Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

juanita larrauri
JUANA LARRAURI
“Los muchachos que no escuchan a nadie...”
Es la secretaria general de la rama femenina del Movimiento Justicialista. Militante desde siempre en el peronismo, derrochó el mismo ardor que en estos días. Ella misma se define como “una fanática”. Sin embargo, no elude el análisis objetivo sobre algunos problemas de orden práctico. En el diálogo con EXTRA fijó algunas prioridades: elecciones, retorno de Perón y justicia social. Fue una conversación vibrante, cargada de motivaciones. Compártala usted también.

juanita larrauriJUANA Larrauri acostumbra a mirar fijo a su interlocutor, como si quisiera transmitirle alguna tuerza interior o, mejor dicho, un profundo convencimiento. A menudo se la puede confundir con una predicadora, por el tono que pone en sus palabras, por la intención casi didáctica y minuciosa de sus explicaciones. No admite términos medios, y como ella se define desde el principio, exige de los demás una actitud similar.
En una época fue cancionista de éxito, y también desde el escenario buscó marcar su línea de pensamiento. Posiblemente por eso ahora se indigna con los artistas “que no expresan su sentir político”.
“El artista, aunque sea de un género menor, está tocado de alguna manera por Dios. Por eso tiene la obligación de manifestar su pensamiento. No puede haber argentino que no piense, en estos momentos, en su patria, no ya en términos políticos sino de patriotismo. ¿Por qué creen que Leonardo Favio es popular? Porque expresa a la juventud en lo que siente. Ese es otro fenómeno maravilloso, para mi el más deslumbrante del siglo, que los muchachos hijos de “aristocráticos”. que crecieron oyendo hablar mal de Perón y llamar al pueblo “aluvión zoológico”, ahora sean peronistas y con un fervor incomparable.”
Al tocarse el tema de la guerrilla, Juana Larrauri también es clara. Desmiente vigorosamente que el peronismo pueda estar dividido en dos líneas, una violenta y otra conciliadora, e interpreta así el proceso:
“Nosotros actuamos en un aspecto pacifico que, no se engañe, también tiene un carácter netamente revolucionario. Pero, en la medida que nuestra patria perdió el equilibrio, que todas las expectativas se vieron frustradas, surgieron los que buscan la solución de otro modo. Yo quiero la paz, por eso soy madre, pero también justifico estas reacciones. Al fin y al cabo, la verdadera violencia es la que se genera desde arriba, desde el gobierno. ¿O usted cree que no es violencia que un hombre deba sobrevivir con treinta mil pesos mensuales? Se ha roto el equilibrio y hemos entrado en el caos.”

“NO ESCUCHAN A NADIE”
Para la señora Larrauri, a pesar de estas dos vertientes tácticas tan opuestas, la unidad monolítica del justicialismo no corre ningún peligro, ya que existe una identificación absoluta de objetivos.
"El movimiento no está dividido. Pero estos muchachos no escuchan a nadie. Han vivido 16 años esperando que vuelva Perón y eso no se ha producido porque los intereses más opuestos se complotaron para impedirlo. Ahora ellos, con el aliento de su sangre nueva, se han decidido a lograrlo aunque sea a costa de sus propias vidas.”
El enfoque de la autoridad máxima de la rama femenina del peronismo indica una coexistencia entre las dos lácticas:
“Los muchachos comprenden que nuestra posición no es antojadiza, saben que contamos, para llevarla adelante, con la anuencia del general Perón. Claro, también suponen que no vamos a lograr nada. Veremos quién estaba equivocado.”

EL PRINCIPIO Y EL FIN
A continuación se desarrolló el siguiente diálogo:
- Usted dijo que “no escuchan a nadie” ¿supone entonces que, dadas las condiciones, Perón puede hacer cesar la guerrilla?
—Perón tiene, hoy como nunca, la dirección del movimiento, ha retomado todos los hilos. Algunos dicen que ahora tiene las mejores cartas de juego; yo digo que tiene el mazo entero. Lo único que falta es su figura física en el país.
-Pero no contestó la pregunta; ¿volviendo Perón, se acabaron las guerrillas?
—Esta gente quiere el retorno de Perón.
—Pero hay grupos guerrilleros (como el ERP que se proclamaron no peronistas. ¿Ellos también bajarán las armas?
—No tengo dudas de que estos grupos van a dejar de existir. ¡Ya vamos a ver cuando la gente tenga la tranquilidad espiritual y material necesaria! No se puede rezar con el estómago vacío. Siempre se ven de otra manera las cosas cuando se ha dado la liberación, cuando uno se siente en una patria libre.

