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crónicas del siglo pasado

REVISTERO

Silvio Rodriguez
Pablo Milanés

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Revista Humor
agosto 1982

 

 

El gordito, morocho, de rulos y anteojos, es Pablo Milanés: 39 años, soltero, autor de "Años", "Yo no te pido", "Para vivir", "Canción para la unidad latinoamericana", y de la musicalización de muchos poemas de José Martí.
El otro, el flaquito picado por la viruela, con una notable timidez en la cara y los gestos, es Silvio Rodríguez: 36 años, separado, una hija, autor de "Rabo de nube", "Ojalá", "Sueño con serpientes", "Hoy la vi" y "Madre".
Los dos integraron el grupo inicial de "La Nueva Trova Cubana", surgida a comienzos de la década del setenta. Y hoy son sus voces y guitarras más conocidas. Superados los prejuicios -''cubano = comunista = subversivo = comedor de chicos''- resulta interesante escucharlos contar sus historias. Esta charla fue sostenida en Madrid, donde dieron uno de los tantos recitales, populares v multitudinarios, de su larga gira por España v Francia.
Reportaje: Carlos Ares (desde España) /Fotos: Roberto Azcárate (también allá)

-¿Qué es la Nueva Trova cubana, cómo nace, por qué...?
Pablo: El fenómeno de la Nueva Trova es comparable a todos los movimientos de lo que se llamó "nueva canción" y que se dieron en varios países de América latina. Como el de Argentina, con Mercedes Sosa, César Isella, Ariel Petroccelli, Armando Tejada Gómez... Lo que le da más trascendencia a la Nueva Trova es que fue quizá el único movimiento de este tipo que tuvo el privilegio de alcanzar la mayoría de los objetivos que se había propuesto al comienzo...
Silvio: Quiero aclarar que no se llama Nueva Trova porque hayamos inventado nada, la trova en Cuba tiene más de cien años. Se llama ''nueva'' porque es la trova que nos tocó hacer en la nueva Cuba. Fue necesario dar una respuesta artística, creadora, musical, a todo lo que se estaba viviendo...
Pablo: Claro, cuando llega la revolución, en Cuba se estaba gestando un cierto nacionalismo en la canción, nacionalismo que también se daba en otros terrenos, como el político. Y ese fenómeno tan profundo no fue un simple cambio nacionalista; al contrario. Fue una verdadera revolución intemacionalista que no tenía precedentes en toda la historia de América latina. Por eso el movimiento intelectual en general quedó a la zaga de lo que fue la vanguardia, tuvo que incorporarse después, se vio obligado a dar respuesta...
Silvio: Bueno, hay que tener cuidado con la definición de lo que es un intelectual. Pablo quiere decir que el grupo intelectual de las artes fue el que quedó a la zaga...
Pablo: El germen de la Nueva Trova se empieza a dar en 1965, en el '66, cuando los nuevos compositores empiezan a dar sus respuestas creativas... Esto se concreta en una primera reunión y encuentro propiciado por la Casa de las Américas, la principal institución de la cultura cubana, que en 1967 nos permite agrupamos en algo que se llamó canción-protesta y después fue la Nueva Trova. Ahí estábamos Noel Nicola, Silvio, yo...
Silvio: Y Eduardo Ramos, Vicente Feliú, un grupo no muy nutrido pero importante por las ganas y el entusiasmo. Nos dábamos cuenta de que por un lado el bloqueo yanqui nos impedía saber lo que pasaba afuera, y por otro la música tradicional, lo ligero u ortodoxo .que escuchaban nuestros padres, no se adaptaba a los jóvenes que nos habíamos criado con la revolución. Eso produjo un fenómeno de estudio y de rescate de las raíces. de regreso a las fuentes, a la trova, a la identidad perdida; después se mezcló con lo que fue llegando de afuera y de la mezcla salió lo nuestro...
-¿Cómo se logra hacer coincidir la "revolución" con las raíces originales, con la tradición, con el folklore que se conserva en la música popular?
