TRES LETRAS DE FUEGO: I.R.A.
EL EJERCITO REPUBLICANO DE IRLANDA, QUE FUE LA TERRIBLE ARMA DE LOS SINN FEIN, QUIZÁ CONSERVA VIDA AUN Y SUEÑA CON EL ULSTER
Por VICENTE SANCHEZ-OCAÑA


Ulster sigue siendo territorio irredento para los irlandeses. He aquí a Londonberry, en una zona cuya población es, en su gran mayoría, anglosajona.

 

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A Londonberry, en Belfast, pertenece este curiosísimo mural que representa al rey Guillermo III de Inglaterra

 

 

SE habló mucho en las pasadas semanas del Ejército Republicano de Irlanda (Irish Republican Army): ataques que había realizado, manifiestos que lanzaba, reclamaciones y conminaciones que estaba formulando...
En las informaciones y comentarios que hemos leído o escuchado apreciamos con frecuencia ciertas evidentes exageraciones.
Pero nos parece creíble que I.R.A. conserve vida en 1955. ¡Tenía tanta hace poco más de 30 años!
Acaso a algunos lectores les interese saber cómo nació ese misterioso Ejército Republicano Irlandés o I.R.A. Y también conocer algunas de sus aventuras. Fueron muchas, terriblemente agitadas y dramáticas.

HERMANDAD IRLANDESA
Hacia principios del siglo XIX existía en los grupos de Irlanda que luchaban por defender su religión católica y su vida nacional de la sujeción inglesa un estado de ánimo del que puede servir de ejemplo este diálogo ritual de ingreso en una sociedad irlandesa, la Cofradía de San Patricio:
—¿Qué longitud tiene tu bastón?
—La suficiente para alcanzar a mis enemigos.
No nos detendremos a relatar cuantos dramas separaban desde hacía siglos a Irlanda de Inglaterra. En los años que se mantenía ese diálogo ritual y en los posteriores la lucha era muy dura. Hablando de mediados del siglo XIX, un historiador detalla así la situación de Irlanda:
"En total, en menos de cinco años el número de las víctimas del hambre pasó de un millón y un millón también el numero de los inmigrantes, lo que hizo, que la población, de 8 millones hacia 1840, quedase reducida en un cuarto... Sin embargo, la persecución no cesó: de 1849 a 1867 casi 110.000 familias campesinas fueron expulsadas de su hogar".
Se comprende que los católicos irlandeses, tratados de esa manera por el gobierno de Londres, el alto clero protestante y los grandes terratenientes ingleses, reaccionen con violencia. Por entonces fundan los emigrantes, en los Estados Unidos, algo que va a ser el origen del Ejército Republicano, andando los años: la "Irish Republican Brotherhood", o sea la Hermandad Republicana Irlandesa.
La "Irish Republican Brotherhood", o, como le llaman con iniciales, la I.R.B., reclama resueltamente la separación de Irlanda e Inglaterra y hace jurar a sus afiliados la lealtad a la "República independiente y democrática de Irlanda, ya erigida en su corazón".

SINN FEIN: "NOSOTROS SOLOS"
Muchos años después, a principios del siglo XX, brota en Irlanda el movimiento "Sinn Fein" o "Nosotros Solos".
Su título parece inconciliablemente separatista. Al principio no tenía una actitud muy radical. Lo que más le interesaba era la restauración del idioma, la cultura y las letras de Irlanda.
"Nosotros Solos" acentuó su tono político según pasaba el tiempo.
Entró decididamente en el levantamiento separatista de abril de 1916, de que fué héroe sin ventura sir Roger Casement. Pero ese levantamiento estuvo principalmente preparado por la vieja I.R.B., la Hermandad Republicana Irlandesa de los Estados Unidos.
La I.R.B. y los "Sinn Fein" lucharon juntos en 1916. De la lucha —450 muertos, 2.600 heridos, sir Roger Casement y otros 15 jefes irlandeses fusilados— iba a nacer la fuerza militar de Irlanda, que se desarrollaría y afirmaría en los años siguientes.
La potente política irlandesa, que desde 1916 en adelante hace frente al gobierno de Londres, suele denominarse el movimiento "Sinn Fein", porque ese rótulo de "Nosotros Solos" es el más expresivo, el que más directamente llega al público y el que en definitiva domina a todos los demás que usan los irlandeses separatistas, en lucha contra el gobierno.
Pero los ataques a mano armada no aparecen lanzados por los "Sinn Fein". Alguien está a su lado y a sus órdenes descargando los golpes resueltamente.
Desde 1918 en adelante es raro que incendios punitivos, asaltos a cuarteles y puestos de policía y sobre todo ejecuciones de espías o confidentes del enemigo no queden como firmados por tres mayúsculas misteriosas: I.R.A.

