-El Frente como aventura, por Hipólito Solari Yrigoyen
-El hombre que le dio el tono a Aramburu
-Ucristas, una convención a la moda: Acción psicológica, planteos, crisis
-La acción psicológica de Alende y una historia sobre cacerolas

   
Frentismo
La acción psicológica de Alende y una historia sobre cacerolas


La UCRI frentista (para la cual, un caso de división, se insinuaron ya las posibles denominaciones de UCRI auténtica y UCRI azul) ha aceptado sin discusión la fórmula presidencial propuesta por la Unión Popular, pero se prepara a dar la batalla en el terreno de las candidaturas a gobernadores. Sus dirigentes entienden que el radicalismo intransigente hizo ya un sacrificio considerable al aceptar un candidato presidencial conservador popular, y que el resto de los partidos frentistas tienen que comprender que "no se puede estirar más el hilo" porque se corre el riesgo de que los aliados y simpatizantes ucristas reaccionen contra la misma idea del Frente.
Por de pronto, la UCRI frentista convocó al plenario del Comité Nacional, que en momentos de aparecer esta edición se debe ya haber reunido, hora radical mediante. De ese plenario se estimaba que podía salir la nueva mesa del Comité Nacional, la cual, al ser desacatada por el alendismo, formalizaría la división del partido. Alende, a la vez, citaría también, paralelamente, al plenario. Y ambos organismos paralelos podrían, curiosamente, contar con quórum propio: en el plenario, según la Carta Orgánica, el quórum no se hace con la mitad más uno de los miembros, sino, simplemente, reuniendo a 20 de ellos sobre el total de 92. Las estructuras partidarias sin embargo, responderán en general al Comité Nacional frentista: la UCRI tiene organización federal y las mesas directivas de casi todos los comités provinciales respaldan la línea de Frondizi. Esos comités provinciales permitirán recomponer, desde las estructuras locales, la armazón partidaria en el orden nacional.
La primera batalla importante que dará la UCRI en el debate sobre candidaturas será por la provincia de Buenos Aires. La UCRI tiene allí un candidato a gobernador proclamado (Julio Oyhanarte) y un candidato a vicegobernador que será obviamente reemplazado por la estructura frentista (Manes) por haberse pronunciado contra el Frente y contra Frondizi en una conferencia de prensa y haber respaldado al alendismo en la Convención. La UCRI, entonces, reclamará que se respete como candidato a gobernador al frentista Oyhanarte y ofrecerá a los otros partidos aliados la candidatura a la vicegobernación. La Unión Popular, previsiblemente, intentará repetir el esquema nacional y forzar a la UCRI para que acepte un extrapartidario para gobernador (quizá Güiraldes) a cambio del segundo término. Ese será, por de pronto, el tema de la discusión que se abrirá entre Gómez Machado, como vocero de la UCRI, y Tecera del Franco, como representante de la Unión Popular. La UCRI, además, tratará de defender a sus candidatos en distritos claves como Córdoba (Vaca Narvaja). En Mendoza, los combatientes presionan para que Alfredo Vítolo sea el candidato a gobernador.
La batalla entre ucristas frentistas y ucristas alendistas se desarrolla, por lo demás, en un inusitado clima de acción psicológica. El alendismo lleva ampliamente la iniciativa en ese terreno y difunde los siguientes rumores:
• Habrá veto militar a Solano Lima. Durante la Convención, se llegó a decir, por ejemplo: "Ahora Alende está hablando por teléfono con Lanusse: Campo de Mayo se opone a la fórmula del Frente".
• Habrá indicaciones desde Madrid, a último momento, en favor del voto en blanco (o del voto por Sueldo) y la UCRI "se quedará pagando".
• De todos modos, los peronistas no van a votar por Solano Lima.
Como esos rumores tendían a ser contradictorios entre sí, un ex asesor de Alende, pasado al frentismo, recordó a propósito de ellos un viejo chiste del escritor judío Scholem Aleijem: una mujer protesta ante su vecina porque le devolvió averiada la cacerola que le había prestado. La acusada se defiende: "En primer lugar, te devolví la cacerola sana; en segundo lugar, ya estaba rota y en tercero, no fue a mí a quien le prestaste la cacerola".

