RAUL ALFONSIN, 44 AÑOS,
ABOGADO, UNA DE LAS FIGURAS MAS RELEVANTES DEL
RADICALISMO, EN SU "FORTIN" DE CHASCOMUS.
ANTE TODO
POLITICO
CUANDO SE LE PREGUNTA SI ES UNO
DE LOS PRESIDENCIABLES DEL 73 RESPONDE CON UNA ENIGMATICA
SONRISA. DE CUALQUIER MANERA, EL DOCTOR RAUL ALFONSIN ES
FIGURA DE PRIMER PLANO DEL RADICALISMO DEL PUEBLO.
DIRECTOR DE "EL IMPARCIAL", ABOGADO, PADRE DE UNA LARGA Y
SIMPATICA FAMILIA, ALFONSIN RECIBIO A "GENTE" EN
CHASCOMUS, DONDE RESIDE. HABLO DE MUCHAS COSAS, TODAS
ELLAS RELACIONADAS CON SU PASION: LA POLITICA. "SOY, ANTE
TODO, POLITICO", CONFESO.
Chascomús no necesita presentación. Inmediatamente se
asocia el nombre con la flecha de plata que corta el agua
verde de la vasta laguna. Y como todo el mundo sabe, queda
a ciento veinte kilómetros de Plaza Congreso, sobre la
ruta dos, la que va a Mar del Plata. Lo que no todo el
mundo sabe es que allí vive el doctor Raúl Alfonsín, uno
de los pilares del radicalismo del pueblo que es además
director del diario "El Imparcial" y jefe de una larga y
radical familia. Con ella estamos.
—Hola, mucho gusto —dicen Raúl Felipe (21), Ricardo Luis
(19), María Marcela (18), María Inés (17) y Javier Ignacio
(15).
—Hola, mucho gusto —contesto yo—; ¿falta alguien?
—Sí, mamá y Ana María, que vive en City Bell, está casada
con Carlos Alconada y espera familia —me dice Raúl de un
tirón y sonriendo. Mientras tanto, el doctor Alfonsín mira
con orgullo a sus vástagos y me guiña un ojo. La casa
queda en la calle del General Juan Lavalle —según reza en
la chapa— y es amplia, cálida y decorada con gusto
inobjetable. El café de rigor no hace más que acentuar el
clima acogedor. Afuera, octubre nos regala una muestra de
su desprecio por la Argentina: está nublado, frío y
oscuro. Pero aquí dentro está calentito, y mientras espero
que se aflojen las últimas tensiones me voy enterando que
son todos radicales e hinchas de Independiente; que Raúl
Felipe y Ricardo Luis estudian abogacía en La Plata y no
tienen novia; que María Marcela sí tiene novio y se llama
Marcelo Iturriaga, y trabaja en una tienda — ella— de la
que es socia; que María Inés cursa el 5º año de
bachillerato y va a estudiar para traductora de inglés en
Buenos Aires; que Javier Ignacio está en 29 año y no va a
ser abogado sino contador; que María Lorenza Barreneche de
Alfonsín es una hermosa señora de 44 años que acaba de
hacer su aparición y saluda casi con timidez.
—¿Van a sacar fotos? No me gusta mucho que me saquen fotos
—dice mamá Alfonsín con una sonrisa de disculpa, aunque
termina accediendo. Bianco apunta y saca; yo termino mi
café y miro en dirección de mi futuro entrevistado. El
comprende, se levanta de su sillón y cinco minutos después
estamos en la redacción de "El Imparcial" saludando gente
y haciendo preguntas. De las respuestas: el diario tiene
una tirada de alrededor de 2.000 ejemplares, buena
publicidad y un número creciente de suscriptores; tiene 27
años de antigüedad, aunque hace sólo algunos meses que
está bajo la dirección de Alfonsín. No sale los lunes y
tiene el único teletipo entre La Plata y Mar del Plata.
