Tesis
Un militar que hace sociología militar

Rattenbach
El miércoles último, al clausurarse las jornadas del XX Congreso Internacional de Sociología en el Embalse de Río Tercero (Córdoba), uno de los enviados extranjeros comentó: "Ustedes, los latinoamericanos, estudian mucha sociología del conocimiento, sociología industrial, sociología del trabajo. ¿No piensan que necesitan más que nadie estudiar además sociología militar?".
Pocas horas antes, un alto oficial del Ejército argentino que llegó a ser Secretario de Guerra, el teniente general Benjamín Rattenbach, había expuesto un conjunto de ideas básicas para la incorporación de la sociología militar como rama especializada de esa ciencia. Por ejemplo, no figura como materia en los programas del Instituto de Sociología de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y, por lo demás, dentro de las asignaturas que engloban una visión de conjunto de la disciplina sociológica — como Introducción a la Sociología y Sociología Sistemática — no se encara, o casi no se encara, el tema planteado por la presencia de las Fuerzas Armadas como uno de los grupos con influencia evidente en el desarrollo histórico.
Un alumno del Instituto de Sociología intentó explicar uno de los motivos de esa exclusión: "Si ya ahora dicen que somos todos comunistas... ¿qué pasaría si también empezamos a estudiar a los militares? Por otro lado, ¿no piensa que para hacer una investigación en serio deberíamos llegar, inclusive, a aprender rudimentos de estrategia militar? En seguida dirían que esto es una escuela de guerrilleros o algo por el estilo."
Efectivamente: quizá pocos profesores se atreverían en la Argentina a hacer un análisis de la vida militar. Pero ese tipo de explicaciones no alcanza a agotar los motivos de la omisión. En numerosos países — incluyendo muchos donde no se ha creado en ningún momento una situación que provoque el exceso de cautela en ese terreno— nunca se ha estudiado la sociología militar como rama independiente de la sociología. Y en el mismo Congreso Internacional de Córdoba, solamente un delegado —además del general Rattenbach— presentó una exposición sobre el tema (que, por lo demás, no fue leída): el norteamericano de origen rumano Sabin Manuila.
Pero aun esa exposición no trata específicamente de sociología militar: fue un análisis sobre los efectos económicos, demográficos y ecológicos de la guerra. Según el teniente general Rattenbach, el trabajo pertenece más al rubro de "sociología de la guerra", que sólo sería un sector especial o un capítulo de la sociología militar.
Para el ex secretario, la sociología militar debe referirse a la actividad del grupo social militar en su vinculación con la sociedad; por lo tanto, la sociología de la guerra "sólo habrá de tratar la guerra desde el punto de vista de su repercusión sobre el referido grupo y sobre la sociedad en general". De otra forma, "si se quisiera analizar la guerra en forma exhaustiva, habría que hacerlo desde el punto de vista biológico, histórico, filosófico, psicológico, sociológico, jurídico, político, económico, teológico, moral, tecnológico y militar". La sociología de la guerra no puede, así, abarcar el estudio de la guerra.
Además de la presentación del general Rattenbach y del comentado trabajo de Manuila, en el Congreso de Córdoba, los aspectos relacionados con la sociología militar solamente se tocaron en un ensayo enviado por el Comando en Jefe del Ejército Argentino y en algunas intervenciones más o menos episódicas: el delegado griego Costas Panadimitriou, que habló contra la intervención de los militares en política: el brasileño Oderico Pires Pinto, que calificó a las Fuerzas Armadas como grupo de presión, y algunos argentinos, que tendieron a caracterizarlas como factores de poder.
Pero fue el general Rattenbach quien propuso concretamente a la sociología militar como rama específica. Señaló que "el objeto de la sociología militar es estudiar la convivencia de los militares entre sí y con el resto de la sociedad, la naturaleza de las instituciones militares así como su encuadramiento en el Estado y, finalmente, el fenómeno de la guerra".
Apoyó la tesis, fundamentalmente, en un libro suyo, Sociología Militar, que publicó en 1958 en forma privada, y que en 1959 editó la Biblioteca del Círculo Militar. El texto, a la vez, recogía numerosos conceptos expuestos por el general Rattenbach en conferencias.
La comunicación que llevó a Córdoba fue redactada en diez páginas tamaño oficio, a máquina. Sin embargo, al leerla, el autor introdujo modificaciones al original que había sido distribuido entre los delegados del congreso. Algunas modificaciones:
•Al referirse a las normas formales de conducta utilizadas por los militares, formuló algunas reflexiones sobre el valor del saludo militar, y al considerar las normas morales de conducta destacó que ciertas actitudes castigadas sólo moralmente en la sociedad civil (como la cobardía) tienen sanción jurídica para el militar.
•Al ocuparse del grupo social militar, luego de hacer su descripción, añadió que, en realidad, está sólo formado por los cuadros permanentes.
•Cuando habló de la existencia de grupos de presión militar, añadió fuera de texto: "No se trata de exponer aquí si es bueno o malo, lo que interesa es que se trata de un hecho social de la época actual y por eso hay que investigarlo adecuadamente". Por lo demás, dijo que la aparición de un nuevo tipo de guerra, la guerra revolucionaria, alteraba también los esquemas clásicos.
•En determinado momento de su lectura, el general Rattenbach intercaló la siguiente observación: "Es notable ver la reunión de un grupo de agregados militares de muchos países y comprobar hasta qué punto tienen coincidencias en muchos aspectos formales y espirituales".
•Otra acotación: "Sociológicamente, es digno de ser considerado el caso del retirado, por las enormes dificultades, sobre todo psíquicas, que encuentra para incorporarse a la vida civil".
Por supuesto, la exposición del general Rattenbach fue objeto de disímiles comentarios dentro y fuera del recinto de deliberaciones. Todos coincidieron, en cambio, en señalar lo sorprendente que resultaba, a primera vista, escuchar a un ex secretario de Guerra absolutamente compenetrado de los temas y del vocabulario técnico de la sociología contemporánea.
Al término del congreso, el mismo general Rattenbach precisó así el sentido de su comunicación: "Después de la Primera Guerra Mundial, aparecieron —y siguen apareciendo— muchos trabajos aislados sobre sociología militar, pero mis proposiciones al XX Congreso de Córdoba tienden a sistematizar esta ciencia y darle una orientación clara y definida para el futuro."
17 de setiembre de 1963.
PRIMERA PLANA

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