El 7 de febrero de
1985 el productor periodístico Horacio Larosa
(ex 60 Minutos) tomaba las riendas de
Nuevediario. Con un estudio pequeño, pobres
decorados y escasos recursos técnicos armó un
éxito que oscila entre 34,7 y 23 puntos de
rating (según IPSA y Mercados y Tendencias,
respectivamente). "El secreto está en la
variedad —dice Larosa—. En una hora, el
televidente puede ver todos los temas. No
estamos marcados rígidamente: en cada bloque
hay una mezcla de información nacional,
internacional, denuncias vecinales. de todo.
No musicalizamos las noticias: eso es antiguo.
La fórmula que empleo es 12 x 1: trabajar 12
horas para una hora de programa.
A las 6 de
la mañana se pone en marcha el operativo: diez
cámaras y doce cronistas salen a la calle. A
las 8 se reúne el equipo de producción y elige
las noticias del día. Dos islas de edición con
cuatro compaginadores se aprestan para recibir
el material a editar. En total, 53 personas
trabajando para 45 minutos netos en el aire,
con tandas publicitarias que pueden llegar a
picos de 8 minutos. "Cuando asumí —dice—
encontré al noticiero muy achatado. A mí me
gustan las noticias cortas y contundentes: un
minuto y medio tiene que alcanzar. No me apego
a estructuras rígidas: todo tiene que respirar
aire. En un programa pueden ir 25 notas, o
cuatro."
A las 12 del mediodía sale el
primer flash por las pantallas de Canal 9, y
hasta las 19 sumarán 18 en total. Cerca de las
12.30 Pérez Loizeau graba el comercial del
noticiero que se emite a partir de las 14,
hora llena de tiras diarias. "Entre las 19 y
las 20 la audiencia es femenina —dice
Loizeau—. Sabemos qué quieren y tratamos de
darlo: participación, dejar que los barrios se
expresen, y lo coloquial, que es fundamental.
Se
buscan los golpes de efecto. SOMOS vio en la
edición del lunes 29 la nota sobre el
accidente en Paraguay (emitida desde Asunción)
donde se mostraron: huesos humanos, fragmentos
de cráneos, el vehículo destrozado, cadáveres
cubiertos. "No apelamos al dramatismo —dice
Larosa—. Simplemente mostramos la realidad. No
inventamos nada" Silvia Fernández Barrios
agrega: "Hay noticias que son algo morbosas,
pero aclaremos que la morbosidad no la plantea
el periodista sino la nota en sí. Si se saca
un cadáver del río, se filma. Cuando se tiene
la imagen no se puede dejar de mostrar y dejar
que la gente se imagine lo que está pasando".
Al tiempo que Loizeau aclara: "Este canal es
absolutamente popular. Acá no hay
truculencias: hay cierta inclinación por dar
cosas que, por pudor, no dábamos en el
noticiero del 13. Acá no hay ese pudor. Si hay
muerto, se muestra al muerto. No es
morbosidad: es un estilo".
Faltando cinco
minutos para salir al aire, Oscar Lasalle
repasa las líneas de presentación y Franco
Salomone lee las noticias que abren el
programa.
Barrios y Loizeau toman su lugar
en set. Detrás de cámaras, Larosa le dice a
SOMOS: "Silvia y Juan Carlos forman la pareja
ideal, se complementan, y eso la gente lo
siente y le gusta". "¡Un minuto y al aire..."
grita el asistente, y los columnistas:
Fernando Niembro (deporte), José Corzo Gómez
(política) y Domingo Di Núbila (espectáculos)
aguardan su turno en un rincón. "El
monitor
que tenemos, ¿andará hoy?", pregunta Loizeau,
mientras un asistente trata de unir un cable
con tela adhesiva. "Yo estaba acostumbrado al
estudio de Realidad, en el 13. Para mí fue un
shock pasar a este estudio chiquito —dice el
conductor—. Además no tiene los recursos
técnicos del 13". Con sólo dos cámaras y
algunas luces (acomodadas 15 minutos antes de
salir al aire) se emite Nuevediario. Durante
el segundo y el tercer bloque, Salomone y
Lasalle hacen un picadito de noticias rápidas.
Millones de personas aguardan el momento en
que el inefable José de Zer presente otro
capítulo del caso Giubileo. "Cuando me
mandaron a cubrir esta nota ya tenía la
experiencia del caso Briant. Y me dije: ésta
es otra nota similar —cuenta de Zer—. Lo
planteé acá y me dieron luz verde." Micrófono
en mano, el provocativo José arremete contra
sus entrevistados en estos términos: "¡Señor!
¿Puede acercarse un segundito?. . .
¡Acérquese, que le estoy hablando!. . . ¡Hace
40 días que estamos esperándola a usted y a su
esposo!" "¿Como a los artistas?", contesta la
entrevistada. "No. Usted es una pieza clave en
el caso Giubileo" "¿Yo?" "Sí, usted." Entre
gritos, provocaciones, intrigas y delirios
pasa esta sección que hace decir a las
señoras: "Es mejor que las tiras de la tarde.
Hay acción y todo". Doce personas se mueven al
ritmo de la batuta de Larosa, con el programa
en el aire que es retransmitido por 19 canales
con sus repetidoras. "Una de las claves de
Nuevediario es que hablamos un idioma llano.
No es el idioma de los periodistas
intelectualoides que creen saberlo todo. Otra
clave del éxito es Corzo Gómez y que dice lo
que el pueblo piensa en el idioma que usa la
gente en su casa", remata Larosa. "Trabajamos
con absoluta libertad —remarca Loizeau—. No sé
cómo se manejan los canales estatales, pero
supongo que si pertenecen al Gobierno deben
defenderlo. Acá no se ataca, pero se dicen
cosas que a lo mejor no le vienen bien al
Gobierno. Esto es un programa periodístico
hecho por profesionales que no tienen ningún
compromiso político.
Walter Sequeira
Fotos: Oscar Mosteirin
Revista Somos
02.08.1985