Recibe incesante información que proporciona U.P.I. desde
Buenos Aires, y fue motivo de orgullo y curiosidad por
parte de la gente de Chascomús.
—Venía gente todos los días a ver la teletipo, usted sabe
—dice Alfonsín mientras admite un poco a regañadientes que
le saquemos unas fotos con la celebridad. "Van a pensar
que nos asombramos con cualquier cosa..." Le explico que
no vamos a pensar nada y las fotos se sacan. A su vez el
fotógrafo del diario nos saca fotos a nosotros y entonces
tomo conciencia de que GENTE, de visita en Chascomús, es
nota.
Llegó la hora de la verdad. Estoy frente al doctor Raúl
Alfonsín en su despacho de abogado y vamos a hablar de
"temas de actualidad". Ah, me olvidaba: el doctor Alfonsín
es radical desde que tiene uso de razón, se afilió a los
18 años al partido, hizo toda la carrera dentro del
partido (vocal de comité, presidente de comité, delegado
al Comité de la Provincia, convencional provincial,
convencional nacional, presidente del Comité de la
Provincia). Además fue concejal, dos veces diputado
provincial y diputado nacional. Se autodefine como
"político cabal". Actualmente es presidente de la Junta de
Gobierno de la Provincia, que es lo mismo que presidente
del Comité de la Provincia, pero para tiempos como éstos,
de reorganización. Viste de sport, gasta cuidados bigotes
y tiene 44 años. Es decir que es joven. Ahora me está
mirando inquisitivamente, con la guardia alta aunque
sonriendo. Allí voy.
—¿A qué atribuye el desprestigio que padecen, en general,
los políticos?
—A una campaña sistemática de desprestigio.
—¿Y a quién o quiénes atribuye esa campaña?
—A sectores no democráticos. Usted sabe, en la Argentina
existe una marcada tendencia a la polarización en materia
política. Por un lado la extrema derecha, que en momentos
críticos recibe hasta el aporte de los liberales, y por
otro la extrema izquierda. Bueno, ambos sectores se
encargan de fomentar el desprestigio de los políticos. En
nuestro país los principales responsables de ello fueron
los ex presidentes Onganía y Levingston. De cualquier
manera, pienso que actualmente no ocurre eso.
—¿Ni siquiera entre la gente joven?
—Ni siquiera. Mire usted: entre un 20 y un 30 por ciento
de las nuevas afinaciones que recibe el radicalismo del
pueblo son de muchachos jóvenes. ..
—¿No piensa, de cualquier modo, que los políticos
merecieron el mentado desprestigio?
—No. Lo que ocurrió es que vivimos durante muchos años sin
que se satisfagan las expectativas. El pueblo se sintió
frustrado y proyectó esa frustración sobre las figuras de
los políticos. Lo cual es injusto. Desde un punto de vista
humano el político argentino es altruista. Es un duro
oficio el nuestro, ¿sabe?
—¿Qué posibilidades tiene el radicalismo del pueblo en las
elecciones de marzo del 73?
—Muy buenas. El radicalismo del pueblo puede hacer una
excelente elección. ¿Y sabe por qué? Porque somos una
alternativa, somos la posibilidad de efectuar el cambio en
paz. Hay que cambiar las cosas, hay que hacer
transformaciones profundas, pero sin efectos negativos,
sin barbarie, ni dictadura, ni injusticia. Pienso que
todavía se puede, y creo que el radicalismo constituye la
mejor opción.
—Usted acaba de decir "todavía". . .
—Claro. Sería terrible, desastroso para el país que no se
continuara el proceso de institucionalización en que
estamos embarcados. Por eso digo que "todavía" se puede.
—¿Qué propone el radicalismo del pueblo?
