Harrods: El mundo en una manzana

Todas las grandes capitales cuentan por lo menos con una. Ya es mítica la fascinación que ejercen —sobre los turistas especialmente— los nombres de Selfridges y Harrods, en Londres, Bloomindale's y Macy's, en Nueva York, Au Printemps y Galleries Lafayette, en París, La Puerta de Hierro, en México, y La Rinascente, en Milán. Estas son sólo algunas de las grandes tiendas que reúnen bajo un solo techo la mayoría de las apetencias consumidoras


Harrod's
Es importante reconocer que, en los últimos años, la mayoría de ellas ha sufrido drásticas trasformaciones: los espacios antes inmensos e ininterrumpidos dieron lugar a una profusión de pequeñas bou tiques, injertadas al amparo del generoso sitio existente. Sin perder por eso sus condiciones especiales. los 'grands magazins' siguen atrayendo un público ávido de novedades.
No es casual que la mayoría de estas empresas haya confiado sus planes de reestructuración a una conocida firma de asesores con asiento en Nueva York: Copeland, Novak e Israel, responsables del remozamiento de Macy's y La Rinascente, entre otras. Era previsible, entonces, que el nuevo grupo empresario que asumió a fines de agosto de 1970 la dirección de Harrods, en Buenos Aires, contratara los servicios de dicha firma para la modernización total de sus 30 mil metros cubiertos. La primera etapa —mil seiscientos metros en la planta baja— fue recientemente inaugurada. Se han agregado diez prestigiosas boutiques internacionales: Pringle of Scotland, Aquascutum, Brigg y Church, de Londres, y Balmain, Givenchy, Hermes, Lanvin y Porthault, de París, y Vetmas, de Buenos Aires, a las que se sumarán otros cuatro nombres igualmente famosos.

DE TODO COMO EN BOTICA. "Esto no es más que el principio de un proceso de recuperación de una clientela con poder adquisitivo de mediano para arriba", especificó a Panorama Juan del Azar, director general del nuevo Harrods. "Por suerte, la mayoría de estos nombres se pudieron reunir gracias a contactos personales con los directivos de cada una de las firmas europeas". "Por otra parte, agregó, en julio de este año quedará terminado el departamento de cosmética, que contará con los mejores productos internacionales". Para ese entonces quedará listo también el Gourmet department, con salida a Paraguay, una sección que albergará exquisiteces y productos de rotisería —a disposición del público todos los sábados—. También para esa fecha se habilitará la bodega, provista de los mejores vinos nacionales e importados, y la reinauguración del tradicional restaurante y salón de té, esta vez con el agregado de un English Pub y un bar, encaramados en el tercer piso.
En su afán por no descuidar ningún sector, Harrods contará —durante este año— con dos departamentos para gente joven: el Prep Shop con salida directa a San Martín y Córdoba —la 'rive gauche' de Buenos Aires— y el otro, en el tercer piso, provisto de ropa muy de avanzada, que se llamará Utopía, destinado especialmente a cubrir el 'gap' generacional que tiene la casa.
En noviembre se habilitará también el departamento de artículos deportivos, completo, con jaula de golf a cargo de un golfista de renombre mundial, además de la juguetería y el primer piso, totalmente modificado, con secciones especiales de alta costura y peletería. Allí, posiblemente se alcanzará el 40 % de las ventas totales que se estiman en 800 dólares anuales por metro cuadrado. Cifra que permitirá amortizar la compra del edificio, que insumió alrededor de 8 millones de dólares.
Las ventas han aumentado en un 40 por ciento respecto al año pasado; después de la inauguración de las boutiques se produjo un nuevo aumento, esta vez del 50 %. Queda demostrado que una pequeña cantidad de mercancías importadas, que tienen cierto público, genera una corriente humana que multiplica las ventas de la producción nacional. Que también será puesta rigurosamente al día, para no desentonar con los artículos importados.
"Por ahora, Harrods está trabajando con confeccionistas contratados especialmente, muy 'á la page', para lograr que en el futuro puedan trabajar sobre diseños y telas exclusivas", reflexiona Del Azar. "Fundamentalmente, saber que en Harrods se puede comprar algo distinto en cualquiera de sus numerosos departamentos, desde un vestido de Lanvin hasta un poncho de Catamarca". Para hacer cierto el aforismo de Lampedusa: "Algo debe cambiar para que todo siga igual".
Irene Hirsch
Revista Panorama
25.05.1971
Harrod's

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