Preguntas
-¿Cómo definiría a
nuestra clase media?
-¿Qué elegiría como su
símbolo típico?
-¿Si la Argentina es
un país de clase media, este es un rango positivo
o negativo?
Protagonistas
-Isaac Gubel
(Psicoterapeuta)
-Santiago Saccol
(Empresario)
-Vicente Solano Lima
(Político, conservador popular)
-Ismael Viñas
(Ensayista, marxista)
-Armando March
(Dirigente gremial, secretario general de la C. G.
E. C.)
-Carmen McInnes
(Socióloga)
-Iliana Di Giovan
(Licenciada en ciencias políticas)
Conclusiones
1) Por lo general se
trató de probar que la clase media era negativa
por su hibridez.
2) ¿Su símbolo o
ambición distintiva? El automóvil.
3) La mayor parte de
la clientela de consultorios psiquiátricos está
formada por protagonistas de la clase media.
4) Es la clase más
ambiciosa y que más se frustra.
5) Nunca gobernó
porque no tiene ideología.
BUSCAMOS una
definición de "la clase media argentina, rastrear
sus rasgos típicos. Pero simultáneamente, en las
respuestas, surgió el interrogante sobre si EXISTE
la clase media, en la misma medida en que son
discernibles como "clase" la alta y la baja:
Armando March. — No
existe "la" clase media, sino un conglomerado
social muy heterogéneo sin conciencia de clase.
Como rasgo común de esas "capas medias" podríamos
elegir su nivel cultural y, sobre todo, su deseo
de ascender...
Vicente Solano Lima. —
Todos quieren subir... Yo la definiría por su
género de vida..., pero coincido en que es una
no-clase, un residuo, está abierta por arriba y
por abajo; así, la burguesía es una expresión de
la clase media.
Ismael Viñas. — No hay
clase media, sino capas medias. Por eso es un
error definir a la Argentina como país de clase
media, este es un país capitalista con un numeroso
proletariado. Las clases se definen por su
inserción en la producción: la capitalista es la
dueña de los medios de producción y la obrera es
en consecuencia explotada y oprimida por ella. Las
capas medias, según su nivel, se adscriben a una u
otra clase, aunque predominantemente sirven a la
burguesía. Precisamente, lo que define a esas
capas medias es no tener ideología,
Isaac Gubel. — Yo creo
que el rasgo distintivo de la clase media es no
ser asalariada...
Viñas. — ¿Entonces un
gerente que gana 50.000 pesos es un proletario?...
Gubel. — Sí, un
proletario de cuello duro... Precisamente, esas
situaciones ambiguas son las que hacen que sea una
clase conflictual, muchos de sus integrantes no
saben exactamente que son... y por eso la mayor
parte de la clientela de los consultorios
psiquiátricos está formada por gente de clase
media, frustrada en sus aspiraciones materiales...
Santiago Saccol.— No
sé cuales pueden ser las consecuencias
psicológicas, pero en la Argentina todos quieren
ascender, aquí no hay conformismo, por eso creo
que este es un país de clase media y que ésta se
define por un "estado espiritual": querer llegar a
más... Así, también la clase obrera aspira a ser
clase media...
Viñas. — No es así: en
un régimen capitalista todas las clases comparten
los valores del sistema... Aquí, todos "sueñan"
con ser burgueses, proletarios y clase media. Lo
que pasa es que el proletariado tiene menos
posibilidades y entonces o se resigna o hace una
revolución.
Carmen McInnes. — Yo
pienso que se pertenece ante todo "anímicamente" a
la clase media, que es un estado subjetivo cuya
meta es el ascenso social; lo que pasa es que es
una clase mucho más ambiciosa que la clase
obrera...
Saccol. — ¡Todo lo
contrario!
Viñas. — ¡Averigüe qué
posibilidades tiene un coya jujeño de ser
ambicioso!...
