Los partidos políticos en la Argentina
Historias de tribuna y comité

En momentos en que el país vive un renovado, fecundo clima de actividad política, no podía ser más oportuna la aparición de un libro que investiga, precisamente, los orígenes de la partidocracia en la Argentina. El ensayo, que verá la luz en estos días bajo el sello de una nueva editorial —Alzamor Editores—, ha sido escrito por dos periodistas expertos en la crónica y el análisis del quehacer político: Ramón Andino y Eduardo J. Paredes. Titulado "Breve historia de los partidos políticos en la Argentina", en sus páginas se describe la génesis del radicalismo, conservadorismo, socialismo y peronismo —sin duda las fuerzas que más gravitan en la vida institucional de la nación—, junto a la de aquellos otros grupos minoritarios que, como la democracia progresista o el comunismo, han jugado —juegan— un rol nada desdeñable en el mosaico de las ideas políticas. Lo que sigue es una recreación del contenido de dicho libro, que Siete Días anticipa por gentileza de sus editores: las fichas técnicas, los resúmenes biográficos de los partidos argentinos.

Radicalismo
Fundado en 1890, con el nombre de Unión Cívica, su primer titular fue Leandro N. Alem, quien presidió la junta ejecutiva inicial. Entre sus fundadores se contaban Lisandro de la Torre, Nicolás Repetto, Francisco Barroetaveña, Delfin Gallo, Hipólito Yrigoyen, Joaquín Castellanos y Aristóbulo del Valle, quienes redactaron en 1892 la Carta Orgánica de la Unión Cívica Radical. Para los radicales, la revolución del 90 fue un movimiento radical. Para los no radicales, ese hecho fue el resultado de una conjunción de autonomistas disidentes y mitristas; de alguna forma esta última aseveración es real, ya que todos los que participaron en dicha revolución provenían de las filas roquistas, juaristas, pellegrinistas o mitristas.
Alem e Yrigoyen participaron activamente en la revolución de 1893, la cual, pese a sus triunfos parciales en Buenos Aires y en Rosario, es derrotada por el acuerdismo, mientras presidía la Nación el doctor Luis Sáenz Peña. O suicidio de Alem en 1896 convierte a Yrigoyen en jefe del Partido Radical en el orden nacional.
Al llegar José Figueroa Alcorta a la presidencia en 1906, mantuvo un par de reuniones con Yrigoyen, quien le reclamó la realización de elecciones libres, sin lograr mayor éxito. Luego fue electo Roque Sáenz Peña (1910), con abstención radical, y el nuevo mandatario también se reúne con don Hipólito. En 1916, la fórmula radical Yrigoyen-Pelagio Luna vence y hace llegar por primera vez al gobierno al partido de Alem.
En 1922 nuevamente triunfó el radicalismo. Pero esta vez llegaba a la presidencia un hombre de costumbres totalmente distintas a las del caudillo: el doctor Marcelo T. de Alvear.
Tras las elecciones de 1928, Yrigoyen retornó a la Casa de Gobierno junto a su vicepresidente Enrique Martínez. Como retuvo la conducción del partido, pasó a definirse a los irigoyenistas como personalistas, en tanto que los radicales no yrigoyenistas —que acaudillaba Alvear desde la distancia— fueron motejados como antipersonalistas.
Luego de la revolución del 6 de septiembre de 1930, que derrocó a Yrigoyen, el radicalismo inicia un lento reordenamiento y en 1931 establece el voto directo interno de los afiliados para la elección de autoridades y candidatos. En 1935 triunfa en Córdoba, en las elecciones para gobernador, el radical Amadeo Sabattini. A fines de 1944 se polariza una nueva corriente interna: el Movimiento de Intransigencia y Renovación, que se constituye formalmente el 4 de abril de 1945, en Avellaneda. Enfrentado al unionismo alvearista y a otras corrientes concordancistas, replanteó el yrigoyenismo y tuvo en un comienzo, entre otros, a militantes como Crisólogo Larralde, Ricardo Balbín, Oscar López Serrot, Francisco Rabanal, Moisés Lebenshon y Arturo Frondizi.
El radicalismo se divide definitivamente en la convención de Tucumán de 1957: el grupo balbinista se retira. La justicia electoral reconoce al balbinismo bajo el nombre de Unión Cívica Radical del Pueblo y al frondizismo como Unión Cívica Radical Intransigente. Ambos partidos se trasformaron en adversarios políticos irreconciliables. Derrocado Frondizi en 1962, la UCRI se dividió al formar el presidente depuesto el Movimiento de Integración y Desarrollo, MID.

