LOS SOMOZA REYES
Corría el 1840. En
Nicaragua había un pueblo llamado San Marcos, y en
San Marcos dos hermanos muy distintos. Anastasio
Somoza Reyes, dueño de una gran finca tabacalera y
muy rico, que no intervenía en la política de su
país ni lo necesitaba.
Tenía un hermano
mayor, Pedro Somoza Reyes. Pedro era bandolero de
profesión. A veces llegaba a San Marcos con sus
veinte hombres, bajaba del caballo y Anastasio
salía a abrazarlo.
Una escena cualquiera
del 1904 podía mostrar a Pedro contando sus
aventuras a su hermano Anastasio, ante la mirada
atenta y maravillada de un chiquitín de 10 años,
su sobrino. Ese chico era Anastasio Somoza García.
Le decían "Tacho".
LA VIDA DE "TACHO"
SOMOZA
Nació el 1º de febrero
de 1896. Viajó a Estados Unidos y se recibió de
perito mercantil en la Pierce School, de
Filadelfia.
Regresó a Nicaragua y
se dedicó al comercio con un capital otorgado por
su padre. Se casó con Salvadora Debayle, hija de
Luis H. Debayle, un médico de gran prestigio
social. Tuvieron tres hijos: Luis, Anastasio y
Lilián.
Pero antes de seguir
con la vida de "Tacho" conviene hacer un
paréntesis histórico.
En 1912, el presidente
conservador Adolfo Díaz pidió ayuda militar a los
Estados Unidos al estar acosado desde dos frentes:
el grupo de militares liberales que propiciaba su
derrocamiento y los ataques armados de los grupos
que respondían al general nacionalista César
Augusto Sandino, que propiciaba que Nicaragua
rompiera relaciones con Estados Unidos.
Estados Unidos envió
2.700 infantes de Marina que se quedaron en
Nicaragua 6 años luchando contra las fuerzas
sandinistas y las empujaron a las costas
selváticas de Septentrión. Antes de retirar los
infantes, la Unión creó y asesoró militarmente a
una Guardia Nacional de 5.000 efectivos.
"Tacho" se afilió al
Partido Liberal e ingresó, con grado de coronel, a
la Guardia Nacional.
En 1925 estalló la
guerra civil. El general Emiliano Chamorro se alzó
en armas contra el presidente constitucional
Carlos Solórzano. Su vicepresidente, Juan Bautista
Sacasa, tío de "Tacho" Somoza, prepara con éste
una contrarrevolución. Estados Unidos vuelve a
ocupar Nicaragua y logra el cese del fuego. Al
retirarse las tropas norteamericanas, los
oficiales proponen al ya general Anastasio "Tacho"
Somoza como jefe de la Guardia Nacional.
EL PODER Y LA MUERTE
Como jefe total de la
Guardia Nacional, "Tacho" Somoza era el hombre
fuerte de Nicaragua. En la década del '30 la
ganancia anual de los Somoza fue calculada en 1
millón de dólares y las propiedades rurales en un
centenar de estancias con ganado y otro tanto de
fincas tabacaleras que, sumadas a compañías
navieras, fábricas de cemento y explotación
forestal, sumaron un capital de 500 millones de
dólares.
Desde 1951 a 1956
gobernó Nicaragua como hombre fuerte.
El 21 de septiembre de
1956, "Tacho" Somoza y su esposa Salvadora van a
una fiesta popular en la Casa del Obrero, en el
departamento de León. El presidente se prepara
para bailar un cha-cha-cha y camina hacia el
amplio patio de baldosas rojas y blancas. Tiene el
torso rígido por el chaleco antibalas, pero no le
impedirá bailar su ritmo preferido. Habrá otro
impedimento más grave. El de un hombre flaco, de
pelo negro, que viste un pantalón marrón y una
camisa blanca y que corre por el patio, se abraza
a "Tacho" y le mete el caño de su revólver calibre
38 por debajo del chaleco protector. Le dispara
dos tiros en el abdomen y luego se aparta y lo
hiere en un brazo y en una pierna. Los últimos dos
tiros fueron al techo porque el atacante ya caía
bajo los disparos de los guardaespaldas de Somoza.
Tras ocho días de internación y dos operaciones,
"Tacho" murió sin que se pudiera hacer más.
Lo había matado el
nicaragüense Rigoberto López, de 28 años, quien
vivía en El Salvador como comerciante y periodista
y hacía viajes periódicos a Managua con
documentación falsa. Era militante izquierdista.
