Tales triunfos se lograron mediante la conjunción UCRI-Justicia Social y el apoyo parcial de UDELPA y UCRP. El 31 de agosto iba a darse la batalla definitiva. Y se dio, con cambios en las posiciones anotadas.

Binoculares y señas
A las 10 de la mañana, los 60 electores estaban reunidos en el recinto
de la Legislatura, además del público y más de un centenar de efectivos de la policía y bomberos. Todo hacía prever la proclamación de Gelsi como gobernador. Su "jefe de operaciones", el diputado Carlos Javier Aguirre, distribuyó sus adherentes: llevaba en el bolsillo el plan de ataque, que preveía 22 jugadas, una de las cuales era la división de los votos de la UCRI para que Barbieri y Gelsi resultaran los más votados.
Entonces comenzó el proceso de las diez horas:
• La primera votación sorprende: empatan Gelsi e Imbaud (18 votos cada uno). Justicia Social, aliada de Gelsi, se inclina por su candidato, y Bandera Blanca suma sus 7 electores a los 11 de la Democracia Cristiana. Barbieri logra 13 sufragios (9 propios —uno votó a Gelsi—, 3 de UDELPA y uno de la Unión de Jubilados.
• La UCRI tiene que cambiar sobre la marcha su táctica al avizorar que la defección de Justicia Social deja a Gelsi sin posibilidades y que tampoco puede esperarse ganar los 13 electores logrados por Barbieri, puesto que éstos deciden apoyar a Imbaud, imbuidos de un voceado "antigelsisrno". La UCRI halla la táctica requerida: impedir la segunda votación.
• Entonces se inicia un duelo de gritos y ademanes airados. El presidente del Colegio Electoral, señor José Arturo Pinto (UCRI), casi pierde su sitial, y en medio del tumulto, el señor Lea Place (Bandera Blanca) pretende haber sido ungido nuevo presidente. Se aproxima para ocupar el lugar del titular y desató una lucha cuerno a cuerpo, un remolino de golpes (dos electoras se agreden, inclusive), proyectiles y gases lacrimógenos, en mitad del cual algunos electores insisten en votar.
• En el fragor de la lucha, el diputado ucrista Aguirre aguarda; sus corifeos, distribuidos en la sala, espían a los electores de UCRP para saber cómo están votando: algunos, con pequeños binoculares, exploran los pupitres y siguen los movimientos de las manos que llenan las cédulas. Como en un film, se cambian señales convenidas: los radicales del Pueblo sufragan por Imbaud. Aguirre necesita saber si se producirá un nuevo empate, pues en tal caso el problema será trasladado a la Legislatura, donde triunfará Gelsi. Una electora de UDELPA, que había reiterado su negativa a respaldar a Imbaud, cambia de idea y esfuma el posible empate. Aguirre, que está a punto de ordenar la segunda votación, comprende que la suerte está echada. Una segunda batahola y más gases dejan vacío el recinto en pocos minutos: la segunda votación ha quedado interrumpida.
• En la escuela Sarmiento, contigua a la Legislatura, los electores de UCRP tratan de convencer a los democristianos para que reúnan sus electores y elijan a Imbaud. Entre ambos totalizan los 31 votos exigidos para designar gobernador. Los democristianos dan razones dilatorias y no confiesan la verdad: uno de sus electores los ha abandonado, sin dar explicaciones, rumbo a Buenos Aires.

"levántate y anda"
Mientras tanto, el profesor Barbieri, convencido de su derrota, descansaba en su casa de Marcos Paz, a tres kilómetros de la capital. Sonó el teléfono y él mismo atendió: "Lázaro, voy a hacerte gobernador, pero tenés que venir en seguida, porque tus electores te están traicionando". Barbieri no reconoció la voz de Gelsi y se hizo repetir el mensaje. Por fin acudió al llamado: sus electores lo vieron llegar, azorados, y aguantaron un chaparrón de recriminaciones.
"Voten por mí; ya tenemos trece, más dieciocho de Gelsi, son los treinta y uno que hacen falta". Sólo después de tan simple aritmética los electores entendieron y creyeron en la afirmación telefónica del candidato ucrista. Eran las ocho de la noche cuando se reanudó la sesión.
Una carta de Gelsi anunció que renunciaba a su candidatura. Hubo protestad de los democristianos y los nouguesistas: "No puede retirarla". Sin embargo, se realizó la segunda votación; antes abandonaron el recinto 29 electores, los que se oponían a que dicha votación se realizara. Quedaron 31, la cifra crucial, febrilmente perseguida. Y éstos proclamaron al profesor Barbieri: 14 de UCRI, 10 de UCRP, 5 de UDELPA, uno del Frente Movimiento Nacional y uno de la Unión Jubilados. La pugna electoral abierta el 7 de julio quedaba cerrada en todo el país.
10 de setiembre de 1963
PRIMERA PLANA

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