Un clavo ardiente en la geografía argentina
El
periplo del ministro de Economía de Tucumán, contador José María
Nougués, se aproxima a su ocaso junto con la terminación de 1968.
A partir del lunes último cobraron cuerpo las versiones de una
crisis de gabinete y de su segura renuncia. Al finalizar la semana
circulaba en la capital norteña el nombre del candidato a
reemplazarlo: Esteban Márchese (ex profesor del propio Nougués en
la Facultad de Ciencias Económicas).El alejamiento de José María Nougués se atribuye a dos presiones coincidentes. La primera provendría del secretario de Industria y Comercio Interior de la Nación, ingeniero Raúl J. Peyceré, quien no toleraría que el ministro de Economía tucumano haya intentado ejercer una política azucarera de corte distinto al impulsado desde Buenos Aires. La otra provendría del secretario de Gobierno, doctor Mario Díaz Colodrero: juzga (se asegura) inconveniente que un miembro del poderoso "grupo Nougués" (propietario de ingenios) conduzca la economía provincial. Los analistas asignan poco valor a esta argumentación: antes de ser ministro, Nougués integraba públicamente aquel grupo.
La crisis de gabinete (motivada por la crítica situación que atraviesa Tucumán) arrastraría también al ministro de Salud Pública, doctor Carlos Landa (un expositor por momentos barroco y brillante). Confesó su deseo de volver a su antiguo amor: la docencia universitaria. Pero observadores desapasionados comentan que el alejamiento del doctor Landa estaría determinado por las críticas que su labor desató en la Secretaría de Salud Pública de la Nación.
En los próximos dos meses la ya grave situación de desempleo puede alcanzar extremos críticos: terminan los trabajos temporarios financiados con fondos del Comité Operación Tucumán (ver Panorama Nº 84) y aumentarán los desocupados. En los círculos dirigentes de la
industria azucarera se manejan listas de ingenios que cerrarían: la cifra mínima sería cuatro, y tres de ellos, Santa Lucía, Bella Vista, Aguilares, parecen condenados desde ahora (tres años atrás había 27 ingenios, la última molienda la efectuaron 16; con los nuevos cierres quedarían solamente 12).
El fantasma de la desocupación estacional pasea normalmente por Tucumán hacia esta época (la zafra se realiza de junio a octubre), tras cinco meses de febril actividad. Es un problema de arrastre, que nació junto con la industria azucarera, allá por 1880. El cambio de estructura que se quiere imprimir a la provincia agravó la situación en las dos últimas zafras y amenaza romper el delicado equilibrio que le permitió a Tucumán orillar el caos social.
En 1967 se fijó una limitación a la producción azucarera: 105.000 hectáreas sembradas con caña, 420.000 toneladas de azúcar. Consecuencia inmediata: la desocupación alcanzó a 38.750 personas y el producto bruto anual de la provincia sufrió una merma de 6.400 millones de pesos.
Trasformación
La acción oficial para solucionar este problema se canaliza a nivel nacional a través del Comité Operación Tucumán, que se ocupa de los proyectos de radicación industrial. La provincia, por su parte, creó una secretaría de Trasformación (con rango de ministerio; la encabeza Ricardo Frías) con estos objetivos esenciales:
■ Formular proyectos de inversión con un objetivo a largo plazo: revertir el descenso del producto bruto provincial.
■ Realizar estudios de mercado en el Noroeste, complementado con trabajos similares sobre Bolivia, Chile y Paraguay.
■ Elaborar una mecánica de reactivación de ingenios cerrados sobre la base de producción no azucarera. Se estudia la posibilidad de instalar plantas de alimentos balanceados, glucamato monosódico y alcoholes (materia prima: la misma caña de azúcar). Las fábricas cuentan con equipos de energía de gran capacidad y con galpones, accesos y vías férreas utilizables para esos fines.
La Secretaría de Trasformación tenderá a asumir el papel del Comité Operación Tucumán. No será de inmediato: las funciones del COT terminan el 31 del corriente, pero ya existe criterio oficial establecido para prorrogarlas. El plazo no ha sido determinado todavía.
Trasformación no es la única novedad dentro del organigrama tucumano: se encarará, en breve, la creación de un ministerio de Bienestar Social, a imagen y semejanza del nacional.
Los que se van
En su "Carta a Tucumán", del 6 de julio último, la central obrera azucarera (FOTIA) lanzó una enérgica denuncia contra el gobierno (que no pasó del papel). "Con el pretexto de superar la crisis de superproducción azucarera —decía— ha cerrado y desmantelado nueve ingenios en la provincia". Y calculaba que los trabajadores tucumanos (y los de las provincias vecinas que participan en las zafras) fueron privados de ingresos anuales por valor de 4.720 millones de pesos.
El ex gobernador Celestino Gelsi sostiene: "El problema de la desocupación no se advierte tanto porque son muchos los que se han ido. En la cooperativa de FOTIA se ha dado de baja a 9.300 trabajadores que dejaron de cotizar por haberse ausentado de la provincia. A ésos, deben sumarse otros 11.000 obreros del surco que, según mis datos, han abandonado las zonas rurales".
El director del Comité Operación Tucumán, ingeniero Roberto Álvarez (porteño), consultado por Panorama, sobre el candente tema del desempleo, sintetizó así su opinión: "Contando la mano de obra permanente y transitoria de los ingenios y del campo, la cifra de los que quedaron sin trabajo oscila en los 15.000 o, cuando mucho, 20.000". Se basa para estos cálculos en las declaraciones juradas que presentan los ingenios sobre su personal ocupado.
Este año se produjo un fenómeno curioso: los trabajadores incluidos en los programas transitorios (reparación de caminos y otras tareas similares) no accedieron a volver a las labores de la zafra. Se les tuvo que garantizar que no perderían sus modestas ocupaciones (636 pesos por jornada de seis horas). Luego que concluyó la pasividad azucarera retornaron a los programas transitorios. Un paliativo que permite subsistir a algunos miles de familias. Pero, ¿qué sucederá cuando también desaparezcan estos programas? Tucumán es hoy un clavo ardiente en la geografía argentina.
PANORAMA, DICIEMBRE 24, 1968
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