Tania regalará al público de tierra adentro la consagrada y querida emoción de sus canciones

Pocas parejas más queridas que Tania y Discepolín, porque no es posible nombrar por separado lo que el amor, el talento, el buen gusto ha unido hace muchos años. Se le quiere con idéntico cariño, respetando en aquélla sus grandes condiciones de actriz y en éste su continua posición de realizador por la cual es una de las más grandes figuras de nuestros autores de canciones porteñas, logrando con todas y cada una un verdadero y permanente suceso. Así como actor de garra indudable, de intuición que esconde detrás una sonrisa de hombre bueno, como dispensándole a la vida un mundo que glosa su amargura y exalta su condición de poeta.
Charlamos con Tania en su casa, en su magnífico piso, donde todos sus amigos tienen una casa. Y ser amigo del popular matrimonio es mucho más fácil que aprender ajedrez o iniciarse en la poesía neosensible: a los pocos minutos, el don de gentes de ambos conquista a todos, de suerte que se tiene la impresión de conocerles desde años.
Pese a que la nota es — la siempre merecida nota— para Tania, se apresura a hablarnos de Discepolín:
—Ustedes saben... Está filmando "Yo no elegí mi vida", junto a Arturo de Córdova.
Pero su sentido de la modestia sin chiches, le hace omitir que el argumento pertenece a Enrique. Que es magnifico y que junto al popular astro mejicano representa un papel idéntico en jerarquía y responsabilidad, ¿Puedo extrañarnos? Son tantas y tan comunes las evidencias del talento de Discépolo, que ya no hay sorpresas tratándose de él. Que todo lo aceptamos, porque en todo ha estado siempre magnífico, brillante, personalísimo. Bueno, puede decirse como de aquel personaje de las peñas españolas que "por dentro es miga de pan". Y Discepolín continúa en Tania, en la actriz, en la cancionista, en la mujer inteligente, su espíritu, su mundo, su conquista suprema.

EXITO ULTIMO
El último éxito de ambos fué en Goyescas, donde Tania volvió a lucir como cancionista, en tanto Enrique ''charlaba" con el público. Y siempre la emoción del tango era la emoción del autor. El aplauso que acogía a la cancionista magnífica, continuaba luego, hecho salva, con los asistentes de pie, junto a su mesa, para Discepolín.
—¿Qué proyectos tiene, Tania?
—Muchos. Pero también lo saben...
—En parte. Por ejemplo, que han arrendado la boite de Punta del Este
—Es verdad...
—¿Cuándo se presentará en ella?
—Para las próximas navidades. Muy pronto.
Pero Tania no estará obligada por horarios a cantar a determinada hora, sino cuando lo sienta. Cuando lo quiera. Discépolo, por su parte, será siempre otra atracción, aunque no cante — ¿no cantará un día?— aunque no hable.

PROBABLE GIRA
El extraordinario éxito del Goyescas determinó una afluencia de demandas para la popular cancionista.
Giras y más giras.
—En efecto, se daba como segura su labor, aunque breve, en Mar del Plata, Córdoba, Rosario...
—No sé si podré realizarla. No es razón de voluntad, sino otras de tiempo. Para mí es siempre un renovado placer, mejor dicho, una emoción renovada presentarme al público. Pero en esta ocasión han vuelto a ofrecerme en Goyescas realizar, aunque más no fuera, un mes más de labor...
—Ah...
—Y a la verdad, han sido tan gentiles en dicho establecimiento, debo tantas atenciones al público, que me cuesta rechazar...
Sí. Tania teme, lo adivinamos, que alguien crea que no actuará el tiempo solicitado, por entender más brillante ese negocio. Quienes la conocemos sabemos lo absurdo. Si hay una actriz capaz de cantar, de representar, de ser siempre y gratuitamente una acabada expresión de belleza, es Tania. No hay necesidad de detalles: el cariño y la admiración con que se te distingue aportan más que suficientes.

RADIO Y TEATRO
Una temporada radial y teatral sin Tania pareciera no estar completa. El corriente año, sus muchos compromisos le impidieron presentarse en escena, como en el anterior, cuando ofrecieron en el Politeama ese nuevo alarde de talento y buen gusto con "Wunder-bar". Pero en la temporada próxima...
—¿Está ya contratada ? — preguntamos.
—Aún no. No he querido apresurarme esta vez. Tengo algunas propuestas en estudio. Pero puedo asegurarles que el año próximo haré teatro.
—¿Y radio?
—También.
No sabe aún en qué sala se presentará. Ni en qué broadcasting. Pero tiene ofertas de varios empresarios, así como de nuestras más populares broadcastings. Promesa firme de que nuevamente llegará al micrófono su "decir" inimitable, su personalidad exquisita.

EN PLENO SUCESO
Tania duda, pues, sobre lo que hará. Si aceptará retomar por breve tiempo al Goyescas o aceptar, por breve tiempo también, alguna de las giras propuestas.
Pero, de todos modos, muy pronto estará de nuevo ante el público.
Magnífico. El público todo. Sin distingos. Sin planos. Tanto en el de tierra adentro como frente a sus admiradores porteños, que, proclamando su cariño y admiración unos y otros, han escuchado la mayoría de las canciones de su repertorio, de pie, rindiendo así un homenaje más puro, más grande que el que tras cada interpretación rubricarían los aplausos...
—Ya ven ustedes —continúa gentilmente— que bien puedo decir que soy una mujer feliz.
—Por supuesto. Con una felicidad que no es exclusivamente suya, puesto que la prodiga usted hecha arte, canción, gracia...
—Es que la verdadera, o una de las más positivas formas de felicidad, es dando. La generosidad nos hace buenos, cordiales. Dejar, entregar, dar algo nuestro es la posibilidad de que un día nos recuerden con una sonrisa...
Pero Tania está mucho más allá de todo ello. Es algo más que une posibilidad : una realidad concreta, firme, fundamental. No solamente se le recuerda siempre, sino que siempre quiere contemplársela, escucharla, oírla. Como actriz y como mujer ha logrado en la vida, sin distingo alguno, algo más difícil que hacerse admirar: el cariño de todos, que dice de su presencia espiritual en el corazón del público.

Revista Radiolandia
23-10-1948

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