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Todos especulan sobre cambios en el gobierno

Durante toda la semana pasada, dos versiones —contradictorias, según algunos observadores— predominaron en los medios políticos y económicos: una se refiere a un profundo cambio en la conformación del actual gobierno, con desplazamiento de los hombres del coloradismo que cumplen funciones civiles o para-militares, y, quizá, a un llamado del presidente Illia para la estructuración de un gobierno de coalición; la otra alude a una inminente profundización de la "apertura a Europa" y, básicamente, a Francia, con espectaculares inversiones y créditos de ese país destinados a la Argentina.
Con respecto a la primera versión, funcionarios responsables de la Presidencia de la Nación señalaban que no se llegará a proponer concretamente la formación de un gabinete de coalición, pero que no debía ser descartada una ampliación de las bases sustentatorias del gobierno, realizada mediante designaciones de ciudadanos independientes. Esos funcionarios coincidían, por lo demás, en que existían dos variantes posibles alrededor de las cuales se estructurarían los cambios antes del 1º de mayo de 1964, fecha considerada como tope en ese sentido:
• Vasta reorganización ministerial, integrando nuevo gabinete con representantes de partidos actualmente opositores. Esa variante es considerada como de muy difícil —casi imposible— operatividad: aun en el caso de llegarse a un compromiso con fuerzas como UDELPA, éstas difícilmente llegarían a aceptar algo más que un estado de no-beligerancia. En el caso del frondizismo, las dificultades son todavía mayores: por un lado, debido a que las resistencias de los mismos radicales del Pueblo serían prácticamente insalvables; por el otro, ya que los frondizistas (y en el mismo caso estarían los social-cristianos) no podrían adoptar un temperamento que los distanciara definitivamente del peronismo. En cuanto al peronismo, por supuesto, lo máximo que podría conseguir el gobierno sería una "tolerancia provisional".
• Un gabinete que conservara, en la mayoría de los cargos, a los miembros hoy en actividad, pero excluyendo a algunos considerados como muy proclives al "coloradismo". Uno de los sacrificados, en ese caso, sería el doctor Miguel Ángel Zavala Ortiz, a quien el mismo Illia habría expresado recientemente que "la UN es más importante que la Cancillería". Esas modificaciones eventuales se complementarían con la integración de un nuevo equipo económico-social tendiente a conseguir "más confianza en los medios empresarios y sindicales", que podría estar formado por varios técnicos no-radicales.
Esa política sería reforzada con la actuación, en funciones de casi primer ministro, de uno de los integrantes del actual gabinete nacional cuya gestión viene contando con mayor dosis de respaldo por parte de sectores responsables del país, incluyendo los actuales mandos de las Fuerzas Armadas: el doctor Leopoldo Suárez, actual titular de la cartera de Defensa Nacional.
Sin embargo, algunos observadores señalaban simultáneamente que la política económica que se apresta a iniciar el gobierno no parece coincidir con los eventuales correlatos políticos que significarían modificaciones de ese tipo en el gabinete. En tal sentido, expresaban que:
• El gobierno argentino se apresta a efectuar un viraje en su política comercial exterior,
• Ese viraje consistirá, fundamentalmente, en una apertura hacia los mercados europeos y, en especial, a Francia.
• Hay promesas de inversiones en gran escala en América latina, donde se introducirán capitales oficiales y privados franceses. Para consolidar esa política de Gaulle visitará durante este año la parte sur del continente y seguramente vendrá a la Argentina.
• La dificultad de una política como la expuesta está centrada en que la lucha de de Gaulle por introducir elementos de influencia francesa en Latinoamérica es, de alguna manera, una lucha solitaria y hace depender demasiado una política correlativa por parte de la Argentina de la persona física de Charles de Gaulle. Tanto los dirigentes políticos y parlamentarios como la prensa de Francia sostienen la necesidad de concretar todos los esfuerzos económico-financieros en fortalecer la influencia francesa en las ex colonias.
