La gran conquistadora: primero, Hollywood; y ahora, ¡Broadway!
Por MICKEY BURZACK
"ÉRASE una vez..
Exactamente igual que todas las fábulas... así comienza, también, esta poética fábula de Jean Giraudoux, que trata de una fabulosa criatura: una ninfa...
"Ella era Ondina, una niña espíritu, una niña duende, que habitaba en un lago, criada en la humilde choza de un viejo pescador. Ondina, extraña y fascinante criatura, hija del cielo y de las aguas, usaba de sus mágicos poderes para mantener en calma las aguas del lago mientras la frágil barquilla del viejo pescador salía para la pesca, en tanto que, cada día, le llenaba su red exactamente con 12 pescados..."
Y así discurre el encantador misterio de este hermoso poema con otros personajes y otros episodios, en un acontecer de amores, de dicha y de muerte.
Transportada al mágico ambiente del drama y del ballet, en los escenarios de Broadway, "Ondina" ha suscitado un éxito sin precedentes, de crítica y de público, confirmando definitivamente el amplio triunfo que su protagonista, la joven estrella Audrey Hepburn, había logrado al imponerse como la mejor actriz de 1953 en Hollywood. La noche de la "premiére" constituyó uno de los acontecimientos más sensacionales de la temporada teatral y social de Nueva York. Los críticos teatrales, ante la exquisita actuación de la Hepburn, con cabellos cortos a manera de ninfa y translúcidas vestiduras a modo de duende, se han empeñado en hallar nuevos calificativos para definir la gracia de esta joven actriz "mágica" y "fascinante"...
Audrey ha interpretado con originalidad y ha dicho con honda convicción su parte, impregnando la fábula de Giraudoux de una dulce frescura. Audrey Hepburn —al decir de un crítico—, "ha tenido el buen sentido y la originalidad de expresar la vieja fábula de la niña que ama a un caballero errante como si creyera hasta la última palabra en todo lo que decía..."
Después de sus consagraciones en la pantalla, con "La princesa que quería vivir" y en el teatro con "Gigi" de Colette, la delicada estrellita ha logrado una increíble culminación afrontando "Ondina", la cual merece ser considerada como la prueba máxima de sus maravillosas facultades artísticas. Pocos neoyorquinos podrán olvidar, después de haber visto esta "Ondina", con cuánta emoción y donosura ha encarnado Audrey el papel de la ninfa enamorada del Caballero Hans.
Revista Caras y Caretas
09/1954
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