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Cálculos
Aritmética política: Números para julio

La pasada fue una semana de febril actividad matemática en los comandos de las distintas candidaturas que se han de enfrentar el 7 de julio.
La mayoría de los observadores admiten que sólo un partido y dos coaliciones —UCRP, fórmula Illía-Perette; Frente Nacional Popular, fórmula Solano Lima-Sylvestre Begnis; y aramburismo (UDELPA, Unión Nacional y Partido Demócrata Progresista), fórmula Aramburu-Thedy— tienen serias posibilidades de pasar con éxito a través de les alambiques del Colegio Electoral.
Pero, de todos modos, en cada escritorio de dirigentes, en cada local partidario, desde las casas de dos o tres pisos hasta los modestos "garajes", en cada uno de los alrededores de tres mil comités políticos que funcionan en Buenos Aires, se hacen ahora febriles cálculos: la representación proporcional, tal como "La Prensa" explicó con minuciosidad en un editorial de su edición del pasado jueves 6, permitirá a todos los grupos electorales, aun a los más pequeños, aspirar esta vez a representaciones legislativas que con el régimen de lista resultaban inalcanzables.
Lo que sigue es una recopilación de los cálculos más verosímiles emanados de los distintos sectores en pugna:
• Muchos estrategos demócratas cristianos admiten que el partido ha perdido considerable parte del electorado católico de la alta clase media, pero suponen que, en cambio, la táctica sueldista le ha valido el aporte de sectores de la baja clase media y de la clase obrera. En cifras, las especulaciones democristianas van del medio millón al millón de votos.
• Por su parte, fuentes socialistas democráticas confían en que su fórmula extrapartidaria (Orgaz-Fitte) les hará superar el medio millón de votos en todo el país ("La clase media laicista nos apoyará en masa", murmuran). Confían también en obtener la primera mayoría en su baluarte de Mar del Plata.
• Los conservadores de la Federación no dan cifras "hasta el 8 de julio", pero les gusta hablar de distritos: "Por lo menos la mayoría en San Luis y en Mendoza es para el conservadorismo", opinan.
• Los estadígrafos de UDELPA, por su parte, han hecho la siguiente estimación, cuyo detalle hizo trascender "Correo de la Tarde", pero cuidándose de ponerlo en boca de otro: Alende podrá conseguir 1.400.000 votos, Illía también 1.400.000, Aramburu 3.200.000, un hipotético Frente sin UCRI 2.800.000, la Democracia Progresista junta con la Federación de Partidos de Centro y el partido Socialista Democrático 1 millón 200 mil. Los demás partidos se repartirán 1.800.000 votos.
En cambio, en un escritorio ubicado en Maipú al 800, estudio de Vicente Solano Lima, se hacía la semana pasada un cálculo distinto. Según el ingeniero Miranda Gallino, el Frente logrará los 6.000.000 de votos necesarios para imponer su fórmula en el Colegio Electoral (téngase en cuenta que para conseguir el necesario 51 por ciento en el Colegio se necesita, dentro del sistema D'hont, el 61 por ciento de los votos). El cálculo era el siguiente: los justicialistas aportarían 4.000.000, UCRI 1.200.000, conservadores populares 600.000 y los social-cristianos 200.000 ("aunque éstos todavía pueden dar una agradable sorpresa"). Además, más generosos que los aramburistas, le otorgaban a la UCRP 1.600.000 votos y a Aramburu 1.000.000.
• Si bien los técnicos que rodean al cordobés doctor Caeiro en las oficinas que sirven de cuartel supremo a la fórmula Illía - Perette, recién piensan tener los cálculos terminados para fines de esta semana, ya adelantan una posibilidad de 2.000.000 a 2.500.000 votos a conseguir por la UCRP. Un detalle interesante: en algún momento, en una reunión de la mesa directiva de la UCRP, su secretario, Arturo Mor Roig, expresó el temor de que 500.000 votos ucerrepeístas se manifiesten en las urnas en favor de Aramburu.
• Algo en lo que todos coinciden, inclusive los interesados, es que, en general, las izquierdas no alcanzarán muchos puntos. Según el federal Héctor Obligado, "el hombre argentino puede ser de izquierda en lo material, pero siempre será de derecha en lo espiritual". Algunos observadores opinan que en los próximos comicios "los partidos doctrinarios, ideológicos, quedarán casi descartados". Tal profecía alcanzaría a los democristianos.
• Lo curioso es que, sumando las cifras que cada agrupación política estimaba para sí en la pasada semana, las elecciones del 7 de julio deberían registrar 13 millones 400 mil votos. Sin embargo, hay sólo 11 millones de votantes y se calcula que, descontando votos en blanco y anulados, habrá sólo 10 millones de boletas válidas.