Conservadorismo
En sus orígenes, el conservadorismo tenía distintos nombres: Partido Autonomista, Partido Demócrata, Cívico (mitrista), Principista (los no alineados en el mitrismo). El movimiento conservador puede dividirse en tres ciclos: de 1852 a 1916, de 1916 a 1930 y de esta última fecha a la actualidad. Durante el primer ciclo los conservadores gobernaron en el orden nacional y con absoluto predominio en las provincias.
Algunos historiadores afirman que el primer presidente conservador fue Santiago Derqui, pero todo parece indicar que la organización conservadora, bajo la forma partidista, nace en 1862 con la presidencia de Bartolomé Mitre, luego de la batalla de Pavón y bajo el nombre de Partido Nacional.
Cuando Yrigoyen es electo presidente por segunda vez, el conservadorismo había formado el Frente Único, que llevó como candidatos a Leopoldo Melo y Vicente Gallo. Resulta indudable, por otra parte, la participación conservadora en el golpe de 1930, encabezada por el ex diputado conservador salteño José Félix Uriburu. Existía por entonces la Federación Nacional Democrática (Rodolfo Moreno, Antonio de Tomaso, Miguel A. Cárcano). La Federación deja de existir al encontrar fuerte oposición en el poderoso Partido Conservador de la provincia de Buenos Aires. Se va estructurando, entonces, el Partido Demócrata Nacional, que agrupa e los partidos conservadores, demócratas, liberales, autonomistas y grupos menores.
El movimiento militar de junio de 1943 permite que se forme, en 1946, la Unión Democrática, en la cual se halla el Partido Demócrata Nacional. De 1946 a 1955 los conservadores sufren distintas crisis internas, que los debilitan considerablemente. A partir de la revolución de 1955 se insinúa una profunda división, máxime ante el documento político de Vicente Solano Lima, en el cual exhorta a una política de paz, amnistía y conciliación. El Partido Demócrata Nacional se diluye en pequeños partidos provinciales. Producido el derrocamiento de Frondizi, se funda la Federación de Partidos de Centro. Con la institucionalización de 1972, los grupos conservadores vuelven a actuar divididos. El Partido Conservador Popular ingresa en el Frejuli. Los fuertes partidos del interior se integran en la Alianza Republicana Federal. Por último, hubo un intento de otras fuerzas conservadoras de lograr un partido nacional a través de Nueva Fuerza.

