BIAFRA
MIL MILLONES DE DOLARES, DOS MILLONES DE MUERTOS
—"Cuando la piedra cae sobre el huevo, pobre huevo".
—"Cuando el huevo cae sobre la piedra, pobre huevo".
El Inglés Lawrence Durrel coleccionó este proverbio chipriota totalmente aplicable a africanos de Nigeria y Biafra.

Que la semana pasada concluyeron una guerra que costó 2 millones de muertos —principalmente dé hambre, casi todos biafranos— y donde los dos pueblos cumplieron prescripto papel de "pobre huevo".
Aparentemente, una lucha en extremo confusa se desarrolló en Nigeria —una de las más grandes naciones africanas, 55 millones de habitantes— cuando una de sus provincias, la del Este, se proclamó independiente del poder central el 30 de mayo de 1967, dándose el nombre de Biafra. Desde entonces estalló la guerra entre Nigeria —capital, Lagos; líder, coronel Gowon— y Biafra —capital, Enugu, jefe, coronel Ojukwu—.
Según la información corriente el caso Nigeria, como antes la cuestión Congo, representaba la imagen clásica de la incapacidad africana de crear un verdadero estado nacional. Serían los equivalentes —según esa óptica— de las republiquetas latinoamericanas. Conviene, sin embargo, ver qué hilos se mueven detrás de los sacudones de los pueblos subdesarrollados.

Historias
La información —o deformación más obvia muestra el caso Nigeria-Biafra como una "ancestral pelea de innumerables grupos raciales, mosaico de religiones, luchas tribales, bárbaras jerarquías, ignorancias y supersticiones". O sea: un universo ininteligible para el mundo blanco y que requiere necesariamente, ese orden blanco.
En el caso nigeriano existen, efectivamente, de 200 a 250 grupos étnicos. Entre las tribus hay cinco principales: houssas, un 18 por ciento de la población, religión musulmana, situada en el norte del país; fulani y kuwari, algo más del 10 por ciento de la población, también del norte; yoruba, con el 14 por ciento, habita el oeste; ibos, con 16 por ciento, en el este.
En cuanto a religión, aproximadamente la mitad del país es musulmana; el resto se divide en animistas y cristianos; éstos, a su vez, se reparten por mitades entre protestantes y católicos. El norte musulmán está organizado a la manera feudal; el fuerte cristiano se encuentra en el este, con base en la región de los ibos, con intentos políticos más avanzados: incipientemente nacionalistas, aspiraciones de burguesía nacional. Precisamente estos ibos, con apoyo de un sector de los yorubas, intentaron en dos ocasiones romper el dominio de los "imperialistas feudales houssas-fulani" —según definición de ibos. Primero: dieron un triunfante golpe de estado a cargo del general Ironsi (ibo) contra el primer ministro de Nigeria, Abukabar Twafa Balewa (enero 1966). Luego, el coronel Gowon —de la tribu houssa-—derribó a Ironsi y produjo masacre de ibos (mínimo 30 mil muertos, asesinados). Segundo: catorce meses después, el coronel Ojukwu— hombre clave de Ironsi— proclama la independencia del sudeste y crea el estado de Biafra.

Claridades
Esta oscura historia de tribus nigerianas se aclara cuando se acepta la presencia de otra tribu, llegada desde los mares (británicos; jefe: Reina Victoria; caudillo: sir George Goldie). Esto ocurrió en el siglo XIX: a los territorios del río Niger les cayó encima la "Era del aceite de palma", abundante en la región y materia prima de los jabones. Anglo-holandeses avanzaron resueltamente y sir George Goldie, a la manera de Drake, fue el padre-corsario de Nigeria. Con disgustante sorpresa: Sir George descubrió que los jefes ibos eran los verdaderos comerciantes monopolistas en la materia y menguaban su negocio. Don Jorge comprendió que tenía que sacarse de encima a estos casi burgueses nacionalistas y comerciar con los tradicionalmente flexibles sultanes del norte (houssas-fulani). La reina le dio cañoneras, los ibos fueron barridos, y su rey de nombre alegre (Ja Ja), pero tan pragmático comerciante como el mejor inglés, fue tratado al modo James Bond: narcotizado, embarcado y expedido a las Indias Orientales sin-jamás-retorno. A la vez, el secretario de Colonias del Imperio, previno a su colega francés: "Habrá guerra si alguien se entromete en la región de Nigeria de Goldie". En síntesis: los nigerianos feudales del norte pactaron y recibieron trato especial ("dominio indirecto"), o sea: apoyo a la dominación de sultanes y emires, a las cortes privadas, a harenes y sirvientes; no se permitieron misioneros ni sus escuelas. El sudeste (ibo) fue "protectorado directo", o sea: dividido en fracciones, evangelizado y aislado de todo contacto con el norte. De este modo, sir George controló el norte, extrajo el aceite y lo sacó al mar por el sur. Operación perfecta, que dio origen a la actual United África Co., anglo-holandés, que controla las industrias de trasformación (aceites, jabones, maderas), el comercio interior y la exportación de Nigeria.

