Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

El "TOPPER" y la DUDA
LO único que ha planteado el tiempo y la evolución de las cosas en lo que se refiere al sombrero de copa, el "topper" es solamente una duda: ¿tiene que ser negro o gris?
Y si se tiene en cuenta que el ambiente donde más se luce el "topper" es en la vieja y tradicional Inglaterra, tal duda debe considerarse extraordinaria. Dicen los ingleses que el sombrero de copa da personalidad al que lo lleva. Uno puede sombrearse la frente con una elegante galera negra, con la esperanza de que la gente lo tome por un oficial de la Guardia con licencia, o puede completar su elegancia llevando un decorativo "Hamburg" para que los demás piensen que recién sale del "meeting" diplomático de una Embajada Extranjera, pero si no está equipado con la personalidad
que a tal papel corresponde, se confundirá entre los miles de portadores de galeras y "Hamburg" de Londres.
Llevar el sombrero de copa es otra cosa. La gente sabe que este sombrero está estrictamente relacionado con determinados actos y ambientes, que los ingleses respetan religiosamente.
Doblar una mañana por St. James Street caminando bajo un sedoso "topper" supone una serie de actos envidiables: canjear los últimos chismes sociales con algunos socios del club "White's", o escribir una carta para el diario "The Times" sobre el exclusivo papel de "Boodle's". Y si una tarde de otoño uno se permite cruzar el Green Park ,con la cabeza protegida por un "topper", nadie dudará que está por participar a un "garden party" en el Palace.
Y aquí surge la duda. En este caso, ¿deba preferirse el negro o el gris? Lo cierto es que en los últimos años el "topper" gris ha ganado terreno. Se afirma que forma un bello contraste con el suave verde de los jardines y el brillo de las flores.
Para los que prefieren el negro, la duda se convierte en una pesadilla cuando en las carreras de Ascot, en el lugar reservado a la familia real y su séquito, quien es alguien (y generalmente todos lo son) vota por el gris y, además, para que no se interprete mal, lo acompaña con el jacquet gris ceniza.
Pero para quienes llevar el sombrero de copa es parte de sus obligaciones diarias, no hay nada mejor que un sombrero negro.
En Londres las grandes estaciones terminales cobran un aspecto especial cuando aparece el jefe de estación con su brillante sombrero de copa negro y su jacquet para despedir a un huésped importante.
Y los mensajeros del Banco de Inglaterra, y los porteros de los hoteles, y los estudiantes de Eton, los mensajeros privados de Su Majestad, el portero de St. James Park, todos están orgullosos de la tradición que les impone una tal codiciada prenda.
Hay dos negocios en Londres donde se pueden comprar sombreaos de copa finos. Uno está ubicado en St. James Street y el otro en Bond Street. En uno comprarán un sombrero gris para las carreras de Ascot y los "parties" al Palace y en el otro uno negro para la oficina.
Con los años el sombrero de copa se convierte cada vez más en un objeto tradicional, y eso para los ingleses es sagrado. Cuando los "Comet" vuelen sin causar molestias y cuando se supere la barrera del sonido andando en bicicleta, llevar el sombrero de copa será la máxima distinción. Al "topper" le sucede como a los vinos, que con el tiempo adquieren más valor.
¡Inefable Inglaterra! ¡Seguramente, en aquel entonces lo que no habrá cambiado será la duda: ¿tiene que ser gris o negro?

pie de fotos
-El "topper" del portero de Malborough Gate es una presencia familiar para los que asisten al cambio de guardia.
-El mensajero del Banco de Inglaterra usa sombrero de copa y frac
de color rosado.
-El portero del Dorchester Hotel, de Park Lane, adquiere dignidad con su sombrero de copa adornado de plumas.
-El jefe de la estación de Waterloo recibe a los pasajeros importantes con su inmaculado sombrero de copa y jacquet.
-Uno de los más antiguos negocios de sombreros para hombres se halla instalado en St. James Street desde 1759, no habiendo sufrido ningún cambio.

Caras y Caretas
09/1954

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