JUAN José Míguez ha triunfado plenamente y, cumplidos todos sus
deseos en el campo artístico, como actor nuevas ambiciones lo
espolean. Digno de elogio, pues, su propósito de aprovechar un
viaje de placer que hará a Estados Unidos próximamente, para
seguir estudiando cine y cristalizar, a su regreso, la más cara
ilusión de su vida.
Tenemos que extendernos algo para aclarar qué es lo que desea
Miguez ardientemente y debemos aclarar que él niega
terminantemente todo, excepto el viaje turístico a la meca del
cine y a otras importantes capitales americanas.
Hace poco la esposa de Míguez, Lía Casanova, y su pequeña hijita
regresaron de un viaje parecido al que realizará Juan José
apenas sus compromisos se lo permitan. El irá solo apenas dé
cumplimiento a los contratos que tiene en vigencia. Es decir que
piensa estar de regreso a fines del corriente año o a más tardar
a principios del próximo para fundar su propia productora de
películas, convertirse en director y lanzar al estrellato a su
esposa.
Podrán apreciar nuestros lectores que la ambición de Juan José
Míguez es loable. Estudia cine incansablemente y supone que con
los conocimientos que pueda agregar a los que ya posee, podrá
producir películas en colores, es decir, a tono con el progreso
que en la materia se ha evidenciado en el mundo.
Decimos que Míguez niega terminantemente, pero afirmamos en
calidad de primicia que tiene todo dispuesto para que se cumpla
este plan, que trasladamos a nuestros lectores, apenas finalicen
los compromisos artísticos que ha subscripto para el año
corriente.
Y al mismo tiempo que cumpla sus ambiciones artísticas,
cristalizará la más cara ilusión de su vida que es la de hacer
de su esposa una estrella, actuar con ella en su película de
iniciación, ser él el director y productor del film que, si
fuera posible y como lo dejamos expresado, se rodaría en
colores.
Esperemos pues que el tiempo se encargue de demostrar cuán
acertados estamos al informar al público cuáles son los
proyectos del actor que surgió a la popularidad y supo
mantenerse en una línea de vanguardia por sus propio méritos y
que, no obstante ello, pretende aún superarse.
Revista Radiofilm
11.04.1951
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Míguez con su esposa Lía Casanova y su pequeña hijita |
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