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Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

REVISTERO
INTERNACIONAL

 


Operación Saturno
por el doctor Wernher von Braun
Director del Centro de Vuelos Espaciales "George C. Marshall", perteneciente a la Administración de Aeronáutica Espacial, con sede en Huntsville, Alabama, Von Braun es la máxima autoridad en cohetería en el mundo occidental. Revista Vea y Lea
1962

 


Esta torre, en la que aparece el Saturno, es similar a la estructura móvil que se utilizará para la atención de los actuales y futuros Saturnos en la plataforma de lanzamiento de Cabo Cañaveral. La foto fue tomada durante los ensayos preliminares, en el Centro de vuelos Espaciales de Hunstville.


Envuelto en nilón el Saturno es embarcado en un navío construído exprofeso, con destino a la base de Cabo Cañaveral. Fue necesario transportarlo por agua, por así exigirlo su tamaño y peso.


Dentro de este blocao, en cabo Cañaveral, se aguarda el mecanismo que habrá de accionar a los cohetes Saturno, seguirlos en vuelo y registrar su funcionamiento. La construcción -llamada Centro de Control de Lanzamiento- tiene gruesas paredes de cemento para defensa de sus hombres y sus instalaciones durante los ensayos o lanzamientos


El cohete Saturno. Cincuenta y seis metros de largo y alrededor de 522 toneladas: 450 corresponden a combustible y oxidante

 

SE CREE que el enorme cohete Saturno llegará a ser el "caballo de batalla" de los vehículos espaciales estadounidenses. Se lo empleará para colocar muchas toneladas de carga útil en la órbita terrestre, para enviar naves espaciales de varios miles de kilogramos a la Luna y a cuerpos celestes más distantes, y para hacer que un vehículo tripulado con tres hombres dé vueltas alrededor de la Luna. El proyecto Saturno es el más importante del Centro de Vuelos Espaciales "George C. Marshall". Su actual conformación tiene tres secciones; pesa bastante más de 450.000 kilogramos y mide 56 metros de altura.
Ya en la primavera de 1957, nuestros diseñadores preliminares estudiaron un motor grande, en racimo, para la primera etapa. Los planes originales incluían un conjunto de cuatro unidades Rocketdyne de 162.000 kilogramos de fuerza de impulsión cada una, los motores más grandes previstos hasta entonces. Los estudios preliminares de este conjunto parecían ser muy promisorios. De este modo, a fines del verano de 1958 decidimos continuar con el diseño y desarrollo de una sección de 675.000 kilogramos de impulso, basado en el concepto del motor en racimo. Por aquel entonces se procuraba demostrar mediante ensayos con el cohete cautivo, la practicabilidad de esta idea que, naturalmente, incluía el empleo de un caparazón muy fuerte, como sería la destinada a volar. Se eligió un conjunto de los caparazones existentes a fin de emplearlos con el sistema de propulsión usado en los primeros ensayos. Este método permitió aprovechar las herramientas y la experiencia acumulada en nuestros talleres. El sistema original de un racimo de cuatro motores fue modificado, aplicando ocho motores H1 de 84.600 kilogramos de fuerza impulsora cada uno, teniendo en cuenta el costo y el tiempo que demandaría poner en condiciones de funcionar a aquellos motores mayores. El motor H1, fruto adelantado del bien probado motor S3, fue elegido debido a su relativa sencillez y a la creencia de que se lo podrá conseguir pronto. En noviembre de 1958 se nos dio "vía libre" para construir cuatro artefactos para vuelos de prueba y estudiar los problemas de desarrollo relacionados con vehículos de varias etapas en los que se pudiera confiar.
Se dio comienzo a los planes preliminares para las etapas superiores; lo primero era ver qué podía hacerse con el ya probado Proyectil Balístico de Alcance Intermedio (IRBM) y con la carcasa del Proyectil Balístico Intercontinental. Varios diseños parecían promisorios pero no óptimos desde el punto de vista de su funcionamiento. Continuaron los estudios sobre la posible configuración de la sección superior. Para entonces estaba en marcha el programa Centauro, y dada la conveniencia de usar propelentes de gran energía en las secciones superiores del Saturno, se estudió también el diseño del Centauro.
Como resultado de aquellos primeros estudios de 1958 y 1959 surgió la decisión de usar propelentes de gran energía en todas las secciones superiores del Saturno. Esto no solamente aumentará considerablemente la capacidad de carga útil de la versión inicial del Saturno, sino que también permite el intercambio de las secciones superiores a medida que se produzcan motores más poderosos, impulsados por propelentes de gran energía, o que se requieran adicionar secciones superiores.
Hemos basado a nuestro Saturno en lo que llamamos filosofía del "bloque de construcción", es decir que pensamos utilizar las secciones ya probadas en nuestros primeros Saturnos, como parte integral de otros Saturnos más avanzados.