Pablo: Ese era el trabajo fundamental. porque si no lo nuestro no tendría sentido. Fue un proceso espontáneo, se abrieron canales de estudio.se crearon escuelas.se investigó. Esto, claro, hay que integrarlo a todo lo que pasaba en ese momento. La identidad del pueblo cubano se buscaba en todos los terrenos, no sólo en el musical o el artístico. Y en cuanto se van despejando los signos de tanto imperialismo y colonización cultural, las raíces aparecen, están latentes, vivas. Es lo que aquí en España sucede con lo que es el cante existe el "tablao" al que llevan a los turistas a pasar una noche dentro del programa organizado por el tour para los japoneses, yanquis o alemanes, pero en los pueblos andaluces el cante tiene otro significado.
-¿Qué diferencias notan ustedes entre la música que se hace en Cuba y la que escuchan afuera?
Pablo: La nuestra tiene un sentimiento más puro en relación con la comercial, con la que se vende fuera de Cuba. Me parece que a nosotros nos complace más, nos satisface más lo que hacemos, eso lo noto con relación a otros cantantes...
-¿Y en cuanto a las posibilidades de acceso a los medios de difusión?
Pablo: Bueno, a mí me gustaría ser más difundido, claro, pero no estoy dispuesto a hacer ninguna concesión, ni cultural, política o económica. Prefiero seguir así, como desde hace tanto tiempo ya, porque para mí la satisfacción es decir "no" sin problemas ni rencores; al contrario, me hace bien. Eso le da más valor a cosas como las que pasan aquí, en España. La prensa apenas saca dos líneas y sin embargo los estadios se llenan con más de diez mil personas por recital...
-¿Qué acceso a la difusión tiene un músico joven en Cuba?
Pablo: Bueno, cuidado, tampoco quisiera que se tenga una impresión idílica de nuestro país. En la radiodifusión cubana se pasa a gente que tú ni te imaginas... A Julio Iglesias, por ejemplo. Pero así y todo yo creo que los músicos jóvenes en Cuba tienen muchísimas más posibilidades de formarse y de acceder a la difusión. Se les da apoyo oficial, hay escuelas...
Silvio: Es cierto lo que dice Pablo. Nuestra política cultural afortunadamente no es nada cerrada, se escucha y se da a conocer todo lo que se hace afuera sin ningún tipo de prejuicios. Por eso, si el encargado de la difusión en una radio cree conveniente y piensa que a sus oyentes les gusta Julio Iglesias, pues lo pasa... Si fuera yo, quizá pondría otro tipo de música.
Pablo: Para nosotros lo importante es mirar para atrás y damos cuenta de que progresamos. Hace diez años, la radio cubana era peor que ahora. Entonces, cuando vemos lo que se avanzó, pensamos: bueno, vamos bien...
-¿Se escucha música argentina en Cuba?
Silvio: Muchísima. Desde Gardel, que tiene largos programas dedicados a recordarlo, pasando por el tango tradicional, con intérpretes propios y cantores que salen con sombrero y bufanda... Yo he escuchado letras de Eladia Blázquez, y de otra gente que ahora no recuerdo el nombre, que me dan idea de un movimiento importante, no sé si es así porque lamentablemente tenemos poca comunicación entre nosotros... También conozco a Los cinco latinos, ese es un recuerdo infantil, cuando yo era chico se los difundía mucho. Y por supuesto, Mercedes Sosa, César Isella y la gente del movimiento de nueva canción son muy escuchados...
-¿Qué significa para ustedes que Mercedes Sosa les grabe?
Silvio: Todo: nos da categoría, difusión; es un orgullo. Es un honor enorme porque a Mercedes le tenemos un respeto-supremo. Para nosotros es una cantante que ya está incorporada a la historia más importante y más grande de la música latinoamericana.
-¿Ustedes se sienten obligados a hacer "canción comprometida"?
Pablo: No, en absoluto, ese es uno de los tantos rótulos que se les pone a las canciones y que a nosotros nos tiene sin cuidado.Toda la obra de un artista es un compromiso. Compromiso con la estética, con el arte, con la belleza, con el buen gusto. Puede, además, comprometerse con una ideología, con el humanismo. Y cuando se dice "canción revolucionaria" no quiere decir canción política o panfletaria, significa una "revolución", un cambio, una nueva forma musical o de .lenguaje.

