Raúl Alfonsín es abogado. Es joven. Hace muchos años que Ricardo Balbín piensa en él. Como hace muchos años atrás pensó en Marini. A Balbín le gusta la "gente joven". Es decir, "hacer gente". Hace algún tiempo, Enrique Vanoli —un héroe radical del Pueblo anónimo, pero totalmente influyente, que, inclusive, vio arruinada su trayectoria comercial estando su partido en el gobierno (ahora y aquí)— paladea e impulsa a Alfonsín como candidato a suceder a Anselmo Marini. Alfonsín es de Chascomús. De Chascomús-Chascomús. Intensamente lagunero. Él niega ser el postulado. Pero lo es. Un té de boldo, un reportaje hecho sin preparación previa —ping-pong— conformaron el clima y la realización de este reportaje al "otro que puede ganar" en la provincia-bomba. Los colaboradores de Alfonsín, al término dijeron que las "preguntas tenían agudeza y maldad". Pero las contestó.
1.—¿Por qué va a ser candidato a gobernador de Buenos Aires?
—No soy candidato a gobernador. El partido lo elegirá oportunamente.
2.—¿Quién podría ser?
—Como presidente del comité, no quiero opinar.
3.—¿Qué técnica usó para "trepar la pirámide"?
—Procuré servir a mi partido. No usé ninguna técnica.
4.—¿Es usted ambicioso?
—No.
5.—Si lo eligieran, ¿aceptaría ser gobernador habiendo sido proscripto el peronismo?
—No hay proscripción.
6.—¿Qué imagen debe tener o presentar un candidato para resultar electo gobernador en Buenos Aires?
Se niega a contestar esta pregunta.
7.—Esa imagen, ¿es la suya?
Se niega a contestar esta pregunta.
8.—Usted es joven y se preocupa por los aspectos técnicos de gobierno, ¿no le parece que la UCRP está plagada de elementos de edad más que madura y sentimentaloides?
—La imagen que se tiene de la UCRP es deformada. Por el contrario, el partido se caracteriza por haber sido una permanente requisitoria reformadora en el país; de tal modo que, sin descuidar sus esencias, ha sabido adecuar sus plataformas a las distintas necesidades de una realidad cambiante. Es un partido abierto a la juventud, y la prueba la da no sólo mi caso, sino también el más rápido análisis que se haga de los bloques legislativos, tanto provinciales como nacional.
9.—¿No tiene miedo de que lo estén mandando al "sacrificio"?
—Jamás he computado en mi actividad política los riesgos que se pueden sufrir en la lucha partidaria. Si bien conozco la responsabilidad que tengo como presidente del comité de la provincia, esto no es óbice para que siga trabajando con la misma fe de siempre y sin cuidar aspectos personales, que deben estar alejados de la motivación de un político serio.
10.— ¿Cree que el gobierno radical ha cumplido hasta ahora acertadamente ?
—Interpreto que todo lo que el radicalismo había prometido en su campaña electoral y su cumplimiento dependía de su propia determinación ha sido realizado. Podríamos señalar: la anulación de los contratos de petróleo, la nacionalización de SEGBA, la ley del salario mínimo vital y móvil, la derogación de la legislación represiva, etcétera.
"Estamos preocupados por afianzar una paz social, que nos llevará al progreso. Hemos estructurado un plan de desarrollo que permitirá el crecimiento del país de casi una cuarta parte en el término de tres años; hemos disminuido marcadamente los índices de desocupación; hemos aumentado el salario real de los trabajadores, y hemos pagado sumas de la deuda externa contraída durante décadas. Vale decir, que estamos orgulloso de nuestro gobierno; pero aún no estamos satisfechos con lo que hemos conseguido, puesto que la inspiración de instaurar una auténtica democracia social en la República, tropieza con los inconvenientes propios de un país que recibimos postrado y los combates de ciertos sectores del egoísmo nacional que no comprenden aún que no se pueden invocar soluciones sectoriales, sino aquellas que hagan al beneficio de la comunidad.
11.—¿Qué no hizo el radicalismo —a su juicio— que debería haber hecho?
—Tendríamos que aclarar un poco más la pregunta; porque si hablamos de lo que no se hizo, porque aún no se ha podido hacer, tendría que contestar que nosotros aún esperamos un mejoramiento del nivel de vida de los desposeídos, que, indefectiblemente, tiene que llegar una vez que las acertadas medidas económicas que se han tomado rindan el fruto esperado. Y si hablamos de lo que no se realizó, por que no se quiso, tendría que manifestarle mi disconformidad con la falta de difusión de las obras de gobierno realizadas, lo que, sin duda, obedece a un estilo radical (no somos jactanciosos); pero, personalmente, opino que la democracia de 1966 tiene que ser una democracia combatiente y defenderse de un cerco de propaganda que intenta, permanentemente, deformar la imagen de nuestras realizaciones.
12. —¿Cuál será su primera medida importante de gobierno, de ser electo?
Alega no poder contestar porque no es candidato a Gobernador.
13.—¿Acepta que se le impongan limitaciones electorales al peronismo ?
—No. Al peronismo —que, para beneficio de la democracia, debe estructurarse como partido político— lo vamos a derrotar en las urnas.
14.—¿Esto último puede ser obstáculo para que acepte la candidatura?
15.—¿Qué piensan en su hogar de su candidatura?
Se niega a responder ambas preguntas.
15. —¿Qué es lo que más lo avergonzaría como político y como hombre?
—Traicionar.
17.—¿Notó alguna reacción especial entre sus correligionarios ante la posibilidad de su candidatura?
Acepta responder esta pregunta con la condición de cambiar "correligionarios" por amigos.
—Los amigos se equivocan muchas veces.
18.—¿Qué piensa usted de "Los Beatles"?
—No los he oído jamás, pero me han dicho que la última película es muy buena.(No manifiesta sus intenciones de verla.)
19.—¿Qué piensa usted del marxismo ?
—Pienso que —y podemos decirlo para utilizar la dialéctica hegeliana— entre las tesis, marxismo, y la antítesis, capitalismo, se ha de producir una síntesis que muchos podríamos calificar como un sentido cristiano de la vida, y que, a mi juicio, está principalmente representado en la vida política argentina por el radicalismo.
Revista Extra
junio 1966
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