En este momento,
sumado el juicio de Iliana Di Giovan, que se
resiste a encontrarle a la clase media un rasgo
definitorio ("¡Es muy esquemático!..., pero si
insisten, pienso que podría ser la ocupación:
generalmente pertenecen a la clase media los
productores de servicios, empleados públicos,
etc."), quedaron en claro dos cosas: primero, que
todos estaban de acuerdo en que no existe "la"
clase media, sino un confuso conglomerado de capas
medias, más o menos adscriptas a las dos
"verdaderas" clases: la alta y la baja. Segundo,
que Ismael Viñas se habla quedado solo en su
rígido enfoque marxista del problema. Para él el
único medio objetivo para situar a una clase es
ver como se inserta en la producción, siendo
totalmente improcedente para tal fin la búsqueda
de rasgos espirituales típicos ("a lo sumo, son
una consecuencia"). El resto, en cambio, con leves
diferencias de matiz, coincide en detectar a la
clase media en un especial "estado de ánimo", y
que tal sería el anhelo de ascender o progresar en
la escala social.
LOS BUSCADORES DE
PRESTIGIO
Una nueva pregunta de
EXTRA, encontrar él ó los símbolos de la clase
media, derivó en una digresión inesperada: su rol
en la conducción política del país. El monolítico
e irónico Ismael Viñas encontró una inspirada
rival en la joven lucidez de Iliana Di Giovan.
Iliana Di Giovan. —
Los bienes materiales a que aspira, el televisor,
el automóvil, podrían ser los símbolos de la clase
media. Pero en cuanto a esa mentalidad especial de
que hablamos, creo que no podríamos encontrar
mejor símbolo que el gobierno de la UCRP, fue un
típico gobierno de "nuestra" clase media...
Viñas. — Es un error:
la clase media no gobierna porque no tiene
ideología, es un mero "sirviente" de la
burguesía...
Di Giovan — La clase
media detenta el poder político, mientras el poder
económico está en manos de la burguesía, no hay
que ser tan esquemático.
Viñas. — Lo siento
compañera..., pero es así: la burguesía, como es
poca, necesita de una "clientela" que avale sus
intereses minoritarios.
Solano Lima. — Sólo el
poder aparente llega a estar en manos de la clase
media, las influencias que la determinan están
detrás del poder.
Viñas. — Como el
doctor Solano Lima se ha vuelto marxista, coincido
con él. ..
Carmen McInnes. — Yo
creo que no hay poder formal sin algo de poder
real...
Di Giovan. — Acepto
que se preocupe en no "molestar" a la clase alta,
pero no que la sirva ciegamente cuando es
gobierno.
Armando March. —
Cuando la clase media lesiona los intereses de la
burguesía, ésta la derriba. Recuerden lo que pasó
a Alsogaray cuando creó un impuesto que lesionaba
los intereses ganaderos: lo echaron...
Saccol. — Sin embargo,
no puede negarse que la clase media determina el
estado económico del país. Eso demuestra que no es
simplemente un títere...
Pero como nosotros
seguimos empeñados en detectar un símbolo
ejemplificatorio de lo que hasta ahora hemos
tratado de definir, interrumpimos la discusión,
pidiéndoselo a la doctora Carmen McInnes:
Carmen McInnes. — El
símbolo típico de la clase media cambia según las
situaciones... Hoy y aquí, creo que podría ser el
automóvil ...
Viñas. Lo que pasa es
que se aferra a valores reverenciales, que para
ella coinciden con los valores materiales más que
para ninguna otra clase.
Saccol. — Yo coincido
con la doctora McInnes y creo que ese es un rasgo
positivo. El auto, al conceder movilidad propia,
es un símbolo de independencia, de autonomía. ..
Gubel — El auto, igual
que el departamento, el veraneo o el mandar a los
hijos a la facultad, son elementos de ostentación,
que le sirven a la clase media en su constante
deseo de diferenciarse.
March, — Lo que pasa
es que busca signos que demuestren su ascensión, y
el auto es uno de ellos, quizás el más típico...
Iliana Di Giovan. — Es
que la clase media no tiene la valentía de vivir
auténticamente... Busca en la posesión de cosas
materiales un "status" aparente que las más de las
veces no coincide con la realidad...
Gubel. — Entonces,
cuando no pueden pagar las cuotas del crédito, se
neurotizan...
Saccol. — Yo creo que
es algo muy humano el tratar de llegar a algo lo
más rápidamente posible... Yo me considero un
hombre dé clase media y —creo— yo soy
espiritualmente sano....
Viñas. — El que usted
se considere miembro de la clase media es sólo un
rasgo de modestia suya, Saccol... (Risas.)
Saccol. — Ya dije que
para mí ser de clase media significa "sentir" de
determinada manera...