Socialismo
El 28 de junio de 1896 se realizó el primer congreso del Partido Socialista, al cual acudieron 19 agrupaciones socialistas y 11 sociedades gremiales. En 1893 Juan Bautista Justo, Augusto Kuhn, Esteban Jiménez e Isidro Salomó fundan el periódico partidario La Vanguardia. En abril de 1894 se fusionan en el Partido Socialista Obrero Internacional el grupo de habla española Agrupación Socialista, el francés Les Egaux y el italiano Fascio del Lavoratori. Su primer Comité Central estuvo formado por José Ingenieros, Eneas Ariente y Aníbal Canavesio. A partir de octubre de 1895 se llamará Partido Socialista Obrero Argentino y su primer comité ejecutivo estuvo integrado por Justo, Arienti, Adrián Patroni, Juan Schaefer, Ingenieros, Lebrón, Muller, Aníbal Canavesio, Emilio Onrubia y Miguel Pizza. Se decidió concurrir a las elecciones de 1896, en las cuales la primera lista de candidatos a diputados nacionales que presentó el socialismo estuvo integrada por Justo, Patroni, Germán Avé Lallemant, Schaefer y Gabriel Abad. Se votó en medio de un fraude que fue calificado por la prensa de "escandaloso", y al Partido Socialista se le adjudicaron 138 votos, mientras que el conservadorismo, bajo el nombre de Acuerdistas, obtuvo 6.965 y el radicalismo 5.258 sufragios.
A partir de esa época los socialistas son perseguidos por la policía. Ya se aplicaba la ley de residencia, por la cual el gobierno podía expulsar del país a cualquier extranjero acusado de delinquir o promover desórdenes. La ley era aplicada casi exclusivamente para expulsar socialistas y anarquistas. En 1910, ante la falta de garantías públicas, el Partido Socialista realiza un congreso extraordinario en Montevideo. El Comité Ejecutivo estuvo compuesto por Eduardo Perrini, De Armas, Enrique Dickmann, Cúneo, Alfredo Palacios, Rosáenz y Mario Bravo. Para la mesa directiva fueron elegidos Justo, Antonio de Tomaso, Carlos N. Caminos y Alberto Maya. En las elecciones del 10 de abril de 1898 el socialismo presentó candidatos a diputados nacionales. Luego de un fraude total, se le adjudicó al socialismo 105 votos, en un comicio en el cual se comprobó que un elector votó 108 veces.
En las elecciones del 9 de marzo de 1904 la barriada de la Boca elige a Alfredo L. Palacios por 840 votos, convirtiéndolo en el primer diputado socialista de América.
A partir de la Ley Sáenz Peña, el Partido Socialista se nutre de figuras jóvenes como Américo Ghioldi, que en 1917 tenía 18 años. Otras incorporaciones importantes son las de Silvio Ruggeri y Alicia Moreau de Justo.
En 1927 el socialismo sufre la primera de las muchas divisiones que experimentará en su larga historia. Un grupo encabezado por Antonio de Tomaso, Federico Pinedo y Roberto Noble funda el Partido Socialista Independiente. En 1930 se producen dos hechos de significación: Palacios retorna al Partido Socialista y los principales dirigentes del grupo Independiente colaborarán estrechamente con el gobierno de Uriburu y con el de la Concordancia, que luego encabezará el general Agustín P. Justo.
En 1957 el Partido Socialista elige la fórmula presidencial Alfredo Palacios - Carlos Sánchez Viamonte. Se llega con el partido unido a las elecciones que gana Arturo Frondizi, pero ya se advierten dos secretarías, que en la práctica habla de dos partidos: la secretaría Muñiz, para el sector más izquierdista, y la secretaría Solari, para la corriente ghioldista. A fines de 1958 !a división es un hecho: el sector ghioldista se denomina Partido Socialista Democrático; el palacista se llama Partido Socialista Argentino, que en 1972 cambiará su nombre por el de Partido Socialista Popular. Pero en este último se producirá también una nueva división, al crearse el Partido Socialista de Vanguardia, de efímera vida, sucedido por el Partido Socialista de los Trabajadores, fundado por Juan Carlos Coral.

