Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

Argentina pregunta
1.¿Cuál es el mayor peligro de un gobernador de la provincia de Buenos Aires?
2.¿El poder central asfixia o pretende acorralar a la provincia?
3.¿Cuál es la razón central —psicológica, política, social, económica —de su importancia?
4.¿Cuál es la mayor dificultad con que tropieza?
5.¿Cuál fue su principal punto de fricción con el gobierno federal?
6. ¿Cuál fue el problema más grave de su gobierno?
7. ¿Cuál fue el mejor gobernador que tuvo la provincia de Buenos Aires?

Responde el doctor Manuel A. Fresco
1.—¿Cuál es el mayor peligro de un gobernador de la provincia de Buenos Airees?
—La tentación de riquezas; corre el riesgo de ensuciarse.
2.—¿El poder central asfixia o pretende acorralar a la provincia ?
—No sólo me asfixió, sino que me saboteó de la manera más canallesca. El terceto ministerial integrado por Groppo, ministro de Hacienda; Barberís, ministro de Obras Públicas, y Taboada, ministro del Interior, tenía la misión específica de demoler al gobierno de Buenos Aires; me injuriaron y vejaron. Los chismes que le contaron al presidente Ortiz, que era un hombre débil, lo impulsaron a intervenir la provincia.
3.—¿Cuál es la razón central —psicológica, política, social, económica— de su importancia?
—En primer lugar, su condición geográfica, al borde del
puerto más grande de América Latina. Influye también el hecho de poseer la tercera parte de las riquezas de la República y la
gravitación en los problemas nacionales por su gran número de electores.
4.—¿Cuál es la mayor dificultad con que tropieza?
—La opresión y presión que el gobierno federal hace, con fines políticos, para agrandarla o reducirla en su importancia nacional.
5.—¿Cuál fue su principal punto de fricción con el gobierno federal?
—Fue con el terceto que mencioné anteriormente. Alrededor de ellos giraron todos mis problemas con el gobierno federal.
6.—¿Cuál fue el problema más grave de su gobierno?
—No tuve ningún problema grave. Todos los resolvíamos con nuestros propios recursos, con la voluntad de realizar y con la honorabilidad que lo caracterizó.
7.—¿Cuál fue el mejor gobernador que tuvo la provincia de Buenos Aires?
—Manuel A. Fresco. Pido disculpas al lector por la franqueza.

Responde el señor Domingo Mercante
1. —¿Cuál es el mayor peligro de un gobernador de la provincia de Buenos Aires?
—Tengo para mí la pregunta del cronista, en singular. ¿Qué peligro puede correr en un estado de derecho, que no sea el de cualquier otro ciudadano? Ahora bien. Si el cronista ha planteado su pregunta dentro del ámbito electoral, en nivel nacional, no diré que puede presentarse ese "mayor peligro" a que alude, pero sí puede tropezar con fuertes obstáculos en su actuación como gobernador. La trascendencia de la gravitación política de la provincia de Buenos Aires es innegable en todos los aspectos. Uno de ellos, y no el menos importante, es el valioso aporte numérico de sus electores. Por consiguiente, poseer o conquistar la situación oficial de la provincia significa colocarse en una posición muy significativa del tablero electoral.
"Si la política del Gobernador tiende a objetivos propios en ese plano, con vistas generalmente a lo nacional, y dichos objetivos chocan con la política del poder central o no se acomodan debidamente a ésta, entonces, naturalmente, podrá surgir ese "mayor peligro" a que se refiere el cronista. El poder central pondrá en juego todas las trabas que estén a su alcance para perturbar las gestiones y actividades del Gobernador, para finalizar en la medida extrema, la suprema razón del Poder Ejecutivo Nacional, es decir, "la intervención".
"La historia de la Provincia de Buenos Aires, desde los tiempos de la llamada "organización nacional" hasta episodios muy conocidos y recientes lo confirma. Finalmente, a mi entender, el
"mayor peligro", para llamarlo así, que puede presentarse a un Gobernador es no comprender la auténtica realidad provincial dentro del cuadro nacional y defraudar la voluntad popular libremente expresada de sus conciudadanos.
