El Nobel negro
Premio de la Paz al mayor enemigo del "apartheid"
Desmond Tutu

Antes de las lágrimas fue la euforia. El hombre y la mujer saltaron por el aire abrazados, como dos chicos grandes, ante la atónita mirada del embajador de Noruega en Estados Unidos, Tom Vroslen, que no sabía qué hacer con su enorme ramo de flores.
Como en una escena robada a la ópera "Porgy and Bess" el obispo anglicano negro Desmond Tutu (53) y su mujer Thea iniciaron una breve danza jubilosa en la amplia sala del Seminario Teológico de Nueva York, cuando el martes 16 recibieron la noticia de que este incansable luchador contra el sistema de apartheid vigente en Sudáfrica acababa de ser designado premio Nobel de la Paz 1984.
"No se premia sólo a Tutu sino a todos los individuos y grupos de Sudáfrica que con su preocupación por la dignidad del hombre, la fraternidad y la democracia, provocan la admiración del mundo", había indicado al anunciar al mundo la noticia el presidente del comité noruego, Egil Aarvik. Desmond lo entendió así. "Esta es una recompensa que comparto con los incontables héroes y heroínas anónimas de mi pueblo que luchan contra la segregación que les impone el gobierno sudafricano", dijo. En cuanto al dinero del premio, será depositado en un banco para ser utilizado en el otorgamiento de pensiones escolares entre la población de color de su país.
Hijo de un pastor metodista y maestro de escuela, Desmond Tutu creció en una villa de emergencia para negros en las afueras de la población blanca de Klerksdorp, en el Transvaal. De chico vendió dulces y frutas a los despreocupados paseantes de Klerksdorp y apenas adolescente trotó detrás de los golfistas del Country Club exclusivo para blancos, sudando bajo la carga de los palos de golf. En tanto, otras pasiones comenzaban a ocuparlo. Estudiante del colegio negro de Sophiatown, conoció al pastor anglicano Trevor Huddlestow y supo cuál sería su vocación. Casado muy joven (es padre de cinco hijos) Desmond se ordenó sacerdote en 1960 y luego vivió con su familia en Inglaterra donde se doctoró en teología entre los años 1962 y 1967. Cuando en 1971 fue designado obispo de Johannesburgo, Tutu ya había resuelto que la prédica de la Biblia en África del Sur no podía desentenderse del problema del segregacionismo.
Renunciando al privilegio de habitar en la zona blanca ocupando el palacio episcopal, resolvió trasladarse con su familia al enorme ghetto negro de Soweto, donde en 1975 estalló una violenta rebelión que terminó sangrientamente con el resultado de más de 500 muertos. Desmond Tutu participó activamente en este episodio y quizá por eso las jerarquías eclesiales prefirieron sacarlo del ojo de la tormenta designándolo obispo de Lesotho.
Para entonces el gobierno sudafricano lo consideraba algo menos que una persona no grata. Tutu fue hostilizado por la administración de Pretoria, y en la actualidad está privado de pasaporte, debiendo solicitar un visado especial cada vez que
debe viajar al extranjero. La medida fue adoptada en 1980, luego de que el obispo —al que el gobierno sudafricano acusa de confundir la política con la misión pastoral— exhortó en Dinamarca a los países occidentales a acentuar el cerco económico contra Sudáfrica.
Apenas seis semanas antes de ser designado premio Nobel de la Paz, Tutu advirtió al régimen de Pretoria —tras una nueva oleada de sangrientos motines en los ghettos negros de su país— que la mayoría negra sólo encontraría su camino en la lucha si se le seguían negando sus derechos.
"Cuando predico ante mi gente me ocupo siempre de explicar que los blancos no son demonios con cuernos y rabo. Lo que es perverso es el sistema, y yo no voy a descansar hasta destruirlo. Sea cual fuere el precio a pagar nadie podrá detenerme", dijo tras recibir el anuncio del premio. En Pretoria, la televisión se limitó a un escueto comunicado sobre la designación.
L. C.

Los antecesores
El obispo anglicano negro Desmond Tutu es el segundo sudafricano distinguido con el premio Nobel de la Paz, y el tercero del continente africano que lo ha recibido.
Sus antecedentes son el jefe zulú y líder nacionalista negro Albert Luthuli, consagrado en 1960, y el ex presidente egipcio Anwar el Sadat, que lo recibió en 1979 por sus esfuerzos de paz en el Oriente Medio.
Un tercer sudafricano recibió el Nobel de Medicina en 1951. Max Theiler fue galardonado por su descubrimiento de una vacuna contra la fiebre amarilla.
Tutu es además la cuarta personalidad religiosa que ha recibido el premio Nobel de la Paz desde que esa distinción fuera creada en 1901.
Antes que él lo recibieron el reverendo Dominique George Pire, de Bélgica (1958), Martin Luther King, de Estados Unidos (1964) y la Madre Teresa de Calcuta (1979).
El último premio Nobel de la Paz fue el líder sindical polaco Lech Walesa, consagrado en 1983 por sus esfuerzos en favor de la democratización de la vida de su país.

Revista Somos
26.10.1984

 

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