NO TE METAS
Solano Lima. — La
clase media es esencialmente individualista, por
eso quizás sea el auto su símbolo típico... Su
individualismo, desde el punto de vista de la
libertad. es positivo, pero no lo es
si lo enfocamos desde
el ángulo de las conquistas sociales...
Esta opinión del
doctor Solano Lima provocó, una vez más, la
"sorpresa" de Ismael Viñas, divertido ante tan
imprevista comunidad de ideas... Además, nos
permitió acceder a la siguiente pregunta del
cuestionario: ¿Aceptado que la Argentina es un
país, si no de clase media, de numerosas "capas
medias", es éste un rasgo positivo o negativo?
Saccol. — La clase
media siempre es positiva, por su intención de
progreso...
Iliana Di Giovan. — Yo
creo que no, que la clase media es negativa ahora,
porque es conservadora y el país necesita un
cambio... Su apego a la libertad individual, de
que habló el doctor Solano Lima, puede ser que en
la hora que nos toca vivir sea un lastre.
Viñas. — Es que esa
pretendida "libertad" en realidad no existe...
Gubel — Para el
desarrollo económico la clase media es positiva,
pero cuando existe la utopía de un cambio
fundamental,
ella ya no tiene
lugar, el "no te metás", tan típico en su manera
de ser y de pensar, no es concebible en un mundo
que marcha hacia el socialismo. ..
Solano Lima. — "No te
metás"... hasta que no puedas más... ésa sería
para mí la variante correcta del dicho. La clase
media actúa cuando está acorralada, entonces
recién se define y lucha... No hay que olvidar que
aquí todas las revoluciones las hizo la clase
media: la de 1810, la del 90, la del 05...
Cornelio Saavedra era conservador popular...
Viñas. — Usted se
confunde. Fueron todas revoluciones burguesas, que
"usaron" de las otras clases, de la media en
especial. La revolución del 90, por ejemplo, que
usted cita, fue dirigida por comerciantes y
ganaderos de la burguesía.
Di Giovan.— No estoy
de acuerdo: ¿Cuál fue la razón del nacimiento del
radicalismo entonces? Hasta ese entonces, el poder
estaba en manos de la alta burguesía. Al
estructurarse políticamente la pequeña burguesía,
aparece entre nosotros la clase media.
Viñas. — Bueno... no
nos peleemos ..., después de todo yo también creo
que la clase media es positiva, ya que indica un
mayor nivel de vida que en el resto de
Latinoamérica, un mayor desarrollo capitalista
que, pese a lo que algunos creen, ayuda a la
revolución socialista... (Risas.)
March. — Sin ser tan
drástico, yo pienso que hoy y aquí, es negativa,
porque frena un proceso de cambio. Su ideología es
burguesa y, por lo tanto, pretende mantener el
"statu quo"... No hay que olvidar que nunca hemos
vivido la experiencia de una efectiva vigencia de
una ideología no-burguesa...
EXTRA. — ¿Ni aún con
el peronismo?
March. — No. El
peronismo fue y es más progresista, pero sin
salirse de los moldes burgueses... Igual, en
última instancia, a la ideología radical y
conservadora.
Carmen McInnes. — No
veo por qué se empeñan en considerar negativa a la
mesura... La clase media es altamente positiva, ya
que es un rasgo de equilibrio entre dos
estratos... No creo en las revoluciones, ya que
nunca, en última instancia, importan un cambio
total. Soy partidaria de la evolución, y por eso
veo en la clase media el "motor" de esa evolución.
Solano Lima. — Su
conformismo y pasividad no pueden hoy hacerla
"motor" de nada... No tiene necesidad de hacer las
revoluciones porque se las hacen el proletariado o
los militares... Aclaro que estoy hablando de la
clase media de hoy...
Gubel. — Muchas veces,
todo es resultado de la arteriosclerosis... Somos
revolucionarios cuando jóvenes y después nos
volvemos conservadores...
Solano Lima. — Eso en
mi caso no cuenta: yo nací conservador... (Risas.)
Viñas. — ¿Y Mao Tse
Tung?... Tiene ochenta años y no creo que sea
precisamente un conservador ...
Gubel. — No podemos
manejarnos con excepciones... Y estoy de acuerdo
con usted en que hay viejos muy jóvenes... Por eso
dije que el mundo de hoy, que necesita un cambio,
la clase media no tiene lugar... Aquí, como en
todas partes, vamos indefectiblemente hacia el
socialismo...