• De todos modos, la prueba de que la Cancillería argentina tendió, desde el principio del actual gobierno, a una apertura hacia Europa está en el famoso discurso frustrado que el doctor Zavala Ortiz iba a pronunciar el 22 de noviembre de 1963, día del asesinato de Kennedy, atacando a los Estados Unidos; y en que la misma anulación de los contratos petroleros se anunció luego de haber recibido la Argentina algunas ofertas de firmas europeas interesadas en reemplazar aquellos contratos.
Hacia fines de semana, los dos temas eran objeto de análisis en las Fuerzas Armadas que, por lo demás, comenzaban a manifestar un motivo específico de inquietud: la demora oficial en resolver el problema de los sueldos de los oficiales (PRIMERA PLANA, número 63), postergando la solución hasta una consideración global del tema con otros servicios de seguridad (policía, gendarmería, prefectura, etcétera).

Colorados
Un programa para la "Revolución Nacional"
La semana pasada, en la madrugada del jueves al viernes, militares retirados de tendencia colorada realizaron una importante reunión en una casa del Barrio Norte de la Capital Federal. Ahí recibieron el borrador de un folleto confidencial que esos militares piensan hacer circular entre retirados de su misma tendencia, a fin de unificarlos doctrinariamente. En la redacción del borrador habrían colaborado, por lo menos, un general retirado en setiembre de 1962; un oficial de Aeronáutica, de tendencia ultranacionalista, que ejerció funciones de mando hasta la crisis que determinó el alejamiento del brigadier Cayo Alsina; y algunos civiles de extrema derecha, influidos directamente por un ex funcionario de la Cancillería.

31 puntos
El folleto se distribuirá con el titulo de "Transformar al coloradismo en base a ideas" y estará integrado por 31 puntos, a modo de "catecismo" de la ideología colorada. En esos 31 pantos se hacen curiosas interpretaciones sobre la realidad nacional e internacional y se formulan consideraciones sobre la acción del actual gobierno y la "futura gestión" de la "Revolución Nacional".
En los primeros tres puntos se vaticina indirectamente la caída de Illía. El primero afirma que la oposición de cuatro factores "poderosísimos" impedirá al Presidente cualquier acción positiva. Esos cuatro factores, a juicio de los redactores del folleto, son "la Cámara de Diputados, los actuales mandos militares, la CGT y la Iglesia". Luego explica que "el peronismo y la izquierda, unidos a los sectores financieros, se aprestan a provocar el caos social, político y económico".

Nada de moderación
Sin embargo, ese caos no parece molestar a los redactores. En el punto 6º se explica que no debe favorecerse una "moderación del peronismo", pues entonces los sectores dirigentes "demorarían más en tomar conciencia de clase". "Cuanto más izquierdista sea el peronismo, mejor para nosotros", se confiesa francamente. En cuanto a los partidos liberales moderados, deben ser apoyados, pero porque "dentro de poco tiempo, su propia subsistencia depende de que abandonen su ideología y tomen al toro por las astas". Un conveniente número de desocupados también es juzgado como promisorio, ya que éstos "presionarán positivamente sobre los sindicalistas organizados".
En el punto 10º se formula una expresa confesión ideológica, que luego aparece reiterada: "Todos los sectores, por la situación en que se encontrarán, se conformarán con un programa mínimo e inmediato. Un programa fascista: disciplina, trabajo, producción, orden, potencia". En cuanto a la clase media, va a apoyar la experiencia porque "su proceso de desideologización es evidente" (punto 12º). No obstante (punto 18º), no hay que irritarla atacando sus mitos como, por ejemplo, "los próceres liberales". Los reaccionarios también respaldarán a la "Revolución Nacional, pero porque no les quedará otro remedio" (punto 15º).
Esta "Revolución Nacional no es una ideología; es un hecho, una síntesis de intereses, apta para poner al país en marcha" (punto 19º). El crédito y el comercio exterior deben ser nacionalizados (punto 22º); debe llegarse a una planificación por medio de las corporaciones (punto 21°); la política exterior debe ser independiente, apoyado a Estados Unidos "en la medida e que su gobierno lleve una lucha responsable y enérgica contra las fuerzas bolcheviques".
