MARIA CONCEPCION CESAR CONFIA SECRETOS DE SU ENVIDIABLE VIGENCIA
COMO SER SEXY A LOS CUARENTA Y TANTOS
¿Es cierto que realiza agotadoras sesiones de gimnasia y no prueba manjares por nada del mundo? Luego de una función de su último espectáculo de café-concert, la ondulante diva respondió a ese y otros interrogantes que le formuló Siete Días
María Concepción César
Con su amplia, seductora sonrisa y las sensuales piruetas de su cuerpo, en la noche del viernes 8 María Concepción César inauguró su nuevo espectáculo de café-concert en el escenario del porteño Alvear Music Hall. Se trata de Deliciosamente María, un show musical donde la ondulante diva desgrana catorce canciones románticas y —sobre todo— demuestra una vez más que, para su inquietante anatomía, los años pasan en vano. Realidad que Siete Días tuvo oportunidad de verificar, la semana pasada, durante los noventa minutos que insume el espectáculo: un pimentoso entretenimiento en el cual —según MCC— no se apela a recursos burdos para atraer la atención del público. "Mirá, en este espectáculo hago una cosa nueva, distinta del anterior show (Puro Sexo). Ahora no utilizo ningún resorte raro. ¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que no empleo malas palabras y no recurro a golpes bajos, como escenas rayanas en lo pornográfico. Nada de fáciles atractivos. Intento atrapar al público con mi simpatía, mi charla, mis canciones y, claro, mi cuerpo. Les cuento mi vida, mis alegrías y mis sufrimientos. Sintéticamente, lo que hago es relatar mi vida: las experiencias (artísticas, por supuesto) de una chica porteña, nacida en Floresta que, para triunfar, tuvo que luchar mucho".
—¿Les mencionás también cuáles son los secretos para mantener intacto el sex appeal pese al trascurso del tiempo?
— Me causa mucha gracia que me hagas esa pregunta. ¿Sabés por qué?
—No.
—Porque todo el mundo está intrigado al respecto. Pero quiero aclararte, también, que me hace muy bien que me formulen esa pregunta porque es señal de que la gente me ve linda, agradable.. . ¿Pero querés que te diga en realidad cuál es el secreto? Mirá, el misterio radica en las ganas de vivir, en la fe que uno tiene.
—¿Solamente en eso?
—Te aseguro que sí.
—Sin embargo, se comenta que te pasás el día haciendo gimnasia y ajustás tu dieta a un régimen casi monacal...
—Sí, eso sería lo normal. Pero yo no podría hacer gimnasia: no puedo con mi genio, soy muy vaga para tener la constancia de hacer ejercicios. Y con respecto al supuesto régimen, ¡ni hablar!. Con lo ricos que son los tallarines, la cima rellena, las papas fritas... ¿Te parece que podría vivir con verdurita?
—Lo que me parece es que no querés que se conozca tu receta.
—No, no, no. Estás equivocado. Aquí, entre nosotros, te diré que el único secreto es que soy una privilegiada: no tengo el físico ideal, pero...
—Pero...
—Pero a la gente le gusto. Y eso es lindo porque me permite comunicarme con el público. Con el atractivo de mi cuerpo hago que todos se fijen en mí, y así puedo expresar lo que siento.
—¿Y qué pasará cuando tu cuerpo no sea más atractivo?
—No pasará porque, para mí, los años no corren.
—¿Cuántos años tenés?
—Adiviná...
—Cuarenta y ...
Revista Siete Días Ilustrados
18/11/1974

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