2. —¿El poder central asfixia o pretende acorralar a la provincia?
Salvo en la situación extrema que he señalado precedentemente, no creo que se produzcan tales casos sino todo lo contrario
—No obstante, lo que sí debe señalarse en todo el orden provincial es la conocida tendencia propia de todo ejecutivo fuerte y centralizado a invadir zonas que son propias de la autonomía y atribuciones que hacen al sistema federal que nos rige.
3. —¿Cuál es la razón central —psicológica, política, social, económica— de su importancia?
Buenos Aires puede ser considerado el núcleo creador de la nacionalidad. Por eso, por todo lo que ello significa y va implícito, siempre ha sido considerada la Provincia, por antonomasia. En ella arraigan los elementos más significativos de la actividad agropecuaria, que continúa siendo la fuerza motriz de nuestra economía. Y, paralelamente, también en su territorio se han establecido las industrias más importantes y caracterizadas que contribuyen tan eficazmente a nuestro desarrollo económico. Una simple mirada a las estadísticas nos dirán con toda elocuencia qué es lo que significa la provincia de Buenos Aires en el conjunto del país.
4. —¿Cuál fue la mayor dificultad con que tropezó?
—Las propias de la transformación política, económica y social que abordamos en ese entonces. Colocar a la provincia en las modernas condiciones que requería la época, con sus enormes problemas de estructura e infraestructura, como la construcción y creación de fuentes de energía como así de trabajo, viviendas, caminos, transportes, y el establecer un trato justo y humano en las relaciones entre los trabajadores y fuerzas empresarias, tendientes a aumentar tanto la productividad como un mejor salario y la elevación del nivel de vida, cambiar en suma la fisonomía tradicional y estática de la Provincia no fue en realidad una tarea fácil.
5. —¿Cuál fue su principal punto de fricción con el gobierno federal?
—Nada más que el que puede originarse en la dinámica apasionada y sincera, propia de toda política auténticamente nacional y popular.
6. —¿Cuál fue el problema más grave de su gobierno?
—Entiendo que no fue un problema sino los problemas propios de la transformación que habíamos emprendido y que he señalado anteriormente.
7. —¿Cuál fue el mejor gobernador que tuvo la provincia de Buenos Aires?
—A mi entender, considero que aún viven muchos de ellos, respecto a los cuales el juicio histórico aún no ha madurado lo suficiente. En cuanto, ello depende de la perspectiva en que uno se coloque para juzgarlos.

Responde el señor Carlos Aloé
1.—¿Cuál es el mayor peligra de un gobernador de la provincia de Buenos Aires ?
—Evidentemente, dentro del movimiento normal de las instituciones, es decir, gobierno provincial, y dado el régimen impositivo imperante en la actualidad el problema más grave que debe afrontar el gobernador de la provincia es el equilibrio fiscal entre recaudaciones y gastos, pues un presupuesto desequilibrado no solamente pone en peligro la estabilidad del gobierno sino también la acción del propio gobernador, pues no podrá cumplir con los objetivos elementales de una gestión medianamente aceptable .
2. —¿El poder central asfixia o pretende acorralar a la provincia ?
—Dado el esquema imperante en nuestra Constitución nacional, que centraliza el poder en el gobierno de la Nación, ha limitado la correspondiente a los estados federales, convirtiendo en realidad a las provincias en entes autónomos pero no soberanos. Concepto que con el correr del tiempo se va agudizando aún más, pues dada la exigencia y evolución de la vida moderna la Nación es más apta, más idónea, sobre todo en los aspectos de la defensa nacional para concurrir con todos sus recursos a cumplir con los preceptos constitucionales de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común y promover el bienestar general.
"No podemos declarar terminantemente que el poder central trata de asfixiar al gobierno provincial, lo que sucede es que sobre todo, dada la importancia de la provincia de Buenos Aires en la arquitectura política de la Nación, ésta sea prenda muy codiciada por los partidos políticos, sobre todo los que ejercen el gobierno de la República, de ahí que las fricciones que puedan haber entre gobierno nacional y gobierno provincial obedecen más a los intereses políticos del momento que al juego libre de las instituciones.