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Silvio Rodriguez

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Pablo Milanés

-¿El rock se integra dentro de esa definición? ¿Se toca rock en Cuba?
Silvio: Sí, se toca y mucho, con grupos muy buenos. El año pasado se hizo el primer festival. Yo creo que el rock es un fenómeno cultural ya reconocido sin discusión. Quizás en Cuba se dieron otras posibilidades nuevas de expresión que en otros países se canalizaron en el rock, como por ejemplo en Argentina. Aquí en España hay un muchacho argentino que se llama Alejandro y toca en el grupo Tequila, que me hizo escuchar rock argentino. Hay cosas de Spinetta, de Charly García y La máquina de hacer pájaros, que me parecieron de muchísimo nivel, de una calidad de la que realmente no tenía ni idea. Es una lástima que nos incomuniquen y no tengamos intercambio. A nosotros nos encantaría poder ir a tocar y a conocer gente y que ustedes pudieran asistir a nuestros festivales. Sería un intercambio muy valioso de experiencias, pero bueno, eso no es culpa nuestra, el miedo a que la gente se comunique es de otros. Alguien nos aisla deliberadamente...
-¿Ustedes saben que, a pesar de todo, son muy conocidos en Argentina?
Pablo: A mí me lo habían dicho, pero no podía creérmelo porque por otro lado sé que no tenemos ninguna difusión, no se conoce ninguno de los discos ni se pasan ni se hacen mención en diarios o revistas...
Silvio: Parece imposible, pero ha pasado también en otros lugares. Aquí, en España, esta es la segunda vez que venimos y en cada ciudad se llenan los estadios. De algún modo creo que esto hay que adjudicárselo al milagro de la música, es como el aire, imposible de detener. Y a eso ayuda también el apoyo de los grandes artistas. Si Mercedes Sosa te hace el honor de cantar un tema, inmediatamente te aseguras una difusión mundial...
-Cuando un músico, un artista cubano, sale al exterior... ¿no tiene ganas de quedarse, de probar otro sistema, de hacer una experiencia distinta?
Silvio: No, al contrario, por lo menos en mi caso. A mí no me gusta demasiado salir de Cuba, no me gustan las giras largas. Allí tengo a mi hija y la extraño. En el caso de un artista creo que nuestra fórmula es muy sencilla y hasta puede parecer esquemática, pero cuando tú sales y ves que en los otros países los músicos tocan para poder comer y si no graban no se los conoce y están en manos de las multinacionales de los discos o de la mafia de la difusión en radios, donde hay que sobornar al discjockey o a los que hacen la gacetilla de prensa, entonces uno dice: bueno, lo nuestro no es perfecto pero es mucho mejor que esto... Allí en Cuba cada trabajador de la música, yo, Pablo, todos, tiene su sueldo. Eso, al margen de lo que puedas ganar por hacer las giras o la venta de los discos; tienes un sueldo seguro que te permite comer, mantener a tu familia, cubrir las necesidades elementales: salud, educación y alimento. Yo, por ejemplo, sé que aunque me quede afónico un año no me van a echar de la casa que alquilo, ni a mi hija le va a faltar comida, médicos y colegio. ¿Me entiendes? Eso te da una seguridad tremenda y una libertad increíble para trabajar, investigar y ocupar el tiempo que necesites en una nueva tarea o composición.
-¿Qué piensa un cubano del problema de Las Malvinas?
Pablo: La opinión es la que expresó nuestro gobierno. Nosotros, por concepto, somos solidarios con todos los pueblos que luchan contra el colonialismo y el imperialismo y estamos dispuestos a colaborar y a luchar donde sea necesario y donde nos llamen. Este hecho además permite ver claramente cómo es la relación de fuerzas y quiénes son los enemigos. Estados Unidos se alineó con Inglaterra porque los unen su origen imperialista y los intereses en común. Esta lección debe ser histórica para Argentina.
Carlos Ares

 

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