I.R.A.: EJERCITO REPUBLICANO IRLANDÉS
Cuando se encuentra en un camino el cadáver del hombre que en 1916 detuviera a sir Roger Casement, el cuerpo tiene sobre el pecho un letrero que anuncia:
"Executed by the I. R. A." (Ejecutado por el I. R. A.).
En el propio Londres, adonde huyera tratando de evitar la muerte, a un traidor que vendió depósitos de armas irlandesas, lo hallan fusilado un día en un campo de golf. Con este cartel sobre el pecho:
"Spies beware! I. R. A." (¡Cuidado, espías! I. R. A.).
En Irlanda centenares de cadáveres se descubren durante los años 1920 y 1921 con la firma I.R.A. colgada al cuello o clavada en el pecho. I.R.A. se lee en los muros en ruinas de granjas incendiadas. I.R.A., declaran los escombros de puentes volados y de estaciones de ferrocarril destrozadas... I.R.A. ¿Qué quiere decir eso?
Es el instrumento de combate y terror de los separatistas irlandeses. I. R. A. significa "Irish Republican Army", o sea Ejército Republicano Irlandés.
En 1921, el Gobierno de Londres, abrumado por más de cinco años días lucha implacable, propone la paz al jefe de Irlanda, Eamon de Valera. El consiente que el general irlandés y el inglés firmen un armisticio, sale con su aire adusto de las líneas de combate y marcha a Londres a habla con Lloyd George. Como los dos hombres no se entienden, pronto deben ir a sustituir a Valera otros políticos.
A fines de 1921 regresaban a Dublín con un tratado de paz. Contenía importantes concesiones del gobierno británico: Irlanda católica cesaba de ser un trozo de la Gran Bretaña y se convertía en un Estado con su Parlamento, su Ministerio y su administración propios; seguía formando parte del Imperio Británico y bajo la autoridad teórica del rey de Inglaterra.
Era mucho de más para Valera y los oficiales extremistas del Ejército Republicano. No queremos—proclamaron— formar parte del Imperio Británico. Nos negamos a acatar a un rey. Somos una república; no un reino.
Gran parte de las fuerzas militares irlandesas aceptaron el tratado de Conservaron el nombre de Ejército Republicano Irlandés y la terrible abreviatura, I.R.A.
Eamon de Valera, hijo de un español y una irlandesa, guarda todo el fuego de España e Irlanda. La parte de Ejército Republicano que conserva era un volcán de pasión.
Valera abandonó la presidencia del gobierno de la nueva Irlanda.
Lo reemplazó Griffith, uno de los firmantes del tratado de paz en Londres, con la ayuda de Collins, otro firmante. Eran dos viejos y entrañables amigos de Valera.
Pero éste se arrojó furiosamente contra los antiguos amaradas a los que consideraba traidores. "¡Pasaremos sobre sus cuerpos, si hace falta", gritaba.