Saccol. — ¿Está seguro
de eso? A mí no me parece tan "inevitable"...
Iliana Di Giovan. — No
sé por qué tiene que ser el socialismo...
Cambiemos esta sociedad y también habrá tres
clases.., En Rusia también las hay. ..
Viñas. — ¿Usted estuvo
en Rusia?. ..
Di Giovan. — No, pero
estuve en Alemania Oriental, y me bastó...
La
"internacionalización" del debate pareció
ofrecernos la excusa para cerrarlo. Una madrugada
fría ya casi entraba por las ventanas, En el aire
enrarecido de humo se enfrentaban aun algunas
"posiciones" que no se resignaban a no tener la
última palabra... La clase media había sido
desmenuzada o, quizás, utilizando la lúcida
metáfora de Leopoldo Marechal, se había perpetrado
su "autopsia"...
*.*.*.*
La Clase Medía
enfoques
Norte y Sud
"Las clases medias se
parecen en todo el mundo", se dijo en la mesa
redonda. Por eso, juzgamos valiosos algunos
juicios vertidos por el norteamericano C. Wright
en su libro "Las clases medias en Norteamérica".
Autor del explosivo "¡Escucha yanqui!", este dato
puede ayudar a situar su ideología ante el tema en
debate.
"Las gentes
'white-collar' (de 'cuello blanco', equivalente a
'clase media') han penetrado suavemente en la
sociedad moderna. Cualquiera que haya sido su
historia ha sido una historia sin acontecimientos;
cualesquiera que hayan sido sus intereses comunes,
no les han conducido a la unidad; cualquiera que
sea el futuro que les aguarde, no será obra suya.
Si aspiran a algo, es a un curso intermedio, en
una época en la que no hay curso intermedio
posible, o sea, a un curso ilusorio en una
sociedad imaginaria. Interiormente se encuentran
divididos, fragmentadas : exteriormente, dependen
dé fuerzas mayores. Aun cuando llegasen a tener
voluntad de acción, sus acciones no están
organizadas, no serían un movimiento, sino más
bien una mezcolanza de intentos inconexos. Como
grupo, no amenazan a nadie; como individuos, no
tienen un modo de vida independiente.
"Sin embargo, es a
este mundo de los 'white-collar' al que uno debe
mirar para encontrar mucho de lo que es
característico a la existencia del siglo xx. Como
consecuencia del aumento de su importancia
numérica, ha venido a trastornar la idea dominante
en el siglo xix de que la sociedad se dividiría en
empresarios y asalariados (...). Ellos suscitan de
la manera más manifiesta, muchos de los temas
psicológicos que caracterizan a nuestra época y,
de una u otra forma, toda teoría general acerca de
las tendencias predominantes ha tenido que contar
con ellos."
*.*
"Objetivamente, hemos
visto que la posición estructural de la masa
'white-collar' está pareciéndose cada vez más a la
de los obreros. Ambas están, por supuesto,
desposeídas de propiedad, y sus ingresos se
aproximan cada vez más. Todos los factores de la
posesión de 'status', que han hecho posible que
los trabajadores 'white-collar' se sitúen aparte
de los obreros, están ahora en clara decadencia.
La creciente racionalización está disminuyendo su
nivel de conocimientos y asimilando su trabajo al
de la fábrica. A medida que la educación
secundaria se hace cada vez más universal entre
los obreros, y los conocimientos requeridos por
muchas tareas 'white-collar' se simplifican, está
claro que el mercado de trabajo White-collar'
incluirá más hijos de obreros.
En el curso de la
nueva generación se formará una 'clase social'
entre los empleados inferiores, 'white-collar' y
los obreros, lo cual significa, en términos de
Weber, que entre las dos posiciones existirá una
típica movilidad de trabajo."
*.*
"Mientras la fuerza
política descanse en el poder económico
organizado, los trabajadores 'white-collar'
solamente podrán derivar su fuerza del capital o
del trabajo. Dentro de la estructura total del
poder, son variables dependientes. Las
estimaciones de sus tendencias políticas deben
descansar, por tanto, en amplias predicciones
sobre la manera y producción de las fuerzas del
capital y del trabajo. Sólo cuando venza el
trabajo, si ello sucede, se inclinarán los
empleados inferiores 'white-collar' a los
sindicatos; si los jefes del trabajo participan en
comités de coalición oponiéndose a los círculos de
los grandes negocios, entonces los grupos
'white-collar' harán lo mismo.
