En los tiempos que corren, hablar, en nuestro
país, de arte popular, resulta bastante insólito. Siempre se ha
pensado que para comprender una expresión artística cualquiera, era
necesario dominar ciertos postulados accesibles solamente a aquellos
que tuvieron el privilegio previo de asimilar una cultura
—generalmente llegada de Europa— que permitiera discernir estilos e
interpretar mensajes. Así es que, por ejemplo, difícil es
encontrar un obrero, un trabajador, visitando el museo de Bellas
Artes o las galerías artísticas del centro de Buenos Aires. Las
obras que allí se encuentran tienen poco que ver con la
idiosincrasia de las clases bajas, y los precios a que se venden son
francamente inaccesibles a los bolsillos de las mayorías. Resulta
hasta risible suponer que en la casa de una familia que vive con "1
mínimo, vital y móvil" pueda encontrarse un Rubens, un Rembrandt o
un Dalí. Debido a eso, hoy un conjunto de jóvenes, mujeres y
varones —-nucleados bajo el rótulo de Grupo Octubre— se empeñaron en
una tarea que ellos definen de la siguiente manera:
—Nuestra
intención es fracturar el divorcio que existe entre el artista y el
pueblo. Nuestros artistas, ya sea porque les importa poco "lo
popular", ya sea porque no tienen conciencia del papel que
representan en nuestra sociedad, se encuentran marginados de la
realidad nacional. Piensan en términos europeos o norteamericanos, y
cobran en dólares. Nuestra intención es instaurar un arte que no
solo se identifique con los sentimientos de los pueblos argentino y
americano, sino que también sea económicamente accesible al bolsillo
del trabajador. Para eso, organizaron su primera Jornada de Arte
Popular, en la parroquia de San Francisco Solano —Zelada al 4700—,
en cuyas instalaciones presentan una muestra de pintura, grabado,
dibujo, poesía, fotografía y cerámica, y proyectan películas,
audiovisuales y cortos que tienen —todos— hondo sentido social.
La parroquia San Francisco Solano, está a cargo del padre Vemazza,
un sacerdote tercermundista que tiempo atrás debió presenciar cómo
la policía se llevaba presos a todos sus feligreses, a la salida de
una misa en memoria de Carlos Alberto Ramus y Fernando Luis Abal
Medina, los dos montoneros muertos en Willlam Morris. El Grupo
Octubre cuenta con la colaboración gratuita de artistas de ganado
prestigio en el ámbito nacional y extranjero. Tal el caso del mimo
Norman Briski, que actuó gratis en las funciones de la semana
pasada. O el de Carpani, viejo y conocido dibujante que donó al
grupo un dibujo inédito de Eva Perón para que "hagan con él lo que
quieran". Con la donación, el grupo imprimió posters que, como los
citados, se venden a veinte pesos de los viejos.
JORNADAS
POPULARES —Esta es la primera vez que veo cosas tan baratas
—comentó un vecino del barrio de Villa Luro, mientras observaba los
precios de las cerámicas, en la exposición. Tenía razón. Un plato
de cerámica, que en cualquier galería porteña cuesta cinco o seis
mil pesos, se lo encuentra allí por sólo mil nacionales. A lo
largo de la muestra se pueden observar obras de todo calibre y tipo:
juegos de cerámica, platos con leyendas del caudillo oriental
Gervasio de Artigas o de Túpac Amaru, el indio rebelde descuartizado
por los españoles, fotos que exhiben en rostros criollos y sufridos,
la pauperizada condición de muchas regiones del país. Un dibujo de
tres hombres aguerridos y fuertes, rezaba en su parte superior:
"Patria si, colonia no". Otros, como la serie que presentó el pintor
jujeño Guadalupe Aparicio, son de profunda raigambre nacional y
tienen un definido estilo artístico: "La Cabeza de Chacho Peñaloza",
u otros óleos, donde se aprecian, entre rasgos sencillos pero
elocuentes, la indigencia social del hombre del interior. También
se venden, a solo veinte pesos veteranos, pequeños posters con
poemas de Guillén, Sarandy Cabrera y Agualá, poetas que "se
identifican —dijeron los del grupo— con los sentimientos del hombre
americano". La primera jornada del Grupo Octubre —viernes, sábado
y domingo pasados-tuvo un éxito grande. En el salón de actos de la
parroquia, con capacidad para unas ciento veinte personas,
estuvieron presentes, el sábado solamente, unas ciento ochenta, para
divertirse con las morisquetas de Norman Briski y ver —en un corto
metraje— la tragedia del pueblo santiagueño, uno de los más
olvidados del país. Antes de actuar, Briski hizo una aclaración
que no habría podido ni siquiera esbozar en sus escenarios
naturales. —Mi presencia aquí se debe a que yo, como artista, me
siento frustrado trabajando en televisión y en cine. Allí me siento
usado —dijo el mimo—, me encajan un libreto que sirve para que
una selecta minoría te divierta y me pagan por eso. Y yo trabajo así
porque me pagan, simplemente. Pero eso no me alcanza, pues si me
frustro como artista, me frustro como hombre. Entiendo, finalizó,
que este rato que estoy con ustedes me ayuda a ser más yo mismo, a
identificarme más con el pueblo, a ser un poco menos el material de
consumo que somos los artistas en esta sociedad de consumo.
—Briski se portó magníficamente bien con nosotros —dijo Fito
Infante, que hace cine con el grupo—. Y ahora formará un grupo de
teatro para trabajar con nosotros. Hoy y mañana, serán los
últimos dos días de las jornadas. El pintor Guadalupe Aparicio dio
ayer una conferencia sobre "Arte Nacional y Penetración Cultural",
donde explicó, entre otras cosas, la forma en que "trabajan" las
galerías de arte en Buenos Aires. En cine, se proyectará hoy un
corto sobre el norte argentino y la película "Prisioneros de la
tierra", una de las producciones más impresionantes sobre una
Argentina cuya verdadera realidad social muchos aún no conocen. La
entrada a la exposición es gratuita, no así en cine, que cuesta S
100 viejos. En adelante, el Grupo Octubre, tiene programado realizar
jornadas similares en sindicatos, barrios y otras parroquias, y
viajar también al interior del país: —Hay que terminar con el
arte colonial —dicen, a coro, sus integrantes.
Revista Así
19.12-1970 Un aporte de Héctor Álvarez
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El Grupo Octubre
cuenta con la colaboración gratuita de artistas de
ganado prestigio en el ámbito nacional y extranjero. Tal
el caso del mimo Norman Briski, que actuó gratis en las
funciones de la semana pasada. O el de Carpani, viejo y
conocido dibujante que donó al grupo un dibujo inédito
de Eva Perón para que "hagan con él lo que quieran".
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