Democracia Progresista
La democracia progresista fue uno de los resultados de la Revolución del 90. Y es alrededor de la figura de Lisandro de la Torre que surge en 1908, en Santa Fe, la Liga del Sur, el antecedente más nítido de la democracia progresista. En la primera junta ejecutiva de la Liga figuraban, a parte de De la Torre, Juan Castagnino, Enrique Thedy y Felipe Carreras. De todos modos, la fecha fundacional de la democracia progresista, es formalmente la del 14 de diciembre de 1914, en una reunión celebrada en el hotel Savoy, donde estaban presentes, entre otros, José María Rosa, Felipe Arana, Indalecio Gómez, Norberto Quirno Costa, Carlos Ibarguren, Estanislao S. Zeballos, Benito Villanueva y Mariano Demaría.
El 27 de diciembre de 1915 se reúne la convención partidaria en el Teatro Coliseo, y de allí surge la fórmula De la Torre - Carbó. A poco, el sector conservador del nuevo movimiento se separa. Una anécdota curiosa: Lisandro de la Torre quería que el partido se llamara simplemente Progresista, pero Joaquín V. González le adosó lo de Demócrata.
Es en Santa Fe, en 1921, donde la democracia progresista plasma la esencia de sus ideas, en el seno de la Convención que reforma la Constitución provincial. Esa carta constitucional tenía algo difícil de digerir en la época: la separación de la Iglesia y del Estado. Las presiones hicieron que se vetara la Constitución del 21.
Una sola oportunidad tuvo la democracia progresista de gobernar. Fue con el gobierno de Luciano F. Molinas, en Santa Fe. Resultó un buen gobierno, pero el poder central intervino la provincia. Entretanto, los profundos conflictos que nutrían el espíritu aguerrido de De la Torre lo llevaron al suicidio, en enero de 1939. Lo sucedió Mario Antelo en la conducción partidaria, y a éste Vicente Pomponio, pero en 1945 Luciano Molinas fue consagrado secretario general. En 1946 la democracia progresista integró la Unión Democrática. En Santa Fe resultó consagrado diputado nacional Mario Mosset Ithurralde, único legislador partidario, ya que Horacio Thedy, por 35 votos de diferencia, no pudo llegar al Congreso. Durante el gobierno peronista el partido mantiene una actitud abiertamente opositora. Tras la caída de Perón, en 1955, el partido integra la Junta Consultiva Nacional, en cuyo transcurso se acrecienta la figura de Thedy, quien en 1957 es consagrado convencional constituyente junto a Camilo Muniagurria, José Antelo, Luis Sgrosso y Luciano Molinas. En 1963 el partido proclama a Pedro Eugenio Aramburu como candidato extrapartidario, lo cual volvió a repetir 10 años después con Francisco Manrique. Aramburu y Thedy hacen una buena elección, pero no lo suficiente para vencer, aunque 12 diputados nacionales de la agrupación acceden al Parlamento, otros 43 legisladores ocupan escaños provinciales y se consiguen 90 intendencias. En 1965, Thedy es elegido diputado nacional y en 1970, junto con su pariente Manuel Rawson Paz, acomete una empresa que culmina en noviembre con un documento histórico: La Hora del Pueblo. Los avatares electorales de 1973 producen un rompimiento: el sector dirigido por Rafael Martínez Raymonda domina la convención partidaria y consagra a Manrique candidato para una alianza interpartidaria. Luciano Molinas y otros dirigentes, se alejan del partido. La muerte del senador Muniagurria, luego la desaparición de Molinas, los disensos políticos internos, van provocando un estado de crisis.

Comunismo
El Partido Comunista Argentino nació dos meses después de triunfar la Revolución Rusa. Se originó en la izquierda marxista que ya se había formado a partir de 1912 en el seno del viejo Partido Socialista Argentino. De todos modos, las condiciones favorables para la formación de la organización sindical y política de la clase obrera surgieron en el período 1880-1900. En 1878 había tenido lugar la primera huelga obrera del país, al constituirse la Unión Tipográfica. El 1º de mayo de 1890 se celebra por primera vez el Día del Trabajo, organizado por el Comité Internacional Obrero, en un mitin al que asisten tres mil personas, y que se celebró en el Prado Español. El principal impulsor de esta jornada fue Augusto Kuhn, fundador del Partido Comunista Argentino (fallecido en 1942) y uno de los principales difusores de Marx y Engels. El estallido de la Revolución Rusa de 1917 fue definiendo las posiciones de los distintos grupos marxistas actuantes en el país. Los enfrentamientos ideológicos derivaron en la formación del Partido Comunista, que en su primera etapa —a partir del congreso de los días 5 y 6 de enero de 1918— se denominó Partido Socialista Internacional. En diciembre de 1920 adquiere su nombre definitivo.
José Penelón, a la sazón concejal y uno de los fundadores del Partido, encabezó una línea distinta, expresada hacia la socialdemocracia. El caso Penelón produjo una profunda crisis interna, sobreviniendo después, tras la caída de Yrigoyen, un extenso período de ilegalidad. Recién en 1944 el comunismo vuelve a la legalidad y resuelve su participación en la lucha comicial, integrando la Unión Democrática en 1946. A poco de asumir Perón el poder, se concretó e! XI Congreso partidario, fijándose la posición del comunismo en el sentido de que se desarrollarían las actividades dentro de la Constitución y las leyes. Las crisis internas pudieron ser superadas por la mano firme de Victorio Codovilla, quien condujo al comunismo local durante extensos períodos, casi hasta su desaparición, acaecida en Moscú en 1972. A fines de 1973, Ernesto Giúdice, una de las figuras prominentes del comunismo vernáculo, renunciaba al partido tras una extensa militancia.
Actualmente el partido tiene aproximadamente 100 mil afiliados.