3. —¿Cuál es la razón central —psicológica, política, social, económica— de su enorme importancia?
—Hay razones históricas, éticas y culturales que dan a la provincia de Buenos Aires una importancia extraordinaria dentro de la Nación Argentina.
"Desde el punto de vista histórico, es de su cabecera, la ciudad de Buenos Aires, de donde parte el grito de libertad de los pueblos de la República, contribuye con su hacienda y sus recursos, tanto humanos como materiales a organizar los ejércitos que lucharon por la independencia; transcurrido el tiempo, por influencia de su puerto, de la ciudad y de su situación geográfica, se constituye en la base de la organización nacional, y llega a ser para la República lo que Prusia para Alemania, Roma para Italia y el espíritu de los trece estados americanos para la independencia y organización de los Estados Unidos.
"Desde el punto de vista étnico, su población, casi siete millones de habitantes, unida a los tres millones de la Capital Federal, cuya vida comparten íntimamente, lo que constituye casi el 50% de la población del país, con un alto nivel cultural y una capacidad e iniciativa difícilmente igualadas por algún otro pueblo de la tierra hace que la ascendencia que ejerce sobre el resto del país no sólo sea importante sino hasta monitora de la vida nacional.
"El factor económico es obvio mencionarlo, pues dentro de su territorio reúne las mayores riquezas industriales, agropecuarias y comerciales que la hace factor básico de la economía nacional.
4.—¿Cuál es la mayor dificultad con que tropieza la provincia de Buenos Aires?
—En mi concepto, o mejor dicho durante mi gobierno, la provincia, para el desenvolvimiento de su gobierno no encontraba ninguna dificultad. Haciendo funcionar en armoniosa conjunción las leyes y las instituciones que rigen la provincia, las dificultades que puedan presentar su enorme extensión territorial son fácilmente salvadas.
5. —¿Cuál fue su principal punto de fricción con el gobierno federal?
—Durante mi gobierno no he tenido la más absoluta fricción con el gobierno de la Nación, y ello no sólo obedecía a la total y absoluta coincidencia ideológica y política con el mismo, sino que tanto el gobierno Nacional como el Provincial desenvolvieron su acción dentro de un plan racional de gobierno que no sólo permitió una tarea altamente constructiva, sino que como nunca se respetaron los derechos de una u otra entidad.
"Evidentemente, el segundo plan quinquenal de gobierno, esa obra maestra del excelentísimo señor Presidente de la Nación, don Juan Domingo Perón, y su correspondiente plan provincial, no solamente armonizaron las tareas para alcanzar los objetivos, sino que crearon el estado psicológico necesario en la población para su colaboración imprescindible en estos casos.
"Las finanzas y la economía de un estado son la base fundamental para su vida.
"Quien no sepa adoptar con antelación debida el conjunto de provisiones que hagan llegar a buen puerto la gestión propuesta. es evidente que encontrará con dificultades para cumplir con su fin. Hemos trabajado armoniosamente con el gobierno de la Nación desempeñando una tarea constructiva, honrada, con hombres honestos, cuyo recuerdo venero y que han sabido salir airosos de la dura prueba sometida. Para ellos mi reconocimiento.
6. —¿Cuál fue el problema más grave de su gobierno?
—Al principio de mi gestión, restablecer las finanzas de la provincia y normalizar la acción económica.
"Uno de los objetivos de un gobierno es llevar el bienestar a la población.
"Para ello es fundamental crear fuentes de trabajo. La estabilidad económica de un pueblo se consigna creando gran capacidad de consumo, con lo que se obliga a una mayor producción de artículos imprescindibles para la vida humana. Ello crea esas fuentes de trabajo a que me he referido, aportando mayores salarios, lo que le da capacidad adquisitiva a la población, de donde se hace una más justa y equitativa distribución de las riquezas elevando el standard de vida de la población.
Si bien es cierto, ése no ha sido el problema más grave de mi gestión, fue objetivo fundamental de mi gobierno.
7. —¿Cuál fue el mejor gobernador que tuvo la provincia?
—Soy parte, por lo tanto, no puedo ser juez. Todos los "gobernadores de Buenos Aires, desde don Manuel de Sarratea hasta el doctor Anselmo Marini han realizado una gestión que yo respeto.
