Con el verano, una
ola que no es sólo de calor se abate sobre los
hacinados barrios negros de las grandes ciudades
americanas: turbas de hombres, mujeres y niños
saquean al comercio saciando a través del caos la
insatisfacción y el rencor acumulados por la
miseria. La persistente presencia de los
francotiradores sugiere, más allá de toda la furia
desatada, un propósito racional: la guerrilla
urbana, una táctica subversiva
Pobreza, enfermedad,
desempleo y discriminación: ésas son las únicas
causas de los disturbios raciales que convulsionan
a las ciudades norteamericanas." Con esas palabras
definió Edward Kennedy, senador por Massachusetts,
la rebelión negra que, como una incontenible
mancha de aceite se desparrama por todos los
estados de la Unión. "Las órdenes policiales
—agregó— fueron similares: tirar a matar. El
Congreso norteamericano respaldó este acto de
represión inútil con una ley por la que se
convierte en delito federal cruzar las fronteras
estatales. Es increíble que en estos días de
locura social haya sido ésa la respuesta del
Congreso."
Tanto republicanos
como demócratas respaldan estas declaraciones de
Kennedy. Conforman un amplio sector de tendencia
liberal dentro de la población blanca. Pero, pese
a sus "buenas intenciones" ellos tampoco han dado
una respuesta a la alucinante sucesión de
acontecimientos: en la última semana, en la ciudad
de Milwaukee, los disturbios dejaron un saldo de
40 muertos, más de 1000 heridos y se produjeron
5.000 arrestos.
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Para el senador Edward
Kennedy, vocero del liberalismo yanqui, la única
explicación de los disturbios raciales es la
miseria,
y la crisis se
agravará si se mantiene la indiferencia
parlamentaria y la
agresividad de la policía, cuya consigna es "tirar
a matar"
Pie de fotos
-Espectacular
despliegue de la furia negra: a lo largo de la
avenida principal, en el barrio negro de
Chicago, la horda se ensaña con su propio ambiente
(casas, comercios, letreros) en una protesta
ciega, irracional
-En cada esquina de
los ghettos campea un clima de histeria.
-Mujeres agresivas y
francotiradores ocultos: la policía, mientras
tanto, tirará a matar
-Los comercios
blancos, objetivo infalible
-El ejército: más allá
de un riguroso federalismo norteamericano, parece
la única vía de "pacificación" para un verano
violento.
-Destruir, quemar,
exterminar: es el frenesí de un antiguo
resentimiento histórico.
Revista Siete Días
Ilustrados
08/08/1967
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