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Sin protocolo
El Frente como aventura
Por Hipólito Solari Yrigoyen *


El historial de su tramitación le ha impuesto al Frente el sello inconfundible de la aventura electoral. A menos de cuatro semanas de los comicios, por más esfuerzos que se hagan no se puede descubrir en la nueva versión empeorada y aumentada de la Unión Democrática ningún objetivo más profundo que el de intentar ganar la elección próxima. Esta afirmación descarnada y desprovista de artificios hará que algunos dirigentes frentistas se rasguen las vestiduras como prueba de la indignación que les provoca y que ensayen, al mismo tiempo, largas peroratas para exponer los argumentos "nacionales y populares" que fundamentan al Frente. Tales demostraciones, sin embargo, no podrán destruir lo que hasta el momento ha venido observando azorada la opinión pública.
De las cuatro fuerzas más representativas que en un principio se reunieron para constituir la alianza, a saber: Unión Popular, UCRI, Partido Conservador Popular y Partido Demócrata Cristiano, sólo este último hizo una cuestión primordial de lo programático y, como es público, no tardó en quedar eliminado de un proceso en el que lo ideológico, como se vio, quería evitarse a toda costa.
Hasta ayer, no más, la UCRI combatía al conservadorismo sin hacer distingos de fracciones, y sus dirigentes ensayaban incomprensibles dialécticas para justificar la incorporación de figuras conservadoras al gobierno. La UCRI del presidente Frondizi puso en 1959 fuera de la ley al justicialismo en un decreto refrendado por el ministro del Interior, doctor Alfredo Vítolo, en el que se daban instrucciones a los fiscales para que demandasen ante la Justicia la disolución y cancelación de las personerías de aquel partido en todo el país. Se dio entonces como fundamento de tal decisión "la abundante prueba acumulada por el Podar Ejecutivo y las declaraciones públicas de dirigentes, afiliados y entes directivos de los partidos justicialistas, sujetas a órdenes impartidas desde el extranjero". Y, en 1962, el doctor Frondizi anuló las elecciones en un procedimiento que no encuentra apoyo en ninguna norma constitucional, lo que no quita que ahora el ex presidente, desde su magnífico confinamiento,
invoque la Carta Magna para lanzar ataques a lo que sobrevino a su caída y que alcanzan, en buena medida, a muchos de sus correligionarios que continuaron y continúan en el gobierno.
También hasta ayer, no más, el justicialismo combatía a los conservadores, y con respecto a la UCRI, lloraba en persecuciones y cárceles el engendro de 1958, denunciando el pacto y criticando la orientación extranjerizante de su gobierno y la miseria en que éste había sumido al pueblo.
El conservadorismo popular, finalmente, es el que ha mantenido, desde su alejamiento del viejo tronco partidario, más coherencia y perseverancia para acercarse al peronismo a la espera sumisa de una orden que le permita el acceso al poder con los votos que no ha sabido ganar con la prédica de su doctrina y la exposición de sus ideas. Pero si ése ha sido el derrotero de esta agrupación en lo político, en la faz económica no se ha desdicho de su orientación conservadora, la que si bien puede sentirse reflejada por el gobierno de la UCRI, poco tiene en común con los principios que el justicialismo dice sostener.
En medio de tanto desacuerdo, no ha sido mayor la coincidencia en la aceptación de los candidatos, cuya designación les es ajena a los diversos grupos, y que no sale ya, ni siquiera, por el combatido sistema de los "acuerdos de dirigentes", sino lisa y llanamente por la voluntad omnímoda del jefe justicialista. Este ha señalado al doctor Vicente Solano Lima en medio de las protestas de quienes propician a) general Bengoa o al doctor Oscar Alende, candidatura esta que para un sector de la UCRI parecería ser un símbolo para rescatar al partido de lo que juzgan el máximo extravío a que los conduce el doctor Arturo Frondizi, con la públicamente acusada influencia de Rogelio Frigerio.
Todo esto y muchas menciones más del mismo calibre que se podrían hacer, constituyen verdades; verdades crudas, fuertes, reales y contundentes que se oponen a los rebuscados argumentos "nacionales y populares" que se intentan esbozar como justificativos de la llamada "vocación frentista" que no ofrece más signo visible que la aventura electoral.

