CANTANTES
La vigencia de Estela Raval

Estela Raval
Una mujer madura, máxime si es tierna y conserva belleza física, es de por sí un territorio tan atrayente como respetable. Si a la mujer se le suma una tarde llena de sol —en pleno invierno—, observada con ella desde un balcón en Libertador frente a los parques de Palermo, y si además de cantante con veinte años de éxito popular se muestra, sobre todas las cosas, franca, es difícil que cierto sortilegio no impida un análisis objetivo —periodístico— de sus reales dotes artísticas.
Es que, además, Estela Raval (43; en realidad, Palma Nicolina Ravallo) es una cantante "para mayorías", y es muy difícil que un artista encuadrado en esas características posea un nivel que conforme a los críticos más ortodoxos y, a la vez (salvo casos excepcionales, claro) guste a todos los sectores. Esa especie de asamblea popular, generalmente inexplicable, es la venta masiva de discos, ha lanzado su nombre en los últimos 15 días, de un centésimo a un noveno lugar en los rankings de venta, con Cuando te encuentras solo, tema de su amigo Horacio Guarany.

UNA SEÑORA MIMOSA
"Me parece que mi trayectoria artística es más o menos conocida por el público, me gustaría una nota sobre mi vida privada y familiar." Con estas palabras, el lunes pasado, la cantante en cierta manera condicionó a Panorama para una charla poco formal. Pero —problemas de la sinceridad...— poco es lo que de su vida privada pudo hablarse: "Mi vida es tan simple que tengo todas cosas lindas y comunes para contar, nada triste. Mis hijos siempre han tenido a sus padres, estoy enamorada de mi marido, no sé, soy feliz..."
Cuando se le pide que nombre 10 palabras al azar, espontáneamente, dice que la propuesta le encanta y enumera: hijo-música-lluvia-vida-libro-rosa ("roja si se puede") mimos-personalidad-niños ("que no es hijos, eh") y argentina. Luego, al repasar las palabras, se sorprende de que entre ellas no figure por ejemplo "casa", que no haya nombre personales (del marido, los hijos). Y, entonces, sentencia: "Claro, soy tan romántica que a veces me alejo de las cosas cercanas y de las materiales".
Finalmente, hace hincapié en la palabra mimos: "Soy muy mimosa, pero no mimosa tipo gato, sino tipo perro —¡me encantan, tengo una chihuahua!— que son más leales y parecen humanos".

CANTAR CON TODO EL CUERPO
La ganadora del Martín Fierro 1973 por Mejor Cantante Femenina de la temporada, interrogada sobre cuáles creen que son las razones de su permanencia en el gusto popular, responde que "para que una cantante guste debe ser muy mujer; es decir, debe interpretar cada tema con todo el cuerpo puesto en él". Asimismo, consultada sobre qué opina específicamente de sus dotes artísticas, la respuesta es indudablemente ambiciosa: "Me considero una buena cantante. Y si alguien me dijera que soy la mejor de Argentina, lo admitiría y me desviviría por demostrarlo".
Impresionada por el espectáculo Las Mil y Una Nachas ("lo mejor que he visto en Argentina en materia de café-concert y Music-hall") —hecho que sorprende por las distancias existente entre Nacha Guevara y ella— resume así su cantante ideal: voz de la Streisand, talento de la Minnelli, personalidad de Sinatra, musicalidad de los Beatles; y entre nosotros, simpatía de Guarany, presencia de Alberto Cortez y la Negra Sosa.

ESTE ES MI MUNDO
Estela Raval admite estar alejada de las problemáticas actuales. Estas son, al paso, algunas de sus opiniones: "A Perón lo amo, tanto me duele su muerte que ni siquiera puedo pensar en un reemplazante. Sobre los hippies, considero que no hay que considerarlos parásitos, pues muchos dieron importantes aportes. Creo que habría que legalizar el aborto, para que esté en manos de cirujanos honestos y responsables". Finalmente, sobre el tema del feminismo: "No. Igualdad total no, alguien debe cuidar a los chicos y es mejor que sea la mujer".
La cantante, figura casi mítica de Los Cinco Latinos y la "única mujer que grabó tres long-plays con el Trío Los Panchos", ha desplegado sus dotes en escenarios tan importantes como el Olympia de París, Savoy de Londres, Ed Sullivan Show de la TV de Nueva York, Florida Park de Madrid y Cuevas del Rey de Beirut. "Y ahora —primicia—, a partir del próximo verano empezaré a hacer café-concert en Mar del Plata".
Finalmente, la ex Lady Troner — nombre artístico de su infancia— y Mejor Cantante Argentina de Jazz 1954 (premio otorgado por periodistas especializados), cerró la nota insistiendo —cosa legítima— con el tema de su felicidad familiar junto a su esposo Ricardo Romero —ex cantante de Los Cinco Latinos, y ahora su agente artístico— y los hijos: Mónica Diana (18), Ricardo (10) y Hernán Alejandro (8). "En casa —confesó— soy muy suave y tolerante, pero también soy quien pone el punto final en cualquier discusión. Qué lindo es ser fuerte sin ser autoritaria."
Revista Panorama
13.08.1974
Estela Raval

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