"Pero dadas las circunstancias, muy particulares y la tremenda responsabilidad que le imponían los hechos, quiero homenajear a don Juan Manuel de Rosas, por la firmeza con que supo defender el honor, la dignidad y la soberanía de la Nación en los momentos más cruciales de su existencia. Por ello me asocio a las palabras de nuestro gran capitán, el general San Martín al legarle el glorioso sable con que conquistó la independencia de medio continente.

Responde el doctor Oscar Alende
1. —¿Cuál es el mayor peligro de un gobernador de la provincia de Buenos Aires?
—La intervención federal.
2. —¿El poder central asfixia o pretende acorralar a la provincia?
—Por ser la más poderosa económicamente y por las necesidades tan grandes del interior, es natural que el gobierno atienda como prioridad al desarrollo del interior. No sólo es justificado sino que durante nuestro gobierno, en las reuniones de mandatarios y en toda acción pública lo apoyamos decididamente. En tal sentido, durante cuatro años el gobierno nacional acumuló con el de la provincia de Buenos Aires, hasta 1962, una deuda superior a los diez mil millones de pesos de moneda fuerte.
3.—¿Cuál es la razón central —psicológica, política, económica, social— de su importancia?
Fundamentalmente económica. Es la que tiene mayor superficie geográfica y mayor población. El 75% de la industria y una proporción similar de la producción agrícola-ganadera.
4.—¿Cuál es la mayor dificultad con que tropieza?
—Buenos Aires ha cambiado su fisonomía; deja de ser la provincia agropecuaria y hoy las 3/5 parte de la población se concentra en la zona conurbana Estos núcleos migrados desde el interior carecían de los servicios más elementales, viviendas, pavimento, energía, agua, transportes, cloacas y obligó a establecer un sesgo en la gestión habitual del gobernador bonaerense para equilibrar la acción del poder público, fomentando el desarrollo del interior de la provincia sin dejar de dar solución a los problemas del Gran Buenos Aires.
5.—¿Cuál fue su principal punto de fricción con el gobierno federal?
—El frigerismo. Tenía la conducción económica y hacía un sabotaje permanente. Los nuevos impuestos que tuvimos que crear se debieron a esto; la provincia corría el riesgo de quedarse sin fondos.
6.—¿Cuál fue el problema más grave de su gobierno?
—El clima de hostilidad y división que encontré en los argentinos en 1958. Durante cuatro años trabajamos sin dar concesiones, para firmar la paz entre todos los sectores, desde el conservador al peronista, y lo logramos.
7.—¿Cuál fue el mejor gobernador que tuvo la provincia ?
—Valentín Vergara. En la obra pública como adversario, debo destacar las gobernaciones de Manuel Fresco y Domingo Mercante, aunque desde el punto de vista político ellas merezcan, a mi juicio, serías objeciones.

Responde el doctor Félix Trigo Viera
1. —¿Cuál es el mayor peligro de un gobernador de la provincia de Buenos Aires?
—Antes se impone hacer un distingo previo y especial: una cosa es ser gobernador, elegido por la mayoría del electorado, y otra es ser nombrado comisionado nacional por decisión del presidente de la Nación, esto es, su delegado directo en una provincia sin Ejecutivo ni Legislatura, en una emergencia de acefalía de estos dos poderes constitucionales. Frente a esta obligada aclaración, sólo puedo referirme a mi actuación como interventor federal durante el gobierno del ex presidente Guido.
"El mayor peligro para la eficacia de la gestión de un comisionado nacional es la pérdida de confianza que mereciera al presidente y al ministro del Interior. No hay peligro mayor que ése. Esto es cuando la pregunta involucra el fuero personal.
"Ahora, como la pregunta también comprende a un gobernador, indeterminado por cierto, diría que también peligra la estabilidad del mandatario cuando: pierde, primero, la fe pública en su conducta, el apoyo del Poder Legislativo y, además, al margen de la autonomía provincial, la confianza del presidente de la Nación. No ha de olvidarse que, constitucional-mente, los gobernadores de provincia son agentes naturales del Gobierno Federal, para cumplir y hacer cumplir las leyes nacionales; y de paso, conviene aclarar que a éste no lo forma sólo el Poder Ejecutivo, sino los tres poderes clásicos que gobiernan el Estado en los países como el nuestro, de régimen representativo republicano.