En caso contrario, hay que comerciar con el Este, pues la Argentina no puede ser el único país en no hacerlo (punto 24"). También hay citas elogiosas para el código fascista de 1942, el político republicano de USA, Barry Goldwater, y el gobernador brasileño Carlos Lacerda. y censuras más o me nos disimuladas a la política social d la Iglesia, que debe limitarse a cumplir una consigna: «Mi Reino no es de este mundo»".


MIR
Como portarse bien cuando hay visitas
No resultó fácil al frondizismo la organización de su primera asamblea pública importante desde el 7 de julio de 1963. La reunión realizada en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, y en la cual habló por primera vez Frondizi directamente ante sus correligionarios (antes lo había hecho por televisión) desde su derrocamiento, había sido anunciada para octubre del año pasado.
El lugar elegido fue uno de los motivos de arduas discusiones. La playa atlántica había sido considerada por muchos frondizistas como un lugar poco apto para un acto de esa naturaleza, sobre todo en época de vacaciones. El argumento formal era que allí "la gente está demasiado interesada en divertirse como para prestar atención a Frondizi". En el fondo, algunos dirigentes del MIR, nueva denominación política del frondizismo, temían que el puntapié inicial fuera dado por el ex presidente en una ciudad de la provincia de Buenos Aires donde el alendismo tiene aparentemente su baluarte. Los disconformes con el sitio elegido temían —además— que los problemas internos dieran base a un enfrentamiento en plena reunión, delante del jefe del partido.
En realidad, en el MIR de la provincia de Buenos Aires conviven varias tendencias políticas. El secretariado del movimiento está compuesto por Raúl Pérez (que representa al sector que apoyó a Olegario Becerra en las elecciones internas para elegir candidato a gobernador); Antonio Pereira (amigo de Julio Oyhanarte); Bernardo Larroudé (vitolista); Ever Fossatti (adicto a Héctor Noblía); el senador Oscar Prego (en representación del bloque provincial) y el diputado Naón Kañevsky (por los diputados provinciales).
Pocos días antes de la llegada de Frondizi a Mar del Plata se habían
realizado infinitas conversaciones entre todos esos sectores para encontrar una fórmula de reorganización que contentara a todos los grupos. Cuando se había llegado a un acuerdo sobre la base de que el Comité de la provincia de Buenos Aires designara una Junta que, presidida por Olegario Becerra, integrarían los miembros de la Mesa Directiva, el secretariado del MIR, un representante de la juventud y una de las mujeres del partido, los amigos de Julio Oyhanarte, dinamizados por Emilio Perina, y el senador provincial Ernesto Berner manifestaron su disconformidad con ese plan que, según ellos, pondría en manos de Olegario Becerra la estructura partidaria. Algunos amigos de Oyhanarte llegaron a insinuar en ese momento que "Becerra estaba ya manejado por los frigeristas".
Cuando Frondizi llegó a Mar del Plata se encontró con que las divergencias internas parecían agudizarse justamente en la provincia elegida como base de lanzamiento, de acuerdo a algunos temores previos. Berner y Perina expusieron su punto de vista ante el ex presidente, quien se limitó a contestar que "es hora de dejar a un lado las cosas chicas".
Sin embargo, los disconformes no se calmaron. Todavía pocas horas antes del discurso de Frondizi, se realizaron varias reuniones de las que participaron Raúl Pérez, Melchor Posse, Adalberto Mársico, Fernández Mendy, los amigos de Vítolo y de Noblía (especialmente Abel Costa, Angel Petraglia, Valdovinos y Escalada) y los legisladores provinciales Pagella y Berner. Al filo de la iniciación del acto, Frondizi —que se disponía a hablar— hizo preguntar entonces por intermedio de Eduardo González (hijo), en cuya casa de Mar del Plata estaba alojado, cómo evolucionaban las conversaciones. En ese momento, una propuesta del dinámico Mario Seoane había conseguido establecer una base mínima de acuerdo:
•Reorganización total en la provincia.
•Reafiliación en nuevos padrones durante los meses de marzo y abril.
