Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

El enigma del OVNI cordobés (Pág. 34)
Un salteño radicado en Córdoba, productor minero, dijo haber fotografiado un OVNI en las cercanías del dique de Los Molinos y llevó el rollo al diario "Córdoba" para que lo revelaran. El testimonio gráfico es impresionante. SOMOS investigó el caso. Y se encontró ante un enigma. ¿Existió el OVNI? ¿La foto es auténtica? El hecho se suma al reciente caso de los operarios mendocinos.









CIENCIA

El caso del OVNI cordobés
El lunes 21 de mayo a la mañana el minero Luis Ferreyra se presentó ante el jefe de redacción del vespertino "Córdoba", Roberto Propato, y dijo: "Creo que tomé la foto de un OVNI. ¿Podrían revelarme el rollo?". Propato no se inmutó demasiado y sugirió que lo atendiera el fotógrafo Américo Valverdis. Ese mismo día, en la primera plana de su 5a edición, el diario publicaba un testimonio impresionante: nítidamente recortada en el marco formado por el follaje de algún árbol, aparecía suspendida en el aire la ya clásica forma de "tacita de café''. La foto en cuestión —en realidad una secuencia de 12 exposiciones— mostraba detalles asombrosos. Por ejemplo, podían verse con claridad dos pequeñas aberturas —una suerte de líneas rasgadas— en el borde externo del "plato'' y una abertura mucho mayor, semicircular, en la parte inferior del objeto.
"Las primera tomas del rollo que nos entregó Ferreyra —relató a SOMOS el fotógrafo Valverdis— mostraban las típicas escenas familiares. Era una película común, en blanco y negro de 100 ASA. En las 12 últimas fotos aparecía el ovni. Cortamos esa sección y le devolvimos el resto. Me dijo que quería fotografiar un colibrí cuando vio el aparato."
Además, Luis Ferreyra, 34 años, un productor minero salteño que explota un yacimiento de mica en la zona del dique de Los Molinos, departamento de Calamuchita, precisó que había logrado las tomas el martes 5, a las 3 de la tarde, en un lugar distante 15 kilómetros del dique. Usó una cámara Minolta equipada con un teleobjetivo de 500 milímetros, y disparó con diafragma 5.6 y a una velocidad de 1.000, "Lo primero que hicimos —agregó Valverdis— fue verificar la autenticidad de las tomas. Y comprobamos que no había truco alguno. Pero otros creen que podría tratarse de la foto de una foto. En ese caso, es un trabajo de primera. Y sin dudas, la fotografía de Ferreyra es una de las más precisas y claras de todas cuantas han circulado hasta el momento y que son, en su mayoría, bien conocidas por los ovniólogos. "He visto la foto de Córdoba y en primera instancia me parece excepcional por su nitidez", señaló en Buenos Aires el ingeniero aeronáutico Emilio Álvarez Ojea, conocido experto en el asunto ovnis.
Sin embargo, no todo parece tan claro en torno al caso del artefacto serrano que Ferreyra habría capturado con su cámara. Por lo pronto, técnicamente hablando, las más elementales leyes fotográficas indican que usando una lente de 500 mm y una distancia de infinito —como lo hizo Ferreyra— los primeros planos —ramas y arbustos— tendrían que ser casi una mancha borrosa o, al menos, encontrarse fuera de foco, lo cual no se verifica en ningún cuadro de la singular secuencia.
Pero hay otro detalle significativo: del examen de la película surge que en las dos o tres primeras tomas el cielo aparece limpio y despejado. Ya en la cuarta exposición se distingue una nube —imperceptible en el papel— cuya súbita presencia resulta difícil explicar porque, según Valverdis "Ferreyra dijo que tardó menos de un minuto en disparar los doce cuadros" .
Estas observaciones coinciden con la opinión del padre Enrique Novillo Paulí, licenciado en Filosofía y director del Instituto de Parapsicología de la Universidad Católica de Córdoba. "Debo admitir —confió a SOMOS el sacerdote— que las fotos en cuestión me dejaron perplejo por la nitidez que poseen. Cada vez que ocurre uno de estos casos siempre trato de ponerme en contacto con el presunto
protagonista y porque el tema me interesa. Lamentablemente, aún no he podido entrevistarme con Ferreyra ni vi los negativos. Pero entiendo de fotografía y, además de que no es lógica la diferencia de foco entre los tres planos de la foto, creo que la velocidad de esa nube que dicen que aparece en el negativo tendría que haber sido asombrosa".
Sea como fuere, por cierto que el propio minero Ferreyra no contribuyó a aclarar las dudas: el martes 22, al día siguiente de presentarse en el diario, viajó a Salta y nadie pudo verificar su domicilio (en Córdoba) ni el lugar exacto sobre el cual presuntamente navegó el OVNI. Tampoco se prestó para ser fotografiado ni entrevistado. "Yo le pedí a Ferreyra que me permitiera fotografiarlo en el laboratorio del diario, examinando los negativos, para ambientar la nota. Pero se negó rotundamente porque, según dijo, tenía miedo de que se burlaran de él o que no le creyeran, afirmó Valverdis. El asunto es que Ferreyra perdió la timidez al regresar de Salta, el lunes pasado: "A unos colegas de ustedes les pidió 100 millones de pesos por la nota", aseguraron en el diario "Córdoba".
También es significativo que, hasta ahora, no se hayan detectado otros testigos del avistaje ni registrado denuncia alguna. No obstante, antes de su partida Ferreyra había prometido develar el sitio donde vio el ovni y presentar "gente del lugar" para corroborar su documento gráfico.
En tanto, el padre Novillo Paulí desconfía: "Me he ocupado personalmente de 200 casos como éste. Y les puedo asegurar que en la mayoría de ellos suele tratarse de personas con algún desequilibrio psíquico. También puede ocurrir un fenómeno parapsicológico, porque está comprobado que personas que desean ver una cosa intensamente lo logran y se autoconvencen. De esta manera hasta es posible impresionar una película fotográfica, tal como lo han experimentado los doctores Fukurai, de la Universidad Imperial de Japón, Jules Eisenbud, de la Universidad de Denver, y la doctora Ivonne Duplessie del Instituto de Metafísica de París".
En definitiva, el caso del ovni cordobés se agregaría a lo que ya parece ser el preludio de otro invierno pródigo de avistajes, como sucedió el año pasado. Porque poco antes del día en que Luis Ferreyra habría detectado el platillo del dique de Los Molinos, el 30 de abril precisamente, se produjo otro acontecimiento digno de una película como "Encuentros cercanos": una cuadrilla de 10 trabajadores de YPF logró entablar por medio de luces, una verdadera comunicación con un artefacto que se posó sobre el arenal de Las Vizcacheras, en Mendoza. Un fenómeno del cual tomó debida cuenta Victorio Corradi, director del Centro de Estudios de Fenómenos Extrahumanos de la provincia cuyana. En fin: creer o no creer. Esa es la cuestión.
Investigación: Silvia Fesquet (en Córdoba) y Jorge Scherer (en Buenos Aires)
Revista Somos
01.06.1979

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