ALIANZAS
¿Qué es el "Traylesnik"?

Henny Trayles y Ricardo Talesnik
De regreso de Estados Unidos. Henny Trayles y Ricardo Talesnik se disponen a estrenar para el público argentino 'El flechazo', un espectáculo del que ambos se responsabilizan por partes iguales. Tratándose de la pareja de un autor y una actriz, uno piensa la relación así: él escribe un libreto y ella actúa. Pero... nada es simple en esta vida, y menos en la intrincada órbita del show business. Como enseguida se verá, la cosa es mucho más complicada: antes que una obra, antes que un libreto para café-concert, El flechazo es el producto del Traylesnik.

NI GANAS DE SUICIDARSE
Traylesnik se llamaba el espectáculo que Henny y Talesnik estrenaron en la Texas A & I University (Kingsville, Texas), en marzo de este año. Eso de "ir a estrenar" a Estados Unidos suena raro; y merece una explicación. Comenzaron a trabajar en la obra hace casi 2 años. Ambos ya eran populares: ella por Jaujarana, su Agripita y Cómo ser una iddische mame; él por La fiaca, La guita, Cien veces no debo y Las venganzas de Beto Sánchez. Se acababan de casar y querían hacer "algo juntos". Talesnik concibe sus obras ligadas a su forma escénica (cosa que le reprochan los directores: "No acotés tanto, che"), y así le pasó con este nuevo impulso: una noche le apareció la idea de una mujer "que está tan deprimida que no tiene ganas ni de suicidarse. Y comenzó a contarlo con la acción de su cuerpo: "Mirá, Henny —le trasmitió a su compañera—, esta mujer está así —aquí Ricardo se arrodilla—, y se mueve de esta manera —ahora agita los brazos— y cuenta tales cosas". Y Henny tomaba nota. "No puedo decir que escribí la obra, sino que más bien la representé", confiesa Talesnik. "¡La escribí yo!", deduce Henny, y se ríe de su conclusión.
Pero cuando la obra creció, apareció un hombre, y como Ricardo seguía "actuándola", ella comenzó a sugerirle violentamente que se incorporara para actuar en el espectáculo. El tenía antecedentes como actor infantil (de niño actuó en el film Cuando en el cielo pasen lista y en El anticuario, obra de Suárez de Deza, en el teatro El Nacional, con Arata e Ibáñez Menta), y algo de aquello le habrá quedado, porque transó.
Reelaborados los apuntes de Henny y completada la redacción de la obra, comienzan a ensayar. Susana Naidich (que les da clases de vocalización) les recomienda a Fedora Aberastury para el trabajo corporal, y ésta los somete a una experiencia que los apasiona: "Más que gimnasia es una forma de vida, una medicina preventiva, acumulación de energía, poder de concentración". El tercer colaborador indispensable será Eduardo Capriata, árbitro, apoyo, mediador y todo lo que se puede oficiar entre dos acta res-autores que para colmo son marido y mujer. Pero el verano los sorprendió ensayando y decidieron no estrenar. Entonces llegó la invitación de Texas. Allá se había inaugurado un curso bilingüe de Teatro y Oratoria, en el que un grupo de alumnos intentaba una versión (también bilingüe) de La fiaca. El estímulo venía de un sector del estudiantado que padece un poco de desarraigo y marginación, un mal de los descendientes de inmigrantes: los chicanos.
Pasearon El flechazo por varias ciudades del Estado de Texas, y luego aceptaron la invitación de Los Ángeles. Allí también ofrecieron el espectáculo para públicos de campus universitarios (ahora más multitudinarios) y aterrizaron en un auditorio inesperado: los alumnos del Lee Strasberg Institute (Strasberg trabaja 6 meses en Nueva York y otros 6 en California). Desde el escenario percibían la atención y las risas de los espectadores estudiantes, lo que les indicaba que (aun cuando la platea no sabía nada de castellano) se entendía la acción. Al final, el maestro dijo que la obra estaba llena de imaginación, interés y sorpresas, y que notaba un problema a cierta altura de su desarrollo, vinculado con el personaje de la mujer. "Estas observaciones nos han sido útiles —apunta Ricardo—, y las hemos incorporado al trabajo que seguimos haciendo sobre la pieza".
Ahora Alberto Stivelberg (productor) está a punto de concretar una sala para estrenarla cuanto antes en Buenos Aires. El flechazo encierra una relación entre dos seres: lo que le cuesta al ser humano acceder a ciertos sentimientos, o —como lo sintetiza Talesnik con una frase extraída del texto— qué difícil es querer a un ser querido. Ahora el lector sabe qué es el Traylesnik: es el enjambre de un autor que actúa y una actriz que escribe, ambos marido y mujer, y que —en esta primera fecundación— produjo un Flechazo que quizá dará en el blanco.
Revista Panorama
13.08.1974

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