•Elecciones internas en julio, para designar autoridades definitivas.
•Formación de una junta provincial de acción política para dirigir el proceso de reorganización. Esa junta estaría encabezada por Olegario Becerra, pero para proceder "en consulta" con el secretariado del MIR, los bloques legislativos y los representantes juveniles y femeninos.
Poco después era designado jefe de la asamblea plenaria Antonio Pereira (dirigente marplatense, oyhanartista). El statu quo obtenido había evitado, casi sobre la hora, que una agudización de la crisis interna frondizista postergara la reaparición política del ex presidente y demorara la estructuración del partido. Hacia fines de la semana pasada, los observadores políticos se preguntaban hasta qué punto el acuerdo logrado era definitivo o significaba, simplemente, una cortés postergación de la lucha ante la presencia de Frondizi. "Por lo menos —comentó un periodista marplatense—, cuando hay visitas los chicos se portan bien."

Conservadores
Tienen razones para apoyar al gobierno
Jorge Mariano Almada, presidente del Partido Demócrata Conservador de la Capital Federal y diputado nacional, explicó durante la semana pasada a PRIMERA PLANA los motivos que llevaron a su bloque a apoyar al radicalismo del Pueblo en los últimos debates parlamentarios.
El respaldo del conservadorismo ha sido uno de los más amplios obtenidos hasta ahora por la UCRP. Sin duda, gravita en ello la circunstancia de que aquel sector político fue el que con menos restricciones aceptó participar de la política de cogobierno propuesta por la UCRP. Pero Almada reveló dos razones fundamentales para explicar la posición de su partido:
•"Deseo que el gobierno realice una gestión exitosa. Consideramos que a través de él puede restablecerse el régimen de la influencia de las agrupaciones políticas en la vida nacional."
•Apoyo a las iniciativas que promuevan el bienestar general. Según Almada, la reforma del estatuto del Banco Central se encontraba entre dichas medidas y por eso contó con el voto conservador. En cambio, con el proyecto original de ley de abastecimiento no sucedió lo mismo, ya que los representantes de la Federación de Centro le formularon serias objeciones.
"Hubiéramos deseado una política de coincidencia sobre bases más amplias y permanentes, no sólo del gobierno hacia nuestro partido sino con todos los partidos democráticos —afirmó Almada—. Pero por ahora parece imposible alcanzarlo, porque en muchas cosas la mentalidad del partido gobernante parece haberse detenido hace 33 años."

Justicialismo
Se define la lucha interna
A comienzos de la semana pasada, la noticia de la operación a que fue sometido Juan Domingo Perón renovó una vieja inquietud entre los dirigentes justicialistas sobre el destino inmediato y mediato de ese movimiento político en caso de la desaparición de su jefe. Si bien esos mismos dirigentes coincidían —excepto quizá el insurreccional Héctor Villalón— en que nada debía temerse por ahora, el tema de la operación sirvió como precipitante de algunos temores advertibles en la plana mayor peronista.