Más claro
Los idos del sudeste, aplastados, por los ingleses, viven un proceso alucinante. Siempre son los más inteligentes, los más europeizados. Contrariamente cumplen dos papeles: por una parte, intentan ser el germen de una burguesía nacional, por la otra son los mejores empleados coloniales y, a la europea, despectivos del tribalismo feudal del norte. Simétricamente, los norteños tienden a representar cierto espíritu autóctono y desconfían profundamente de los avanzados ibos.
En 1960 Nigeria obtiene su independencia bajo la jefatura de Abukabar Tawafa Balewa que practica el sistema federativo, o de ciertas libertades y autonomías regionales (sistema que siempre recomienda Gran Bretaña —también Bélgica en el Congo—, nada afecta a los poderes centrales fuertes en sus ex colonias). Entretanto, otra plaga había caído sobre los nigerianos. Entraban en la "Era del Petróleo" —a partir de 1953— e Inglaterra, con la Royal Dutch Shell y la British Petroleum controlan el 50 % del petróleo nigeriano. En 1966, la producción aumenta locamente: un 53 %, y los consorcios internacionales tienen invertidos más de 1.000 millones de dólares en ese pedazo africano. A la vez los ingleses han cedido terreno a norteamericanos —con seis empresas—, a los franceses con la ERAP, y a italianos de ENI. La crisis de Medio Oriente hace apetecible el petróleo de Nigeria.
Políticamente, el gobierno Balewa intenta el fraude para perpetuarse. Luego de forcejeos toma el poder el general Johnson Aguiyi Ironsi, apoyado por jóvenes oficiales ibos; Balewa es fusilado, los ibos fuerzan un tipo de gobierno rígidamente unitario (más que centralista) y copan masivamente la administración. A la vez, exigen mayores regalías a las compañías petrolíferas, por dos razones: cierto nacionalismo y porque la mayoría de los pozos (75 %) se encuentran en territorio ibo. Este triple y compulsivo intento (nacionalismo-unitarismo-localismo) produjo el contragolpe del houssa coronel Gowon con desplazamiento —a veces muerte— de 400 oficiales ibos y verdaderos progroms en la población. Enseguida, réplica de Ojukwu: independencia de Biafra.

Clarísimo
El gobierno de Ironsi dejó marcado al del houssa Gowon. Este también tuvo que jugar cierto nacionalismo y pedir mejores condiciones a los consorcios extranjeros. O sea, los viejos feudales se ponían fastidiosos. Los ingleses, en consecuencia, apoyaron a Nigeria sin enemistarse demasiado con Biafra, pagándole derechos por su petróleo cuando fue indispensable. En el parlamento británico se dijo con franqueza nacional: "Estamos montados sobre dos caballos" Y esa postura fue compartida, en esencia, por las grandes —inmóviles— potencias. Casi nadie apostaba al éxito de Biafra. Pero todos esperaban la descomposición del gobierno de Nigeria, o su ablandamiento; en suma, la terca resistencia de Biafra —que no podía ganar— facilitaría las presiones posteriores de los grandes inversores sobre Nigeria. Y así los Grandes contemplaron el feroz encuentro africano.
•¿Cuando la guerra se inclinó a su favor, Gowon fue menos exigente con los consorcios extranjeros, ingleses especialmente. Pidió más armas para liquidar biafranos y pospuso regalías para sus pozos. Los británicos aprobaron la tesis del "Quick Kill", o "matar más rápido". Por razones humanitarias y para ahorrar vidas, claro. Londres envió armamento a Lagos; Gowon, que bloqueaba los puertos de los rebeldes no obstaculizó la salida del petróleo biafrano para británicos y asociados. Era el orden.
• En esos juegos la URSS apoyó a Nigeria. Razones: ventas de armas al contado; detener la influencia china en África (y su apoyo a Biafra); no chocar con el mundo árabe, que apoyaba a Nigeria; penetrar en alguna medida, en la situación africana. Los franceses, con intereses en ERAP y política de "grandeur" golista jugaron por Biafra (versus el viejo adversario anglosajón).

A plena luz
En patético final el coronel Gowon, educado en la escuela militar de Sandhurt, donde obtuviera su grado militar Winston Churchill, derrotó al coronel Ojukwu, historiador egresado de la universidad de Cambridge. Políticamente se ha evitado una nueva balcanización africana. Económicamente, el petróleo queda, en más del 50 %, en manos inglesas, las regalías no serán aumentadas, y nuevas sucursales bancarias de la city se instalan en Lagos, capital de la triunfante Nigeria. Todo en orden. Con 2 millones de africanos muertos, y masacres que comienzan. También se ha visto qué hilos manejan los sacudones de los países subdesarrollados. Historias que coinciden con el proverbio de la piedra y el huevo ("pobre huevo") que contara Durrell.
Revista Panorama
20.01.1

 

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