"Las teorías de la
elevación al poder de los 'white-collar' nacen
generalmente de los hechos de su crecimiento
numérico y de su indispensabilidad en las
operaciones burocráticas y distributivas de la
sociedad de masas. Pero solamente si se cree en
una pura y automática democracia del numero, el
mero crecimiento de un estrato significa un
aumento de su poder. Y sólo si se cree en el salto
mágico desde la función ocupacional al poder
político la indispensabilidad técnica dará poder
para un estrato (...). ' La pregunta política
sobre las nuevas clases media es ésta:
"¿De qué bloque o
movimiento marcharán a la zaga ? Y la respuesta
es: del boque o movimiento que claramente parezca
que va a vencer.
"No se harán
políticamente proletarios cuando menos por la
ausencia de proletariado político en América. No
se harán políticamente clase media, por falta de
un modo de obrar o de formación de la clase media
y porque no serán económicamente capaces de
mantener tal status.
"(...) Están pesarosos
y desconfiados pero, como otros muchos, no tienen
sobre qué enfocar su pesar y desconfianza. Pueden
ser políticamente irritables, pero no tienen
pasión política. Son un coro, demasiado numeroso
para refunfuñar, demasiado histérico en su
aplauso; pertenecen a la retaguardia. A corto
plazo, seguirán los caminos del prestigio; a la
larga, perseguirán los del poder, porque, al
final, el prestigio está determinado por el poder.
Entre tanto, en el mercado político, las nuevas
clases medias están a la venta; cualquiera que
parezca respetable y bastante fuerte podrá,
probablemente, quedarse con ellas. Hasta ahora,
nadie ha hecho una oferta seria."
*.*.*.*
"La autopsia de Creso"
es un lúcido y mordaz vaticinio. Su autor,
Leopoldo Marechal, nació en 1900 y su obra está
apuntalada por dos hitos fundamentales: "Adán
Buenosayres" y "El banquete de Severo Arcángelo".
El hacedor de ficciones deviene ensayista para
sumar su opinión a este intento esclarecedor en
torno a la clase media.
"Amigo Velazco: el
asunto de Creso, acerca de cuya entronización y
tiranía conversamos tantas veces a favor de mi
lámpara, entrará hoy en este cuaderno según el pie
científico de una necropsia. En rigor de verdad,
Creso no ha bajado aún a la tumba, sino que
agoniza velozmente; por lo cual, y mejor que una
necropsia, le convendría una biopsia "in
extremis". Pero su fin se halla tan próximo que, a
mi juicio, no pasará la noche. Dios ejerce una
Misericordia tan abismante como su Justicia y su
Paciencia. Debo recordarle, ante todo, que la
innoble figura de Creso no hace fluir ahora por
vez primera la tinta ecuánime de mi estilográfica:
ya la describí hace años en mi Adán Buenosayres (y
en su Infierno de la Violencia), donde Creso
aparece junto a los ladrones, como responsable del
"robo universal" más tremendo que haya soportado
el siglo. En estas páginas estudiaré la magnitud y
natura de tan formidable asalto; y sobre todo sus
consecuencias desastrosas, ya que nuestro buen
hombrecito, detrás de su fines, utilizó como armas
la mistificación y la corrupción, de modo tal que,
bajo su férula, no quedó ninguna institución, arte
o saber humanos que sea hoy reconocible en su
nobleza original
"Necesito aclararle
previamente que, bajo el nombre de Creso, me
propongo describir al representante del Tercer
Estado social o al homo economicus: al burgués en
suma, tal como lo define cualquier diccionario de
la lengua (...). Lo que define a Creso no es una
desmedida posesión de la riqueza corpórea, sino
una mentalidad sui géneris que le hace apetecer y
buscar dicha riqueza.
"Se ha establecido ya
definitivamente a la Revolución Francesa como el
trance histórico que determina la exaltación de
Creso al poder mundial Aunque la intervención de
Gutiérrez (la clase baja) el servil en la revuelta
de Creso añadió a los episodios algunas tintas de
color masivo, y pese a la romántica declaración de
Derechos humanos y sus consecuentes libertades, la
Revolución fue una gesta de la burguesía en sus
causas, en su desarrollo y en sus efectos
ulteriores. Es evidente que la gloria nada limpia
de Creso triunfante es la de haber impreso su
mentalidad a todo un mundo, en la más triste de
las nivelaciones por abajo que haya conocido la
historia. Y es también evidente que nuestro
inefable hombrecito no habría logrado ese triunfo
ecoménico si su mentalidad no hubiera sido ya la
del común de las gentes mucho antes de la
Revolución Francesa (..,). Pero ¿qué ingredientes
conforman la mentalidad de Creso?