Pocos días antes, Perón había enviado desde Madrid una carta especialmente significativa al ingeniero Alberto J. Iturbe, delegado del Comando Superior (es decir, del propio Perón) en la Argentina. Del texto se desprendían ciertas consecuencias políticas vinculadas con la tarea de reorganización del justicialismo:
• "Por informaciones de diversas fuentes —dice la carta— me he enterado de la actitud de algunos dirigentes políticos que, usando la camiseta peronista, pretenden dividir en su provecho la organización del Partido Justicialista. Esto no es nuevo ni original, porque siempre han existido caudillos que en complicidad con el enemigo pretendieron lo mismo dentro del Movimiento Peronista, sin resultados. Nosotros no nos oponemos a que cualquier dirigente que se sienta con suficiente predicamento procure formar su propio partido, pero no podemos admitir que lo hagan a nuestras expensas y engañando a las bases con la simulación de un peronismo que no sienten ni practican." La frase es, obviamente, interpretada como una ratificación de la excomunión al doctor Raúl Matera y al "materismo". "Esto me obliga a denunciar ante nuestro movimiento a los que, por su cuenta, están intentando reorganizar el Partido Justicialista con la evidente intervención del gobierno y de nuestros enemigos, en una maniobra desleal, con el intento de dividirnos. El Comando Superior peronista los desautoriza y les niega autoridad para hacerlo y exhorta a todos los peronistas a que se nucleen en la reorganización dispuesta por el Comando Superior que dirigen en el país el delegado, ingeniero don Alberto J. Iturbe, y la Comisión Nacional Interventora." Este párrafo desautoriza por un lado las gestiones reorganizadoras, realizadas contra la Comisión Interventora, por Marcos Anglada, en la provincia de Buenos Aires y, por otro lado, los intentos de reorganización paralela de los neoperonistas de Oscar Albrieu. Además, reitera el respaldo a Iturbe y al heptunvirato. Esos apoyos quedan reforzados en otra parte de la carta: "Desde ya, el Comando Superior desconoce las organizaciones que actúan fuera de las directivas impartidas y que no sean las dispuestas por el delegado del Comando Superior y de la Comisión Interventora antes mencionados. En este concepto, le ruego que tome las medidas que juzgue prudentes para hacer llegar a las bases la información que antecede".
Antes de decidirse a dar a publicidad la misiva de Perón —fue entregada solamente al matutino Clarín, que la difundió el pasado martes 21—, Iturbe había conseguido dominar lo suficiente a los sectores rebeldes del peronismo como para dar perspectivas de éxito a la reorganización por él dirigida. Los observadores señalaban, además, que la carta de Perón tenia otros antecedentes y efectos sobre la situación:
• A esa altura de las cosas, Perón no había hecho sino confirmar lo realizado por Iturbe; los grupos peronistas —algunos con representación legislativa— que querían la reorganización paralela habían fracasado. Albrieu postergaba su proyecto de una asamblea rebelde para los primeros días de enero y, por otro lado, entraban en crisis sus relaciones con Raúl Matera.
• Augusto Vandor, hombre fuerte del ala gremial justicialista, había ya insistido en su inflexible (posición a una amnistía para Matera. Este había solicitado al sindicalista que intercediera ante Madrid en ese sentido, con resultados totalmente negativos. Si Vandor hubiera alentado a Matera de alguna manera, indirectamente habría quebrado el frente de la reorganización de Iturbe, al acordarle jerarquía a Matera para negociar. • Los acuerdos logrados por el sector de Iturbe con grupos peronistas del interior debilitaron la posición de los "rebeldes". Muchos legisladores de los movimientos provinciales, ubicados entre el apoyo condicionado y la rebeldía, optaron entonces, aunque de mala gana, por respaldar a Iturbe o, por lo menos, por no obstaculizar demasiado su gestión.
Después de los comicios del 7 de julio, Perón resolvió la reorganización del justicialismo con bases concretas: la mayor unidad posible del movimiento, con levantamiento de las sanciones (exceptuado el caso de Matera) y sin hacer distinciones entre concurrencistas y abstencionistas. Ese proceso tenía como presupuesto comenzar a foja cero, declarando inexistentes todas las afiliaciones anteriores. Con esa finalidad, se designó una comisión encargada de la reorganización (un triunvirato, luego ampliado a siete miembros) cuyos integrantes debían renunciar a todas las aspiraciones electivas.
Por lo demás, Perón fue fijando los límites de la reorganización. El Partido Justicialista debía estructurarse sobre la base de dos cuerpos representativos, que cumplirían el papel de Senado y Cámara de Diputados del Movimiento:
• El Congreso Nacional Justicialista (Cámara de Diputados), con representación de todas las provincias proporcionalmente a su densidad demográfica.
• La Comisión Nacional Ejecutiva (Senado o cuerpo federativo), con representación paritaria de todos los distritos, a razón de tres delegados por provincia, de los cuales uno podía representar a la minoría, siempre que ésta obtuviera una representatividad mínima del 20 por ciento de los votos. Dicha Comisión Nacional elegiría, a la vez, a la Mesa Directiva.