"Las experiencias en este aspecto, enseñan que ninguna provincia, ni aun la más importante, por ser la más rica, poblada y extensa, como la nuestra de Buenos Aires, puede desenvolverse políticamente sin la
ayuda financiera y, claro es, sin cierto grado de solidaridad con el poder central, encarnado en el jefe de Estado. Debemos confesar que nuestro pregonado federalismo no ha pasado de ser una ficción institucional, pues en la práctica la teoría es otra cosa. Lo hemos visto hasta en la gestión de los presidentes más auténticamente populares consagrados por las urnas en comicios libres.
"En síntesis: sea bajo un gobierno regular o bajo una intervención federal, el mayor peligro para toda provincia, rica o pobre, desafecta o no al presidente por las consecuencias políticas y financieras, es que el gobernante caiga en desgracia por perder la confianza presidencial.
2.—¿El poder central asfixia o pretende acorralar a la provincia?
—No creo que hoy ningún poder central asfixie o pretenda acorralar a nuestra gran provincia acaso por ser la misma, políticamente, casi media República. Ese abuso de poder ha ocurrido más de una vez en el pasado. Pero ha sido, en un caso histórico, en procura de una gran solución nacional, cuando logrose la federalización de Buenos Aires. En otros casos, ocurrió para sofocar movimientos revolucionarios que ponían en peligro la unidad nacional o para obligar a determinados mandatarios a "marcar el paso" al unísono de la política presidencial, generalmente bien inspirada, y que aquéllos contrariaban movidos tan sólo por apetencias personales. Hoy, son otros, mucho más serios, los peligros que amenazan la estabilidad institucional del país.
3.—¿Cuál es la razón central —psicológica, política, social, económica— de su importancia?
—Son varias, fundamentales y notorias, las razones de la gravitación de la provincia de Buenos Aire3 en la marcha progresista de la Nación. Por algo se la llama, simplemente, "la provincia" cuando de ella se habla en política. En nuestro país, como en todos los países del mundo, por orígenes étnicos, posición geográfica, riquezas
del suelo, crecimiento de la población, afluencia de capitales extranjeros, modalidad de los habitantes, medios de comunicación, etc., hay regionalismos unos más favorecidos que otros por la naturaleza y el progreso económico y social. Es evidente que la provincia de Buenos Aires goza, en ese sentido, desde la época del virreynato, de una situación privilegiada.
4.—¿Cuál es la mayor dificultad, con que tropieza?
Sin duda, es la financiera antes que la política. Nunca ha tenido la provincia, como la Nación misma, un presupuesto de verdad, sin déficit, en el que se equilibraran armónicamente los recursos y las erogaciones. Este ideal es difícil alcanzarlo. Siempre se ha gastado mucho más de lo que se recauda, agobiando al contribuyente y al pueblo consumidor. El buen manejo de las finanzas públicas es factor decisivo de la buena política. Con amplitud de recursos —parecería ¡perogrullesco decirlo— se solucionan muchos problemas de obligada atención y gravedad, que tornan más fácil la pesada tarea del gobernante, capacitado para administrar bien, en beneficio de toda la comunidad.
5.—¿Cuál fue su principal punto de fricción con el gobierno federal?
—No tuve fricción alguna con el Poder Ejecutivo Nacional, del cual era su delegado en la Provincia. En todo momento estimularon la acción del interventor y sus colaboradores tanto el propio presidente Guido como su ministro del Interior, doctor Rodolfo Martínez (h).
6. —¿Cuál fue el problema más grave de su gobierno?