Peronismo
Ramón Castillo, sucesor de Roberto Ortiz, debió dejar el poder por consecuencias de la revolución del 4 de junio de 1943. La cúpula militar, orientada ideológicamente por el GOU, ha puesto en la presidencia al general Edelmiro J. Farrell. El GOU (Gobierno - Orden - Unidad, Grupo de Oficiales Unidos o Grupo Obra de Unificación) es un movimiento cuyo origen atribuyen algunos al propio Perón, quien lo habría fundado en Mendoza a su regreso de una misión en Italia.
Lo cierto es que la gestión de Perón irrita cada vez más a sus oponentes, que presionan para que sea separado de todos sus cargos: vicepresidente, ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión. Tras su renuncia, el coronel Perón es detenido y confinado en la isla Martín García. El triunfo momentáneo que representaba el encarcelamiento de Perón hizo perder la prudencia a sus opositores: la clase patronal anunciaba sus propósitos de desconocer las conquistas sociales obtenidas. ¿Quiénes fueron los artífices del 17 de octubre de 1945? El movimiento obrero organizado y Eva Perón. La huelga general decretada por la CGT para el 18 y 19 es adelantada espontáneamente por las bases, que se dirigen casi unánimemente al lugar donde muchas veces oyeran la palabra de Perón —la Plaza de Mayo— para reclamar no sólo su libertad, sino su presencia.
Una vez en la Plaza de Mayo, la gigantesca movilización forzó al gobierno a traer a Perón libre desde Martín García, y al caer la noche éste hablaba en la plaza.
Luego de una rápida campaña electoral, el 24 de febrero de 1946 Perón triunfa en las elecciones. El 4 de junio asume el mando. Lo ha llevado a su cargo el Partido Laborista, ideado en la CGT para la contienda comicial. Esa agrupación lleva al Congreso a 34 legisladores obreros.
La primera acción de gobierno consiste en una campaña contra la carestía de la vida, que emprende del brazo de la CGT. Las conquistas sociales cimientan cada vez más al gobierno peronista, que contará con el apoyo de la masa para imponerse ampliamente en los comicios de 1951. En su segundo gobierno, el peronismo acentúa los beneficios sociales: jubilación, vacaciones pagas y turismo social obrero, aguinaldo, jornada de 8 horas, dignificación del servicio doméstico y gastronómico, instauración de las comisiones paritarias, ley de asociaciones profesionales.
En 1952 fallece Evita. Tres años después, el 16 de setiembre de 1955, un golpe militar abate al gobierno. Los subversivos ventilan un conflicto Iglesia - Estado. Es que el Vaticano intentaba en la Argentina la formación de un partido demócrata cristiano, que genera un tironeo que abarca a la educación y el culto. Queda abolida la enseñanza religiosa en las escuelas, se implanta el divorcio, el 20 de mayo de 1955 se aprueba la separación constitucional de Iglesia y Estado. El 16 de junio estalla una rebelión que sólo lleva adelante la Marina, comandada por el contralmirante Aníbal Olivieri. El bombardeo a la Plaza de Mayo, la masacre de civiles, provocan la reacción popular que por la noche engendra cruentas represalias: la quema del Jockey Club y de varios templos. Sin embargo, en el lapso de junio a setiembre, Perón lanza consignas de pacificación, invita al diálogo entre jefes políticos, abre las puertas de las radios y garantiza las libertades públicas. Pero la revolución estalla y con la asunción del nuevo gobierno comienza la represión del peronismo, que durante largo tiempo se verá obligado a actuar en la clandestinidad. El 9 de junio de 1956 brota una contrarrevolución, comandada por los generales Valle y Tanco. La insurrección es abortada y reprimida sangrientamente. En las elecciones de 1958 el peronismo tiene orden de votar la fórmula Arturo Frondizi - Alejandro Gómez. Las relaciones entre la masa justicialista y el nuevo presidente pronto deriva nuevamente en persecuciones, que más o menos esporádicamente se repiten durante los gobiernos sucesivos. Todos los vaivenes parecen conducir a una sola cosa: Perón debe, puede, tiene que regresar. Y retorna el 17 de noviembre de 1972. Surge prontamente el Frente Justicialista de Liberación, que se impone en las elecciones del 11 de marzo del año siguiente.