A partir de esos presupuestos, el ingeniero Iturbe comenzó a trabajar en la reorganización, que debe finalizar el 29 de marzo próximo con la constitución de nuevas autoridades. Pero Iturbe se vio enfrentado a dos tipos de enemigos internos:
• Los grupos de Matera y de Anglada que, según los partidarios de las actuales autoridades reorganizadoras, son "peronistas sin Perón". Tanto uno como otro desacataron recientemente, en forma directa o indirecta, directivas del Comando Superior.
• Dirigentes no disidentes, pero que, ante una reorganización sobre la base del voto directo, temen perder sus posiciones.
A fines de la semana pasada, el ingeniero Iturbe se aprestaba a viajar a Madrid en febrero, luego de haber postergado una visita a Perón alrededor del 20 de enero para no dar la impresión de que lo hacía debido a la enfermedad del ex presidente y con el criterio de que esa impresión favorecería las versiones alarmistas; además, aseguraba que la reorganización se haría con el nombre de Partido Justicialista, pese a que el mismo figuraría como registrado por neoperonistas: el último estatuto —dijo— anuló los reconocimientos previos. Sus amigos, en tanto, finalizaban la preparación de un extenso informe —que Iturbe llevará a Madrid— sobre los resultados de la reorganización hasta el momento. Las líneas fundamentales de ese informe, distrito por distrito, son las siguientes:
-Jujuy. Todos los partidos que concurrieron a las últimas elecciones (Unión Popular, Partido Blanco de los Trabajadores, Partido Laborista y Concentración Obrera), sumando para el justicialismo 47.000 sufragios (contra 40.000 de los otros partidos reunidos), acatan la reorganización. Solamente la resiste el grupo de José Nassiff, que se adelantó a reclamar la personería como Partido Justicialista. El informe calcula en un 10 por ciento la influencia de Nassiff sobre el movimiento en la provincia.
-Salta. Unificación de todos los grupos, inclusive aquellos con representación parlamentaria. Queda fuera de la reorganización el Movimiento Federal Democrático, de Duran, que se entiende con Bandera Blanca, de Tucumán, y con los conservadores en el orden local.
-Tucumán. Integran la reorganización todos los grupos, con excepción del Partido de la Justicia Social, de Oscar Albrieu. Dentro de este movimiento, la corriente que encabeza el diputado nacional Sarrulle se separó de Albrieu y resolvió acatar la autoridad de Iturbe.
-Catamarca. Los distintos grupos acatan la reorganización.
-La Rioja. Se dividió también allí el Partido de la Justicia Social. El sector de Albrieu decidió resistir la reorganización; curiosamente, la mayoría de los parientes de Albrieu responden a la Comisión Interventora.
-Córdoba. Los distintos grupos acatan la reorganización.
-San Juan. Los distintos grupos acatan la reorganización.
-San Luis. Los distintos grupos acatan la reorganización.
-Mendoza. El Movimiento Popular Mendocino, integrado por los fuertes
partidos Tres Banderas y Blanco, desconoce la autoridad del ingeniero Iturbe. Sin embargo, parte de los hombres provenientes del Partido Blanco (como el diputado nacional Catalán y la senadora provincial Adelaida Montenegro) aceptan la reorganización.
-Santa Fe. Los distintos grupos, incluido allí el Partido de la Justicia Social, acatan la reorganización.
-Chaco. Los distintos grupos acatan la reorganización y apoyan al gobernador peronista de la provincia.
-Capital Federal. Los distintos grupos acatan la reorganización.
-Buenos Aires. Se mantiene el grave problema con Marcos Anglada.
Una comisión integrada por amigos de Iturbe viajará esta semana con destinó a La Pampa. Otra completará las tareas de acercamiento en Formosa, Misiones, Corrientes y Entre Ríos. Con esto —estiman los directivos peronistas— la reorganización, salvo en la Patagonia, estará en marcha en todo el país. Para los amigos del ingeniero Iturbe, se mantienen solamente dos incógnitas: Neuquén y La Pampa, distritos colocados en una posición de expectativa.
28 de enero de 1964
PRIMERA PLANA

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