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Colaboradores
El hombre que le dio el tono a Aramburu

Cuando la semana pasada, un periodista que se encontraba en el cuartel general del ingeniero Bernardo Loitegui, encargado de la promoción publicitaria de Pedro Eugenio Aramburu, sorprendió en los pasillos a Ángel Lagarrigue, uno de los más cotizados modistas argentinos, lo primero que se le ocurrió fue que en la astuta campaña publicitaria de UDELPA está incluido el diseño de uniformes. Como es lógico, estaba equivocado. La función de Lagarrigue dentro del equipo de Loitegui consiste simplemente en dar ideas y colaborar con su experiencia en afiches.
Una de sus más importantes contribuciones fue, sin duda, el tono azul turquesa que el ciudadano podrá apreciar en todos los carteles que publicitan la imagen y el nombre de Aramburu. Cuando en reunión plenaria del equipo se buscó el "color Aramburu", todos coincidieron en el azul. Es un color frío, serio, que da sensación de limpieza y eficacia; sin embargo, se pensó que el tono, a elegir tendría que tener una connotación amable. Como en los modernos sanatorios, la higiene no debería excluir la familiaridad. Por supuesto, junto con todo esto había que considerar los nada despreciables factores técnicos relativos a la impresión. Según algunos presentes en la reunión, Lagarrigue tomó su muestrario de colores, dio un rápido vistazo a los azules y encontró el tono que se aprobó por aclamación: el azul turquesa.
Claro que también ha prestado otros servicios, algunos más alejados de su especialidad. Por ejemplo, ha convencido al general Aramburu de que pierda un par de horas en un estudio fotográfico. El día para el que se había concertado la entrevista con el fotógrafo, fue Lagarrigue a buscar al ex presidente a su departamento. Allí, el general Aramburu, poco afecto a estos trámites publicitarios, dijo que tenía otras cosas que hacer y que pensaba postergar el problema de las fotografías. Sin inmutarse, Lagarrigue cortó las explicaciones: "Señor, tanto el fotógrafo como yo también tenemos muchas cosas que hacer. Si usted no puede darle la necesaria importancia a lo que estamos haciendo, dudo de que valga la pena continuar ayudándolo." Aramburu lo miró, sonrió y cedió. Le sacaron las treinta poses que se habían programado.
Aramburu había comprendido que su interlocutor también desciende de vascos.

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Ucristas
Una convención a la moda: Acción psicológica, planteos, crisis