Democracia Cristiana
Si bien la democracia cristiana argentina es una de las corrientes
políticas más jóvenes del país en cuanto a su organización como partido, el rastreo de antecedentes viene de muy lejos. Ya en la década del 80, en el siglo pasado, se formaba el partido Unión Cívica, entre cuyos fundadores figuraban José Manuel Estrada y Pedro Goyena, que se disuelve para ingresar la mayoría en la Unión Cívica de la Juventud. En 1902 surge la Liga Democrática Cristiana. El 1º de mayo de 1911 se funda la Unión Democrática Cristiana, presidida por Pedro Tiesi, y en la que militan el ingeniero José Pagés y el doctor Juan S. Valmaggia. En 1927, a instancias de Pagés, se forma el Partido Popular, que se disuelve en 1945 ante las presiones de la derecha católica. En 1939 se funda la Unión Demócrata Cristiana, y al año siguiente, en Córdoba, la Unión Federalista Demócrata Cristiana y la Unión Democrática Cristiana. En ambos grupos militan Juan José Torres Bas, Teodosio Pizarro, Horacio Jorge Sueldo. Más tarde surge en la Capital Federal el Movimiento Social Democrático, en cuyas filas actúan Lucas Ayarragaray, Salvador Busacca y el crítico de espectáculos Jaime Potenze. En 1947 trabajan en la democracia cristiana de Tucumán el licenciado Carlos Imbaud (más tarde gobernador de esa provincia bajo la presidencia del general Roberto Marcelo Levingston, luego diputado nacional justicialista). En 1950 se funda en Córdoba el Ateneo Social Cristiano, con la participación de José Antonio Allende, Pizarro y Agustín Caeiro. El partido se constituye formalmente en julio de 1955, y su primer documento (el día 13) es la respuesta al llamado de Perón a la concordia nacional. Varios militantes democristianos, como Sueldo, son comandos civiles en la Revolución Libertadora. En 1956 y 1957 los democristianos inician su embestida en contra de la enseñanza laica y el revanchismo político. En noviembre de 1957 se elige la fórmula presidencial Ayarragaray - Sueldo, que obtiene casi 300 mil votos y varios legisladores provinciales, ediles e intendentes. A partir de 1962 comienza a formarse, especialmente en el interior, el entendimiento electoral con grupos del peronismo. Al producirse la llegada al poder de Onganía, un grupo democristiano encabezado por José Antonio Allende y Enrique de Vedia, decide abandonar el partido por considerarlo una herramienta perimida. Se agudizan las diferencias entre Allende y Sueldo.
Producida de hecho la división, se plantea el problema de derecho cuando el gobierno del general Lanusse convoca a la organización de los partidos políticos con el objeto de llamar a elecciones. Mientras el grupo de Sueldo señala que el partido le pertenece por haberse retirado de él el sector antagónico, el liderado por Allende afirma contar con la mayoría de los dirigentes. El fallo final de 4a justicia otorga el reconocimiento a ambos sectores. La agrupación de Sueldo se llamará Partido Revolucionario Cristiano; la de Allende, Partido Popular Cristiano. El primero decide integrar la Alianza Popular Revolucionaria. El segundo, el Frente Justicialista de Liberación.
Lo notable de esta última etapa política de la democracia cristiana es que, sin contar con un caudal electoral propio de mayor consideración, volvió a ser ponderable a la hora de la institucionalización. La brecha que separa a los dos sectores es muy amplia y nada hace prever modificaciones del statu-quo, que significa una marcada y notoria diferenciación ideológica.