EIRE: ISLA DEL OESTE
El año y medio que siguió —1922 y la mitad de 1923— fué un horror. Los ingleses se apartaron de la lucha, pero se quedaron luchando como hermanos, es decir ciegamente, rabiosamente, irlandeses contra irlandeses. Los moderados que habían transigido encabezadas por Griffith y Collins, y el Quijote Valera y los restos de I.R.A. que miraban la transigencia como traición.
En unos meses I.R.A. destruyó las vías férreas en 800 lugares distintos; voló 300 puentes y el gran viaducto de Blackwater, cortó el cable transatlántico en Valentía; incendió 40 estaciones de ferrocarril, destrozó 100 locomotoras; arrasó docenas de castillos y granjas... Mató a tiros a Collins: hizo morir, abatido por la pesadumbre, a Griffith; mató al ministro de Dublin. O' Higgins: al mariscal inglés Wilson; al diputado
moderado Sean Halley...
I.R.A. pagaba sus ataques a muy alto precio. Cayeron sus jefes, Rory O'Connor, Liam Melloves, Cathal Bruga, Erskin Childers... Fueron aniquilados sus destacamentos de choque. Sucumbieron en ciertas comarcas absolutamente todos los soldados del I.R.A. que las guarnecían. Hasta a mujeres, muchachos auxiliares se los llevó la furia guerrera.
A mediados de 1933 Valera estimó imposible continuar combatiendo. No le quedaban más que unos pocos hombres casi sin armas ni municiones. I.R.A. ya se había vuelto un fantasma.
Lo licenció.
Y se presentó él en el Parlamento de Dublin, dispuesto a pagar solo la cuenta. 
Reapareció gritando lo mismo que siempre: Irlanda era una República soberana, que no debía depender en ninguna forma de Inglaterra, ni formar parte del imperio que Inglaterra dirigía, ni someterse a su rey...
Al cabo de unos años Valera tenía a su lado a la mayoría de los irlandeses. En 1932 lo elegían jefe del Gobierno. Y en seguida comenzaba a realizar punto por punto cuanto anunciara. No admitió en Dublin representante del rey de Inglaterra. Negó toda subordinación a Londres. Negó que Irlanda fuera parte del Imperio Británico. La declaró Estado soberano...
El gobierno británico no se sintió con humor para lanzarse a una nueva guerra. Y se resignó a que el Quijote irlandés fuera cortando tranquilamente los lazos que aun unían a Dublin y Londres, uno a uno. Antes de 1950, Eire (Isla del Oeste) era en realidad una república perfectamente libre y con absoluta independencia.

ULSTER: TROZO DE IRLANDA BAJO BANDERA INGLESA
Pero la República de Eire no comprende todo el territorio de la Isla del Oeste. Un trozo del Nordeste de Irlanda —unos 14.000 kilómetros cuadrados— continúa agregado a Inglaterra, que por eso se llama Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Este es el pleito pendiente aún entre Londres y Dublin.
La zona de 14.000 kilómetros cuadrados de la Irlanda septentrional que permanece unida a Inglaterra se llama Ulster y tiene por capital a Belfast. La habita gente de dos razas: cerca de un millón de anglosajones, de religión protestante, y medio millón de celtas irlandeses, católicos.
La mayoría anglosajona del Ulster es adicta a Londres; contraria a Dublin y su independencia. Constituyó siempre centro de oposición al nacionalismo del resto de Irlanda. Ha hecho que sea segregado de la isla el trozo de terreno que habite y se lo deje con Londres.
Naturalmente, el caso del Ulster se discute.
La mayoría ulsteriana niega derecho a gobernarla a ella, que es anglosajona, protestante, monárquica y anglofila, a la República de Eire, que no es nada de eso.
La República de Eire responde que gobierna en casi toda Irlanda; que la gran mayoría de los irlandeses son, como ella, celtas, católicos y republicanos, de modo que los representa muy bien. Es injusto privarla de un pedazo de su territorio nacional —el Ulster— porque allí exista una minoría disidente... con influencia en Londres.
La divergencia es bastante seria, como se ve. Y puede llegar a caldear demasiado algunas cabezas alborotadas. ¿El I.R.A.?.
Pero el problema está en precisar si de verdad existe el I.R.A. todavía.
Sabemos que no porque hace ya 32 años Eamon de Valera licenció a los pocos veteranos que le quedaban, el I.R.A. desapareció del todo. Sin embargo, después de 1933 ha dado bastantes pruebas de vida.
¿Serán acciones suyas las que le atribuyen ahora?

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octubre 1955