SOBRE SOCIALISMO
Nuestra entrevistada ensaya la siguiente definición sobre la ubicación filosófico-ideológica del justicialismo: “No me equivoco si digo que el movimiento peronista es un socialismo nacional y cristiano. Ni más ni menos que la tercera posición de la que se habló tantas veces”.
Aquí Juana Larrauri comenzó a recordar sus largas conversaciones con Perón, mantenidas no hace mucho tiempo en Madrid. En sus palabras se hace evidente la admiración casi sin limites al caudillo de su movimiento. Además se nota una plena confianza en las pautas ideológicas proporcionadas por Perón.

SALIDA: LAS ELECCIONES
- ¿Usted cree que va a haber elecciones?
—No hay otro remedio, con trampas no se puede seguir, ya no quedan más posibilidades. Llamar a elecciones en un plazo corto (un año y medio como máximo) es lo más correcto.
- ¿Y de lo contrario?
—Puede pasar cualquier cosa.
- Por ejemplo. . .
—Si el pueblo tuviera la seguridad de que ya no vuelve Perón y si mañana cayeran unos cuantos comunistas en un avión podrían tomar el poder.
- Eso, aparentemente, se contradice con la definición ideológica que dio anteriormente. .
—Mire, aquí el pueblo es mayoría y tiene hambre. Y cuando se tiene hambre es difícil pensar en otros valores que los de la desesperación. En este país, y de eso no hay que olvidarse, la gente ha dejado de comer todos los días.
Nuestro pueblo no es comunista, pero sólo la esperanza en Perón impide que, por ahora, se vuelque hacia cualquier extremo.
- ¿Qué va a pasar entonces cuando Perón se muera?
—El mismo general dijo que magro favor se le haría si después de su desaparición física, la doctrina no continuara teniendo vigencia.

EL MENSAJE
La señora Juana Larrauri, así lo ha manifestado ella misma, es depositaría de las últimas palabras de Eva Perón. Momentos antes de expirar, la llamó junto a su lecho y depositó en los oídos de la dirigente un mensaje que ella supone no ha llegado todavía el momento de darlo a conocer Se mantuvo también con EXTRA en su negativa:
“No lo voy a decir; sólo cuando me vaya a casa a cuidar mis rosales estaré en condiciones de transmitirlo.” Nada más.
La dirigente peronista mantiene también una asidua amistad con Isabel Martínez de Perón. Por eso le pedimos un paralelo entre la primera y la actual esposa de Juan Domingo Perón:
“No puedo hacer esas comparaciones. Para mí Eva Perón es la mujer más importante en la historia de la humanidad. Pero, eso sí, debo manifestar que Isabelita es un milagro en la vida del general Perón".

LAS MUJERES
¿Cuál es el actual estado de la rama femenina del movimiento?
—Cuando, con un grupo de compañeras, nos hicimos cargo, en 1968, del sector femenino del movimiento justicialista, la desorganización era prácticamente total. Luchamos largamente contra el abandono y la inercia y, al cabo de tres años, podemos decir que, en alguna medida, logramos reorganizar la rama femenina. Claro está que todavía falta mucho por hacer. Pero en toda la República hay comisiones trabajando activamente en la organización.
—¿Han vuelto las viejas luchadoras?
—Si, pero también ha habido una masiva incorporación de nuevas militantes. El 70 % de nuestras activistas son jóvenes y voy a hacer una salvedad: mientras nos dedicamos a la organización, estamos en la calle, en lucha junto a los hombres. Vaya a cualquier acto y lo podrá comprobar.
Revista Extra
09-1971
 

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