Caras y Caretas
ANTE LA GRAN LUCHA DEMOCRATICA QUE SE APROXIMA

El Dr. Pablo Torello
Presidente de la Unión Cívica Radical (Irigoyenista), anuncia el triunfo rotundo de esa organización.
Dr. Pablo Torello

VER al presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (Irigoyenista) es fácil. Hablar con él, también. No hay más que ir a su estudio de la calle 25 de Mayo, asiduamente visitado a diario por gran número de correligionarios. Por riguroso turno, el doctor Pablo Torello atiende a cuantos van a verle, mediante un sistema expeditivo, pero que, utilizado con el tacto y la gentileza con que lo hace él, resulta muy cómodo para todos: se dirige en un momento dado a la antesala, se detiene, uno por uno, frente a todos los que le aguardan, y resuelve rápidamente todas las cuestiones que se le someten. Por esa misma razón, conversar tranquilamente con él es ya difícil... y someterle a un reportaje periodístico, mucho más difícil todavía...
Sin embargo, al nombre de "Caras y Caretas" se ha desarrugado el ceño que la sola mención de la palabra interviú había hecho repercutir, como un eco, en la frente de mi entrevistado. Y, aunque sosteniendo siempre que nada o muy poco tiene que decir — última concesión a su mutismo en retirada, — el doctor Torello se apresta por fin, serio aún al principio, sonriente después, a contestar a mis preguntas. Pocas y discretas, por otra parte, porque de sobra conozco la mesurada reserva del prestigioso ministro de Obras Públicas del doctor Irigoyen.
— ¿En qué forma se prepara el comité que preside para la próxima campaña electoral?
— A decir verdad, en ninguna. Por lo menos, en ninguna especial. Y esto, por una razón muy sencilla la Unión Cívica Radical es un partido orgánico y permanente, vale decir, con orientaciones definidas y con una estructura completa. No es un partido adventicio, que surge al azar de los comicios o de las combinaciones momentáneas. No tienen, ni sus dirigentes ni sus afiliados, que preocuparse por su organización ni por su marcha. Tiene su carta orgánica nacional y sus cartas orgánicas provinciales, que en conjunto ofrecen el hermoso espectáculo de un mecanismo dotado de múltiples pero armónicas piezas dentro de una unidad fundamental, tal como el del sistema federativo que rige al país mismo.
"En esas condiciones, el Comité Nacional, si bien da las directivas generales al partido y se preocupa también de mantener incólume la ideología y la disciplina, es decir, la doctrina y la acción, no tiene ingerencia directa en el funcionamiento de las instituciones partidarias de orden local. La Unión Cívica Radical realiza, entonces, incesante e infatigablemente, su misión popular y de gobierno, y no precisa estímulos ni medidas especiales en vísperas de elecciones. Todos, desde el más alto al más modesto afiliado, saben cuál es su deber y lo cumplen sin vacilar. El partido no se prepara: está siempre preparado. Llegan, eso sí, de continuo al Comité Nacional las expresiones del entusiasmo y la voluntad popular, en mil distintas formas. A diario se abren nuevos comités y subcomités en todo el país. Las nuevas adhesiones se suman por millares a las que ya forman nuestras filas. Asistimos a una verdadera eclosión popular, si quiere que le dé la verdadera palabra, Y esto es todo. ¿Le parece poco?
—¡De ningún modo! ¿Así, que usted considera que el triunfo del partido. . .?
—Está plenamente asegurado, y creo que nadie lo duda. La fórmula que consagre la convención del partido ha de resultar triunfante en el colegio electoral por un número de electores más que suficiente.
— ¿Tiene alguna observación particular que hacer con respecto a cualquiera de los distritos?
—Sí. Tendría que hablarle de Santa Fe, pero no se si "Caras y Caretas" querrá publicar mis opiniones al respecto
—¡Cómo no! Puesto que lo dice usted, y no tememos que lo que usted diga no pueda ser leído por nuestro público —- le aseguro, sonriendo.
—Diga, entonces, que tenemos plena confianza en el entusiasta y valiente electorado santafecino, a pesar de la situación de fuerza que se le ha creado en esa provincia, donde toda la policía, desde el más alto funcionario al último agente, parece haber sido puesta al solo objeto de impedir nuestro legítimo e inevitable triunfo.
— ¿Cree usted en la posibilidad de sorpresas?
—Sorpresas para los que ven esto desde afuera, pero no para quienes conocemos a fondo nuestro partido y el arraigo popular que tiene. De esas, puede anotarse dos: la indubitable victoria en Entre Ríos, donde el elemento independiente se ha incorporado en masa a nuestras filas; esta será la primera provincia reconquistada por el Radicalismo tradicional,
—¿Y la otra?
—Mendosa dará al partido uno de sus más brillantes galones,
—¿Y las restantes provincias?
— Ya le he dicho bastante* Por lo demás, en cuanto a las restantes provincias, ustedes y todos saben tan bien como yo cuáles son las netamente radicales; de modo que tome un lápiz y vaya sumando electores...
Y no es posible arrancar una palabra más al doctor Torello. Bien es cierto que — tiene razón — me ha hecho ya declaraciones de excepcional interés en estos momentos. No me resta sino agradecerle y ceder mi turno. Es lo que hago.
CONRADO E. EGGERS-LECOU R
revista Caras y Caretas
4/2/1928

 

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