Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

Centros de estudios
Nuevo método para hacer política


En una de sus comedias, Bernard Shaw cuenta la historia de un fabricante de armas que encuentra a su hijo totalmente inepto para las distintas profesiones. Luego de pasar revista a las posibles carreras universitarias, y ansioso de promover a su heredero, concluye descorazonado:
—Es un inútil. No me quedará más remedio que hacerlo diputado.

El chiste tiene ya muchos años. Desde entonces se acentuó la tendencia a considerar al político como a una persona no especializada en nada, pero que debe opinar continuamente sobre los más distintos temas concretos. La conclusión, para muchos, fue que la estructura clásica de los partidos está superada y es necesario complementar la actividad política con la investigación técnica, especifica, concreta.
Dos partidos dan ahora en la Argentina el paso para intentar transformarse: el MIR frondizista y UDELPA. Ambos crearon institutos vinculados con los esquemas políticos y que dependen exclusivamente de sus jefes directos: en el primer caso, se trata de la Fundación Centro de Estudios Nacionales (Fundación C.E.N.); en el segundo, de la Fundación CEPES (Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales). Los líderes de los dos movimientos políticos —Arturo Frondizi y Pedro Eugenio Aramburu— son, a la vez, los presidentes respectivos de las fundaciones.
Sin embargo, el CEN y el CEPES tienden a constituirse en pivotes de una extrapartidización técnica: aspiran a determinar cuáles son los problemas nacionales, estableciendo soluciones y prioridades mediante un estudio a cargo de especialistas.
La diferencia entre los grupos de estudios y los aparatos políticos a que se vinculan todavía no es comprendida claramente: días pasados, unos cincuenta políticos pertenecientes a un comité de barrio comenzaron imprevistamente una reunión partidaria frondizista en la planta baja del CEN. La gente que estudiaba al lado, en la amplia biblioteca, tuvo que ir cerrando sus libros con gestos de fastidio y comenzó a retirarse. Poco después bajó las escaleras uno de los secretarios generales del CEN, el intelectualizado Alberto Taddei (35 años, casado, abogado, afiliado al MIR, ex subsecretario de la intervención Trigo Viera en Buenos Aires). En forma contundente y gráfica les expresó que debían irse en seguida: "Esto no es un comité." Se fueron, no sin antes amenazar con "contarle todo a Frondizi". Frondizi, por supuesto, respaldó decididamente la actitud de Taddei.
El otro signo de incomprensión está dado por la cantidad de gente que anuncia que va a trabajar en grupos de estudios y luego desaparece. Aquí coinciden los directivos del CEN y del CEPES: "Muchos políticos vienen dos veces y después desaparecen." Aparentemente, se trata de personas que buscan fácil figuración integrando permanentemente algo a través de lo cual su nombre esté presente en determinado número de personas.
En cuanto al cuadro global de quienes se interesan por los centros de estudios, hay una primera conclusión, derivada del relevamiento de las 1.500 fichas presentadas al CEN en la Capital Federal, pero probablemente extensible a los adherentes al CEPES: el 85 % pertenece a dos franjas generacionales. Una franja está formada por jovencitos, en general estudiantes, que tienen entre 18 y 21 años. Luego hay un hiato: la otra franja está compuesta por quienes tienen entre 32 y 42 años.
El Centro de Estudios Nacionales tiene su local central en Luis María Campos 665, en la Capital Federal. Muchas personas sin ninguna vinculación con la política concurren allí todos los días para consultar la biblioteca (más de 8.000 volúmenes, donada por Arturo Frondizi) o el extenso archivo. "La mayoría —dice Taddei— no es del MIR. Inclusive vienen diputados de otros partidos a solicitar asesoramiento técnico, Hay estudiantes que preparan sus materias y otros que solicitan asesoramiento para la elaboración de tesis o monografías universitarias."
"Las relaciones entre el CEN y el CEPES son buenas. Inclusive hay cambio de información, consultas", comenta Ubaldo Néstor Spasari, del CEPES. Los dos institutos tratan de preservar su independencia con respecto a las estructuras partidarias. El CEN tiene 25 filiales funcionando en todo el país y 75 en período de organización. Algunos de los CEN provinciales son francamente no-frondizistas y se fundamentan solamente en el intercambio técnico con el CEN de Buenos Aires. El presidente del CEN de Córdoba, por ejemplo, es el dirigente demócrata progresista Esteban Gorriti. El de San Juan tampoco es frondizista. Y, en conjunto, sobre los 25 institutos provinciales, 18 tienen secretarios generales que no pertenecen al MIR.
Hay varios ejemplos de cómo trabajan los equipos. Los hombres del CEN dicen eme su equipo económico es el más importante del país, "al menos cuantitativamente": 180 personas, entre las que se cuenta Simón Mackler y el ingeniero Vicente Branca, que ahora están trabajando en un relevamiento macroeconómico del país. Unos veinte militares en situación de retiro están colaborando con la comisión de Defensa Nacional.
La Fundación CEPES, por su parte, aparece todavía como más vinculada a la labor específicamente política, aunque declara su apertura a personas que no pertenecen a UDELPA. En esta etapa, aún CEPES tiene como función principal el asesoramiento al bloque de diputados nacionales de UDELPA y ya colaboró con esa bancada con motivo del tratamiento de la reforma a la carta orgánica del Banco Central, la Ley de Abastecimiento y el proyecto sobre drogas y medicamentos.
Sin embargo, la estructura del CEPES, en base a comisiones, es similar a la del CEN y trata de cubrir los mismos objetivos. Se propone, además, instituir becas de estudios y premios a obras y trabajos científicos sobre temas políticos, económicos y sociales. Un conjunto de técnicos está ahora estructurando las distintas comisiones: ingenieros Salvador San Martín, Raúl Ondarts, Bernardo Loitegui y Hugo Werder; doctores Fernando Murduchowicz y Héctor Sandler; militares retirados como el capitán de navío Guillermo Rawson y el coronel Francisco José Martínez.
"La figura jurídica adoptada como Fundación CEPES —sostienen los organizadores— implica separar del esquema estrictamente político de UDELPA la función científica y de investigación pero, fundamentalmente, lleva la intención de reunir a elementos profesionales, técnicos y expertos que no deseen militar activamente en política. Estamos buscando nuevas formas, dentro de las posibilidades de la democracia."
19 de mayo de 1964
PRIMERA PLANA

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