Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

balbín
BALBIN FRENTE AL PAIS
EXTRA conversó con Ricardo Balbín pocas horas después de su entrevista con Juan Domingo Perón. En el reportaje el tema fue tocado tangencialmente; nos interesaba mis conocer sus definiciones sobre algunos temas calientes del momento argentino.
—¿Cuál es su balance del segundo retorno de Perón?
—Ampliamente positivo, porque da oportunidad no sólo de cambiar impresiones e ideas, sino fundamentalmente de comprender puntos de vista y finalidades, para un mejor beneficio general.
—¿Qué posición tiene su partido en cuanto a la actualidad universitaria?
—Una idea clara y definida es la radical: bregamos por la autonomía y el gobierno tripartito. Esos y otros principios que sostenemos desde 1918 fueron volcados en los postulados de La Hora del Pueblo y en la reunión multipartidaria que también integraron CGT y CGE. Por eso tengo fundadas esperanzas de que en un futuro próximo haya una ley universitaria que coincida con estas grandes líneas.
—Usted dijo que hablar de cargos hubiera sido “abaratar” el diálogo con Perón, pero de todos modos conviene insistir, ¿el radicalismo aceptaría cargos?
—Cuando se habla de coparticipación se dice que todos tienen que tirar para el mismo lado desde su ángulo de actividad, comprender al país y trabajar para un destino definido. El hecho de preservar la individualidad partidaria también es colaborar, porque ayuda a mantener la fisonomía de la democracia: convivir aun no compartiendo ideas.
—Usted ha dejado de ser un hombre del radicalismo para ser un hombre del país, pero hay otros hombres en este país, ¿cree que el diálogo debe ampliarse a otros sectores políticos?
—Esta es una política que viene llevando a cabo el radicalismo desde hace muchos años, buscando el diálogo, la convivencia, la coincidencia. Todo esto se concreta en hombres, por eso llama la atención. En la medida que sea frecuente, dejará de constituir una novedad para convertirse en costumbre.
—“Cámpora al Gobierno, Perón al poder”, fue un lema preelectoral; ¿qué opinaría usted si Perón intentara llegar al Gobierno mediante mecanismos legales?
—No veo el modo institucional de que pueda hacerlo, no hay posibilidades. Creo que el general Perón es el jefe de su movimiento político y pienso que lo seguirá siendo.
—¿Qué habría que hacer con la guerrilla?
—Estuvimos en contra antes, lo estamos ahora y estaremos mañana, de la existencia de sectores civiles armados que importan peligros mayores y pueden provocar desencuentros definitivos. Si queremos el desarme del mundo tenemos que proceder al desarme de la gente que vive en democracia. No creo en eso de "armarse para la paz”.
—¿Si estos sectores no acataran las exhortaciones u órdenes habría que reprimirlos?
—En la medida que pretendan continuar, pienso que si.
Revista Extra
julio 1973
 
 

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