DETALLES DEL SISTEMA
Pasaremos revista ahora a unos pocos detalles del sistema Saturno de vehículos espaciales, así como a otros que podrían aplicarse a distintos sistemas avanzados. Acaba de diseñarse, fabricarse y probarse el primer formato de Saturno, el C1, el que se espera esté en condiciones de ser puesto en servicio para 1964. Medirá aproximadamente 56 metros de altura y pesará alrededor de 522.000 kilogramos, (una vez cargado de combustible y preparado para su lanzamiento desde la plataforma). De su peso, casi 450.000 kilogramos corresponden al combustible y oxidante.
La primera sección del C1, con 25 metros de altura y 660 centímetros de diámetro, consiste en un racimo de ocho motores Rocketdyne H1, que queman RP1 (querosén) y oxígeno líquido. Cada motor es una modificación de unidades largamente probadas en cuanto a su resultado, utilizadas ya en otros varios planes de cohetes, y produce un impulso de 84.600 kilogramos. Pero el H1 es más compacto.
Los motores van ligados a un armazón de ocho secciones, colocada en el extremo inferior del vehículo. Cuatro de esos motores están sujetos rígidamente, hacia adentro, e inclinados con una posición de ángulo de tres grados respecto del eje mayor del vehículo impulsador. Los otros cuatro van montados también sobre balancines, algo así como una unión universal, que les permite ser volcados en ángulos de aproximadamente 10 grados para proporcionar control de rolido y funcionamiento a todo el vehículo durante la fase de vuelo de la primera etapa, que dura aproximadamente 120 segundos.
Nueve tanques separados alimentan a los poderosos motores H1. Enracimados en círculo alrededor de un gran tanque central hay ocho tanques menores, a pesar de que su tamaño es de 178 centímetros de diámetro; debe tenerse en cuenta que el tanque central mide 267 centímetros, también de diámetro. El grande y otros cuatro contienen oxígeno líquido, en tanto que los restantes cuatro tanques exteriores que llevan el combustible de querosén.
Ese conjunto de tanques puede proporcionar a la primera etapa del Saturno 337.500 kilogramos de propelentes. En la parte inferior de la primera sección, los nueve tanques van sujetos al armazón de ocho patas a que van asegurados a su vez los motores. En el extremo superior, los tanques van ligados a una barra circular.
Todos los tanques para combustible están intercomunicados entre sí, lo mismo que sucede con los del oxígeno líquido, sistema que permite equilibrar la carga tanto durante las operaciones de abastecimiento de combustible, como en vuelo. Quiero decir, de paso, que el Saturno puede realizar un vuelo perfecto aun cuando sólo siete de sus ocho motores funcionen. El aparato para guía de la inercia que lleva el vehículo produce automáticamente las señales que corrigen las desviaciones de propulsión causadas por la falla de un motor durante el vuelo.
La segunda sección del Saturno C1 tiene 559 centímetros de diámetro y posee cuatro motores Pratt and Whitney de 7.875 kilogramos de empuje, utilizando hidrógeno como combustible y oxígeno líquido como oxidante.
La tercera sección es un vehículo Centauro modificado con motores Pratt and Whitney, del mismo diseño que los de la etapa anterior. Tiene 305 centímetros de diámetro.
En Cabo Cañaveral, el Saturno ha sido colocado, abastecido de combustible, atendido y revisado por medio de la estructura más alta que existe en el Estado de Florida. La misma, de 76 metros de altura, montada sobre ruedas y carriles de acero, es en realidad una gigantesca torre que puede rodar a 12 metros por minuto.