La trata de blancas Volver al índice
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CON respecto al segundo tipo de mujeres, son distribuidas durante la temporada en los sitios de Veraneo: Mar del Plata, Bariloche, Córdoba y están destinadas a un público con medios económicos más fuertes.
Durante el invierno se las puede ver en cualquier bar elegante o buffet de hotel. Su actividad, no es sólo la que dijimos, puesto que no están regimentadas como las anteriores, son las poderosísimas distribuidoras del contrabando que entra al país, y venden desde joyas hasta platino en barras.
Son elegantes, dominan varios idiomas y poseen cierta cultura; venden todo lo que pasa por sus manos y también se venden ellas mismas. Pero las ganancias no ingresan a su cuenta personal, si no a cuenta de su caften, que debe también pagar tributo a quien le permite actuar. Aquí llegamos al directorio de la empresa. ¿Quiénes forman parte de él? ¿Dónde residen? Con respecto a la primera pregunta, probablemente si conociéramos algunos de sus nombres nos sorprenderíamos bastante; en cuanto a la segunda, la organización es tan vasta, que su lugar de residencia puede ser Buenos Aires, Uruguay o París.

LA "EXPORTACION"
El camino de Buenos Aires se ha invertido. Hace algunos años se le llamó así al incierto peregrinaje de las mujeres guiadas por sus caftens, desde Europa hasta Buenos Aires. Hoy Buenos Aires es sólo un puente. Un lugar de tránsito. La corriente circula en dirección contraria. Las mujeres que se "remontan" en Chile o en la Patagonia, litoral o norte, son traídas hasta nuestra ciudad y embarcadas rumbo a Europa.
La mayoría son casi indias. Es el tipo más cotizado. También hay de las "elegantes" pero viajan en otras condiciones. Los encargados de llevar a cabo la contratación, como es lógico, utilizan cualquier medio, lo que da lugar a que con alguna frecuencia se registren episodios violentos con trágicos resultados.
Según la función que se les hará desempeñar, se las educa. Pasan a veces varios meses de entrenamiento. Sobre todo dominan idiomas.

BUENOS AIRES
Un bar en las primeras cuadras de la avenida de Mayo. Mesas en la vereda. En el interior cinco mujeres y dos hombres conversan en voz baja. De vez en cuando ríen. Cada cierto tiempo se recibe un llamado telefónico y alguna de las mujeres se marcha. Llegan otras. La conversación se anima. Todas ellas son prostitutas a quienes se llama por teléfono al bar para que acudan al sitio de su trabajo. Después vuelven. Los dos hombres que están presentes las vigilan, otros distribuyen el trabajo.
Una de las mujeres parece que está más alegre que las otras. Ha bebido mucho. De pronto comienza a hablar en voz alta. Sus compañeros se miran preocupados. Uno de ellos reacciona inmediatamente. Se dirige al teléfono y disca. Diez minutos más tarde, se detiene en la puerta del bar una especie de ambulancia. Es imposible identificarla porque no tiene ningún distintivo. Puede confundírsela con cualquier ambulancia de hospital u organización sanitaria, Bajan dos muchachos jóvenes y se acercan a la indiscreta. La toman por los brazos y la invitan a que salga del bar. Una pequeña resistencia y luego humildemente se deja conducir. La ambulancia desaparece.
Nuevamente la "organización", y hasta con servicio de urgencia. ¿Cuántos bares de esta naturaleza hay en Buenos Aires?

OTRA CLASE DE EXPLOTACION
Los distintos métodos de explotación, varían según el público al que están destinados. Plaza Italia y sus barrios vecinos, es el imperio de algunos chóferes de taxis. En sus manos está la distribución. Cada uno de los chóferes tiene dos o tres mujeres con las que trabaja a distintas horas.
A una hora determinada, aquella en que hay mayor afluencia de público noctámbulo, que sale de diversas boîtes, cada auto va con una mujer sentada atrás como en una exhibición.
Los clientes se acercan y tratan con el chófer que hace subir al mejor postor. Después, una vuelta por los bosques de Palermo.
Se calcula que cada uno de estos chóferes gana diariamente entre 1.000 y 1.500 pesos.
El pago a las mujeres se hace a veces con "marihuana".

CONCLUSION
En los últimos años se han tomado severas medidas para combatir la "trata de blancas". La explotación de mujeres. Esas medidas tal vez no han sido suficientes. Sabemos además lo difícil que es poder probar las actividades de los caftens. A pesar de ser perfectamente conocidos por las autoridades, nunca se consiguen las pruebas legales para enviarlos a la cárcel.
¿Es necesaria una modificación de la ley? Entendemos que sí. Entendemos que es necesario un estudio intenso y extenso del problema. Analizarlo en todos sus aspectos. Saber quiénes y cómo son los que lo practican, es decir, llegar a la médula de los hechos y de los individuos para no dar soluciones convencionales y transitorias.
He creído, al escribir estas notas, que es de urgente necesidad evitar esta trágica situación, contra la cual hasta el mismo público ha de reaccionar con energía. Tenemos, felizmente, una de las mejores policías del mundo, por su organización y la capacidad de sus directores. Ella, que está trabajando intensamente, nos dará la satisfacción que ansiosamente esperamos, barriendo con los "caftens" y sus secuaces hasta desterrar para siempre el infame negocio de la "trata de blancas" en el país.
Desgraciadamente el "caso Alaymo" no es único en el país. Hay muchos personajes que como él conocen profundamente el negocio y son hábiles "tratantes de blancas" estrechamente vinculados con los "capos" internacionales a quienes surten de mujeres conduciéndolas a los lugares previamente señalados mediante engaños en algunos casos o con promesas de una vida rumbosa y llena de halagos en otros. Son sujetos que buscan siempre vincularse a los representantes de la justicia, ocultando sus actividades pero tratando de alcanzar una gran amistad que, llegado el momento, pueda servirles para defender su pellejo. Cuando, por denuncia mujeres explotadas, se logra descubrir la guarida de uno de estos pájaros de cuenta, la policía debe extremar sus recursos porque ellos tienen preparadas muchas y sugestivas "coartadas" para impedir que se les castigue.
La "trata de blancas" desaparecerá de nuestro país , cuando se consiga detener a sus principales cabecillas.
Reconozco que la tarea no es fácil, pero tengo razones para anticipar que sobre ellos caerá, muy pronto, la acción de la justicia que lucha por extirpar esta lacra social y tiene puestos al servicio de una causa tan noble, a expertos funcionarios que saben cómo operan los "caftens" y donde se les puede echar el guante, eliminándolos con mano de hierro.
MAXIMO IEO.

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 Una ocupación que rinde millones de pesos a quienes saben ejercerla es
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