Cuando Celestino Gelsi recibió un comprometedor mensaje de Tonelli a Oyhanarte, que Epelboim había conseguido interceptar en plena reunión de la Convención ucrista ("Si pensás romper el partido tenés que jugarte ahora", decía el papelito) y cuando, simultáneamente casi, Oyhanarte abandonaba la presidencia, se tuvo conciencia de que la Convención Nacional de la UCRI en Córdoba había fracasado, trabada por sus contradicciones internas y los enfrentamientos dentro del propio bloque frentista.
A esa altura de las cosas, el frentismo, integrado por grupos de la UCRI que coincidían en su acatamiento a la posición de Frondizi pero que discrepaban entre sí (los "generacionales" de Oyhanarte; la línea del litoral de Gómez Machado; el vitolismo; los integracionistas; los celestes de Noblía y las diversas variantes ex alendistas, incluida la de Domingorena), había ya intentado forzar el quórum, sin resultado. El alendismo, que estaba en minoría pero que podía evitar que el cuerpo tuviera número, saboteaba ostensiblemente una Convención que se había reunido a su pedido. Y la Convención se había reunido en minoría, con la presencia de los frentistas y de algunos observadores alendistas y consideraba la situación de los impugnados delegados de Córdoba (20) y de Santiago del Estero (8). La situación, en cuanto al quórum propio frentista, era clara: se había conseguido reunir a 104 convencionales (el quórum es de 121); sí se incorporaba a Córdoba (14 frentistas) y a Santiago (8 frentistas), el bloque mayoritario pasaría a tener 126 convencionales, es decir, quórum propio. Pero el círculo vicioso consistía en que los diplomas debían ser aprobados por la Convención reunida y que, para eso, había que conseguir quórum.
La clave del problema interno del bloque frentista está en la reunión secreta que sus cabezas visibles realizaron minutos antes de la sesión en minoría. El vitolista Monfarrel (de acuerdo con Vítolo y Noblía) dijo que el bloque debía sostener la tesis de la incorporación automática; los delegados se incorporan para formar quórum mientras se tratan sus diplomas. El grupo de Oyhanarte se opone, sostiene que la tesis de la incorporación automática contradice la Carta Orgánica, e impone otro criterio (expuesto por Melchor Posse, hijo): si los alendistas no hacían quórum, la Convención, reunida en minoría, se consideraría inhibida para pronunciarse, pero, ante el "estado de necesidad" existente (hacía falta pronunciarse antes de la reunión del Frente), sostendría que otro de los cuerpos "parlamentarios" de la UCRI, el plenario del Comité Nacional, debía abocarse de inmediato al problema. La mesa de la Convención, visto el "estado de necesidad", convocaría entonces al plenario (donde el frentismo tiene clara mayoría), pese a que normalmente ese órgano debe ser convocado por la mesa directiva del Comité Nacional. ¿Cuál era el sentido profundo de las dos tesis? Indudablemente, la teoría de Oyhanarte. si bien entrañaba el reconocimiento de una transgresión formal al hablar de "estado de necesidad", era más jurídica y menos "provocadora"; la tesis de Monfarrel ocasionaba calculadamente la indignación, del adversario, el desconocimiento por éste de la Convención y precipitaba la división del partido, facilitando así que una "Junta de Notables" (Scilingo había propuesto a Gómez Machado, Vítolo, Uranga, Pyragine Niveiro y Noblía) asumiera la conducción de la UCRI. En la reunión secreta frentista, por presión de Oyhanarte, se decide entonces que la Convención no resolvería en minoría y que el problema será girado al plenario.
Pero cuando la Convención se reúne en minoría, Monfarrel plantea sorpresivamente la incorporación automática, de modo de colocar al sector Oyhanarte "entre la espada y la pared". Oyhanarte abandona la presidencia y Melchor Posse afirma que los convencionales de Buenos Aires se retirarán si prospera la iniciativa. Se pasa así a un cuarto intermedio, que aprovecha Vítolo, a través de Pyragine Niveiro, para dar seguridades a Oyhanarte de que no se insistirá en ese temperamento. En una nueva reunión en minoría, triunfa la tesis del presidente de la Convención y se anuncia que la mesa directiva "estudia la posibilidad de girar al plenario del Comité Nacional la solución del problema". En tanto, ex alendistas como Mario Seoane, Emilio Perina y otros (que fueron colaboradores inmediatos del ex gobernador bonaerense) intensifican sus gestiones para conseguir que Alende desista de su actitud y tratan de sustraerlo de la influencia de Gelsi, Portero y Díaz O'Kelly: en caso de división del partido, el frentismo se quedará con casi todos los distritos.
A tono con la moda, la Convención de la UCRI brindó un espectáculo nuevo en reuniones de ese tipo: la intensa y constante acción psicológica. El alendismo ganó, en ese terreno, la batalla a sus adversarios. Portero y Díaz O'Kelly fueron eficaces organizadores de una bien planeada presión contra sus adversarios, librada en ese terreno. Portero, por ejemplo, llegó a decir que había recibido una comunicación telefónica desde Buenos Aires según la cual, en "La Razón" de "esta noche" se informaba sobre un radiograma de Onganía comunicando el veto a Solano Lima. "Los secretarios militares ya han resuelto el veto; Campo de Mayo está reunido" y la famosa tarjeta de Lanusse fueron los argumentos preferidos por el alendismo. Melchor Posse comentaría luego: "En setiembre lo salvamos, y a duras penas, a Alende de que se jugara a favor de los colorados, que él creía que iban a ganar."
11 de junio de 1963
PRIMERA PLANA

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