Los Partidos Provinciales
Luego del derrocamiento de Perón en 1955, en muchas provincias hubo dirigentes que prefirieron armar sus propias estructuras, sin hacer mayor caso de los delegados personales de Perón. A esta tendencia se la definió como neoperonismo, y a ella respondió el Movimiento Popular Neuquino, fundado por Elías Canaan Sapag, electo senador nacional en 1963 y diez años después nuevamente. Las elecciones del 11 de marzo de 1973 en Neuquén demostraron que el criterio local era sapagista.

• En 1963 Ricardo Durand funde en Salta el Movimiento Popular Salteño, que le da el triunfo en las elecciones gubernamentales. Más tarde, Durand prestó su apoyo a la Confederación de Partidos Provinciales y fue así que se lo consideró otro líder del neoperonismo. Derrocado Illia, Durand colabora con el ministerio de Bienestar Social durante la gestión de Onganía. En las elecciones de 1973 su partido no apoyó a nadie en el orden nacional y salió segundo, frente al peronismo, en el orden local.

• Triunfante el golpe de 1955 contra Perón, un sanjuanino, Leopoldo Bravo, se instala en su provincia al frente de la Unión Cívica Radical Bloquista. En las elecciones de 1962 se impone como gobernador. En 1964 Bravo se acerca a los partidos provinciales neoperonistas y apoya a la Confederación de Partidos Provinciales. Augusto Vandor señala públicamente que Bravo "juega con la camiseta peronista". Durante la gestión de Onganía, Bravo se trasforma en un permanente crítico de ese gobierno. Con el arribo de Lanusse al poder y desde su ingreso en La Hora del Pueblo, Bravo cambia sustancialmente y termina sus diatribas contra el gobierno militar. El 29 de diciembre de 1972 acepta ser candidato a vicepresidente de la Nación por la Alianza Republicana Federal, junto al brigadier Ezequiel Martínez, pero a la vez figurará en su provincia como primer candidato a senador nacional, puesto que finalmente obtiene.

• En febrero de 1971 el ex radical Ismael Amit funda el Movimiento Popular Pampeano, siendo candidato a gobernador en las elecciones de 1973, apoyando su partido a la Alianza Popular Federalista. A partir de noviembre de 1973 Amit trabaja para que la Confederación Popular Federalista ensanche su actividad política nacional sin depender de Manrique.

• Anunciada la etapa "de la institucionalización por Lanusse, el ex radical Celestino Gelsi funda en Tucumán la Vanguardia Federal de Tucumán, que colabora con la Confederación Popular Federalista, la cual ingresa en la Alianza Popular Federalista para apoyar a Manrique. Gelsi logra en Tucumán el segundo lugar en las elecciones del 11 de marzo y obtiene un senador nacional, dos diputados nacionales y la primera minoría de la legislatura provincial.

• En 1968 el ex peronista Horacio Guzmán constituye el Movimiento Popular Jujeño, reconocido como partido político bajo el gobierno de Lanusse. En 1971 Guzmán exhorta al ministro del Interior, Mor Roig, a dialogar con los partidos del interior y trabaja arduamente por la Confederación de los Partidos provinciales. En las elecciones de 1973 apoya la candidatura de Francisco Manrique, y en la provincia obtiene el segundo lugar, detrás del peronismo. Su hija Cristina Guzmán de Andreussi resulta electa diputada nacional. A fines de 1973, Guzmán se aparta de la conducción de Manrique y trabaja actualmente para formar una gran fuerza federalista.

Revista Siete Días Ilustrados
10.06.1974

 

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