—El problema más grave, sin duda, el que inicialmente surgió a raíz del incendio en Dock Sud, a fines de 1962, y luego, el de la sequía. El primero —falta de energía eléctrica y de agua corriente para la atención de las más elementales necesidades de la población y de fábricas de una vasta zona del Gran Buenos Aires— movilizándose todos los medios disponibles para reparar las consecuencias del siniestro. Se asoció la acción con las autoridades nacionales, como DEBA (Dirección de Energía de la provincia de Buenos Aires); el Ministerio de Obras Públicas, conjuntamente con el de Asistencia Social y Salud Pública, y el de Economía y Hacienda de la Provincia; los comisionados municipales de los partidos afectados; la Secretaría de Energía y Combustible de la Nación; Obras Sanitarias de la Nación; la Dirección Antiaérea Pasiva, y, muy especialmente, varias unidades del ejército.
"Poco después, otro grave problema presentósele a la misión federal: fue el de la sequía de fines de 1962 y comienzos de 1963, con todas las características de una calamidad nacional. Esta zona fue, como se dijo entonces, "la capital de la sequía". Sus efectos pudieron contrarrestarse en gran medida.
7. —¿Cuál fue el mejor gobernador que tuvo la provincia de Buenos Aires?
—Considero que una gestión gubernamental serena, eficiente por sobre todas las cosas, respetuosa de todos los derechos y garantías, ecuánime en los planteos políticos, prudente en el manejo de los recursos fiscales, estimuladora de la gran obra de la escuela pública, defensora de la autonomía de la administración de justicia y que haya enaltecido las tradiciones y los prestigios de la primera provincia argentina, acuerda el honor de la pregunta al ex gobernador Valentín Vergara. Hizo un gran gobierno y mereció más alto destino. Su estatua habrá de alzarse un día en Bahía Blanca o en La Plata.
"Lo expuesto no excluye reconocer la obra positiva de otros gobernadores tan ilustres, como Dardo Rocha, Carlos D'Amico y don Bernardo de Irigoyen. Tampoco los hombres como José Luis Cantilo y don Luis Monteverde. En el orden de los progresos materiales, también hizo obra el gobierno de Fresco, apasionado político nacionalista de extrema derecha, cuyos errores desaprobó, en su hora, su propio partido. Y en el consenso general, fue un gran gobierno el de Alende, un político con cabal estatura de jefe de partido y auténtico hombre de gobierno.
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Recuadro en la crónica
En la intimidad
Manuel Fresco recibe al cronista en su casa de Haedo (una placa en el frente indica que de allí partieron los noventa y nueve hombres que provocaron la revolución de 1930); en el interior, entre paredes tapizadas con libros, sobresalen condecoraciones, diplomas, recuerdos. En una pequeña pared, al fondo de la habitación, sobre una mesa y junto a otras dos fotos (una de ellas es un retrato de Hitler autografiado), hay una del ex presidente Ortiz que habla por sí misma; está invertida y con una inscripción en la frente: "Desleal. Traidor a la Patria". Ortiz intervino a la provincia de Buenos Aires cuando Fresco era gobernador de ella, hace más de treinta años.
"La revolución del 55 fue el error político más grave de la historia de nuestro país", Carlos Aloé lo dice con nostalgia por un régimen derrumbado, pero no por una posición personal perdida. Todo el ambiente que lo rodea y su conversación predilecta recuerdan constantemente la historia del país. Apasionado de la historia, tiene un museo en su estancia de Rojas, que es un pozo de sorpresa: desde el brazalete usado por Sarmiento durante la epidemia de fiebre amarilla, en 1871, pasando por un uniforme federal, cartas de San Martín, partes de guerra, hasta el testamento ológrafo de Rosas, acompañado por una carta de éste dirigida a su primo, Rosas y Patrón. Revisionismo histórico, autor de libros de historia, admiración por Rosas y la cría de ganado Aberdeen Angus se combinan en la tranquila vida del ex gobernador peronista. Un hombre que sorprende por su amabilidad y solicitud, en contraste con los adjetivos que con frecuencia acompañaban su nombre.
Domingo Mercante está retirado por completo de toda actividad; la mayor parte de su tiempo lo emplea en visitar estancias de amigos, alejado de toda preocupación, incluso política. Algo que nunca le atrajo, a punto tal de declarar que nunca fue un político y que llegó a gobernador "por las cosas que todos conocemos". Su verdadera vocación fue y será, la carrera militar. Mercante es coronel retirado (por causas de fuerza mayor).
Revista Extra
11.06.1966
 

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