—Lo fundamental es que se tome conciencia de la necesidad
de operar lo que Fromm llama el "cambio anticipatorio". Ya
le explico: como enseña la historia de la humanidad,
ninguna civilización pudo impedir su decadencia y
desaparición, y, lo que es más terrible, toda desaparición
de una civilización se produjo por aniquilamiento, es
decir, por medio de la violencia. El cambio anticipatorio
evitaría la violencia. Todos deberíamos tomar conciencia
de ello. Es la única salida, el único modo de evitar la
hecatombe de nuestra civilización.
—Más concretamente, ¿qué propugna el radicalismo del
pueblo?
—La emancipación nacional y la liberación del pueblo.
—¿Qué entiende por emancipación nacional?
—Bueno, nuestra economía ha sufrido en los últimos años
una progresiva desnacionalización; poco a poco se ha
perdido el manejo de la misma. Emancipación nacional,
entonces, significa poder determinar el rumbo que el país
—Tres. 1) Las reglas de juego, es decir la democracia. 2)
El objetivo, que es la emancipación nacional, y 3) La
estrategia, que consiste en realizar el cambio de
cualquier manera, es decir, a costa de cualquier esfuerzo.
Por otra parte, La Hora del Pueblo tiene verdadero peso
político: señaló la caída de Levingston.
—¿Qué opinión le merece el peronismo?
—Es una fuerza importante. Y será aún más relevante en la
medida en que acompañe —como lo está haciendo— el proceso
de institucionalización, ya sea desde el gobierno o desde
el llano.
—¿Cómo ve a la Argentina respecto de América Latina?
—Será líder en la medida que funcionen sus instituciones.
Por otra parte, pienso que es obligación de la Argentina
colaborar en el proceso de emancipación de América Latina.
—Hablemos un poco de economía. . . ¿Qué opina del momento
actual?
—Es un momento crítico. Hay que tomar medidas a corto
plazo, operar correcciones importantes. Creo que es
imprescindible definir la política en materia de
intercambio comercial. Concretamente, alejarnos de la
receta que el F.M.I. pretende imponemos. De lo contrario
se agravaría aún más nuestro sector externo, que es el
cuello de botella para nuestro desarrollo. Además hay que
aumentar el poder de compra del pueblo, no sólo por
sentido de justicia. .. Y producir una política que
recupere para la Nación su economía.
—Hablemos un poco de la juventud. . .
—Cómo no. Le reitero que estamos recibiendo un alto
porcentaje de afiliaciones juveniles. En el radicalismo la
juventud se organiza con autonomía. Por otra parte, la
militancia activa de la juventud ha sido siempre
importantísima. Y sus inquietudes han servido para
producir adecuamientos en la doctrina radical.
—¿Qué opina del eventual retorno de Perón? ¿Lo estima
beneficioso o nocivo?
—Es una pregunta que habría que formularle al propio
Perón.
Mientras volvemos a su casa en busca del resto de la
familia para sacar unas fotos a la vera de la famosa
laguna, Alfonsín me explica que tiene muy poco tiempo
libre. Que apenas ve televisión, que ya no lee novelas,
que todas sus inquietudes en materia de lectura se vuelcan
a lo específicamente político. Los lunes y martes está en
Buenos Aires, los miércoles y jueves en Chascomús y los
fines de semana sale de gira por la provincia. Y atiende
su estudio de abogado y su diario sólo los miércoles y
jueves. Le gusta el cine, aunque últimamente no ha visto
nada que le llamara la atención.
—Son lindas las familias numerosas, ¿no?
—Muy lindas. Pero comen mucho —dice sonriendo mientras nos
dirigimos a la laguna. Hay más fotos, hay un par de
whiskies en su casa, hay un largo diálogo amistoso con
toda la familia y también hay que volver a Buenos Aires.
Da un poco de pena dejar Chascomús, dejar esta familia
joven y linda, volver a Buenos Aires, pero hay que. Cuando
nos despedimos la sonrisa unánime del clan Alfonsín
subraya la tarde.
EMILIO GIMENEZ ZAPIOLA
Fotos: Enrique Bíanco
Ir Arriba
|
|
|