LA VIDA DE ANASTASIO
"TACHITO" SOMOZA
Cuando "Tachito" se
hizo cargo formalmente del poder en Nicaragua, la
familia ya era dueña de la Línea Aérea Lanica. de
la empresa Mundial de navegación, de la compañía
Concretos Pretensa-dos, que vende el cemento para
toda obra pública o privada que se hace en el país
y otras 20 empresas de distintos rubros, además de
550.000 hectáreas de tierra cultivada. Las minas
de oro y plata fueron estatizadas y son manejadas
por los Somoza, que también tienen el más absoluto
monopolio de la explotación forestal y ganan un
tanto por ciento de cada operación bancaría al
otorgar una zona franca en el aparato económico
del país a bancos y financieras extranjeros.
Somoza III está
bastante enfermo del corazón. No hace mucho estuvo
internado en el Miami Heart Institute y muchos
creen que "Tachito", que ahora tiene 52 años,
prepara la sucesión presidencial para su hijo
Anastasio, de 28 años o para su hermanastro, el
general José Somoza, hijo de "Tacho".
En Managua, la mayor
parte de sus 600.000 habitantes leen todas las
mañanas "Novedades", el diario de la familia, que
se encarga de publicar información puramente
oficialista. El diario opositor permitido es "La
Prensa", que dirigía Chamorro, el periodista
asesinado.
Al general Anastasio
Somoza Debayle le llaman "El Lobo Solitario".
Dista mucho de ser jactancioso y exuberante, como
lo fue su padre. Por el contrario, vive muchas
horas del día en su finca de la residencia
presidencial de "El Retiro", fuertemente
custodiada por soldados de la Guardia Nacional y
en cuyos jardines, en carpas, sesionan el Estado
Mayor y las oficinas militares. "Tachito" controla
todo, absolutamente todo.
Con su esposa Hope se
refugia a oír música y por su situación de
cardíaco es muy prudente para comer y tomar.
EDUARDO J. PAREDES
*.*.*.*
EL TRONO Y LA CEGUERA
por MARIANO OVEJERO
Los tiempos son
distintos y no podría ser de otra manera. Pero
para quienes se engolosinan con el poder y retozan
en él como en una gran pileta de fortunas,
negocios, mando absurdo y excesos de toda índole,
la historia es siempre la misma y los tiempos no
cambian. Se equivocan.
El conflicto interno
de Nicaragua muestra en la faceta actual una
novedad que tiene contorno de diagnóstico. Por
primera vez en cuatro décadas se produce una
alianza táctica entre derechas e izquierdas contra
el régimen del general Anastasio Somoza,
"Tachito", un dictador cubierto de pámpanos
constitucionales pero tan autócrata como lo fue su
padre, "Tacho" Somoza, muerto a tiros por un
izquierdista de 28 años en 1956.
En Nicaragua, la paz
interna siempre se impuso a fuerza de bayonetas y
contra las intentonas izquierdistas del
sandinismo. Los conservadores siempre aborrecieron
a los Somoza y su dinastía, pero los preferían a
una aventura pro castrista.
Ahora, en cambio, las
esposas de los opositores conservadores salen a
batir cacerolas, sus hijos se atrincheran en la
Universidad junto a los marxistas.
En definitiva, ni los
conservadores nicaragüenses verían con agrado un
triunfo bélico del sandinismo ni la guerrilla
izquierdista aboga por que se vayan los liberales
para que lleguen los conservadores. Pero ahora han
juntado esfuerzos para voltear a Somoza. Después
habrá tiempo para discutir por el poder.
De todas formas, el
único en Nicaragua que no vio que los
conservadores de hoy no son iguales a sus abuelos
fue Somoza. Con la misma ceguera de Rojas Pinilla
en su intención retornista en Colombia o Pérez
Giménez en Venezuela o —no hay que caer en eso de
la paja en el ojo ajeno— Perón en Buenos Aires,
cuyo sentido de la omnipotencia le hacía creer que
retando a los extremistas como a chicos de escuela
conseguiría que no pusieran las bombas que él
había tolerado y hasta alentado.
El volcán político de
Managua es uno de los últimos vestigios en América
de la raza de dictadores providenciales. Tampoco
el esquema democrático tradicional o demoliberal
pasa por sus mejores momentos, pero en la mayor
parte del mapa se observan intentos de
afianzamiento político que no tienen nada que ver
con el nepotismo o la herencia familiar del trono
mayor. Los esfuerzos de América latina son por la
búsqueda de una identidad que no pueden perfilar
ni Castro ni Somoza. Es otra cosa. Es la línea del
pragmatismo para revertir el atraso sin ser pasto
fácil del marxismo. Con errores o sin ellos,
América latina busca salir del estancamiento y le
está costando bastante sangre y sacrificios.
"Tachito" ni se ha enterado.
De todas maneras,
podría aventurarse que si el imperio de los Somoza
llega a su fin, la suerte del país estará en manos
de la generosidad de liberales y conservadores
para olvidar luchas fratricidas y conseguir la
unión nacional. De la guerrilla sandinista no se
puede esperar nada. América ya conoce sus
intenciones.
Revista Gente y la
actualidad
09/02/1978
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