"Dije ya que la
conforma cierta inclinación irresistible y
delectable hacia lo material o corpóreo inherente
a su misma naturaleza y al carácter de su función.
Más allá de la frontera que limita su envoltura
corpórea con su alma, el excelente Creso
manifiesta una "nacionalidad" sui géneris. No es
la noble Razón humana, que bien ejercida y en toda
su amplitud es capte de alcanzar las verdades
eternas, aunque indirectamente y en sil concepto:
la Razón del Hombrecito Económico es un arrabal o
suburbio de la misma, una facultad "minimizada"
que sólo actúa en él orden práctico de la materia
o en la región subliminar de la mente con lo
corpóreo: la "racionalidad" de Creso no puede ir
más allá del 'bon sens' que se universalizó
después como atributo de la mentalidad burguesa.
Por consiguiente y ante lo Divino y sobrenatural,
Creso es un "justo", y Tiresías (el Sacerdote) lo
bendice. Pero Tiresias no es optimista con
respecto a ese hombrecito que, por su naturaleza y
función, vive in sensibus y se abandona
enteramente a la Ilusión de lo que se toca, mide y
se pesa; que si medita (y es raro) se pierde o en
los zarzalfes de la "duda" o en las noches del
"escepticismo" ; que si le dan alas, gritará sus
dudas metafísicas o sus escepticismos en
insolentes negaciones o en ironías blasfematorias;
que si no medita (y por fortuna es lo normal) se
hace sólido eh una "indiferencia" de leño; y que
asiste a los ritos de su iglesia como a una
obligación de carácter social, o como a una Junta
Directiva en que vagamente se gestiona el para él
no menos vago "negocio del alma".
*.*.*.*
EXTRA y la Clase Media
Nuestra clase media es
un colchón, un amortiguador de tensiones. Pero es,
a la vez, la pintura dramatizada, de la queja. Es
peronista con el peronismo; antiperonista cuando
sucumbe el régimen. Voluble siempre tras la
identificación fácil de "independiente". Se aleja
del "hogar humilde" y pierde todo contacto con "el
obrero", buscando impiadosamente una altura que no
logra alcanzar. Tiene medios económicos inferiores
a la clase baja y quiere vivir como la burguesía
industrial. Se maneja con hibridez. Nunca rompe,
siempre mantiene la estructura. Una clase media
muy maniatada por el miedo al cambio. Con
desniveles dentro de su propio cuadro de
situación; el abogado no quiere tener nada que ver
con el escribano; el médico con el dentista; el
profesional con el empleado de comercio. Todos
juntos, sí, tratan de conseguir una tumba en la
Recoleta. No fueron capaces ni de inventar un
cementerio nuevo.
Esto en el campo
social. En la disciplina política, abrumándonos de
"slogans", "la oligarquía", "el imperialismo",
"los cipayos", "los entreguistas". Pero resulta
que el Poder Político en los
últimos dolidos y
flagelados 30 años, estuvo en manos de Yrigoyen,
Perón, Frondizi, Guido, Illia, con parlamentos de
honda raíz popular, y sin embargo no quebramos los
esquemas que trafican con nuestro estancamiento,
ni hicimos un país tan personal como los de la
generación del 80.
¿No es nuestra propia
frustración la que nos golpea ?
Habría que empezar a
revisar profusamente nuestra clase media.
Indagarla. Sacudirla. Claro que es útil, claro que
es un termómetro para la vida de un país. Pero
cuando tiene definiciones. Cuando sabe lo que
quiere.
Es que esa clase media
está dividida no sólo para elegir, sino para
postularse.
Se alegará que el
Poder Económico está aún en aquellas viejas manos.
Se puede contestar entonces que es pésima una
generación gobernante incapaz de alcanzar el
dominio económico una vez que logró el mando
político.
Con todo, la incógnita
queda mantenida: ¿es realmente positiva nuestra
clase media? Dilema para sociólogos serios.
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