Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

 

Estamos con los ingleses
EN ARGENTINA HAY AFTOSA

Revista Gente y la actualidad
marzo 1968

Aftosa

La Comisión Para El Humor (CPEH) de las Naciones Unidas, encargada.de "hacer que el mundo ría", acaba de incorporar como miembro de honor al Primer Veterinario del Reino Unido: John Reid. La Comisión, reunida en pleno, consideró que, a pesar de ser su primer trabajo, el informe sobre las causas que provocaron la aftosa en el Reino Unido es una pieza humorística sin precedentes. "Debemos aceptarlo, nos ha superado a todos", declaró Landrú. "El hombre se lo ha ganado". A partir de esta distinción John Reid se ha convertido en la vaca sagrada de Inglaterra.
El informe de aftosa-ficción preparado cuidadosamente por Reid, podría sintetizarse así: todo comenzó un 25 de octubre de 1966, cuando el ganadero mister Ellis decidió obsequiarle un hueso a su perro sin sospechar siquiera que el inocente regalo provocaría una epidemia entre sus vacas. Y no entró en sospechas hasta que John Reid llegó a investigar el caso y comprobó que en la zona habitada por Ellis y su can, se vendía cordero congelado de Australia, Nueva Zelandia y América Latina. Reid llegó rápidamente, por vía intuitiva, a la conclusión de que el hueso ingerido por el mastín de los Ellis era un hueso latinoamericano, y siendo latinoamericano era fácil deducir que fuera argentino, y en este caso ya no le cabía duda alguna de que pertenecía a nuestro "Establecimiento 1408".
La hipótesis presentaba dos fisuras muy fáciles de enmendar: en primer lugar el Establecimiento 1408 había sido declarado "modelo" por los dos agregados veterinarios que tiene la embajada inglesa en Buenos Aires; a esto se respondería que un veterinario no tiene ni base científica ni atribuciones para evaluar "modelos". Lo segundo parecía más difícil: el perro, al ingerir el hueso, siguiendo las normas más ortodoxas de la naturaleza, lo hizo desaparecer, o mejor lo devolvió a la tierra con todos los signos evolutivos del caso que impedían su reconocimiento. Pero un detalle tan baladí no podía amedrentar a John Reid, quien fácilmente estimó que un simple hueso no tenía envergadura suficiente como para destruir la hipótesis de un Primer Veterinario del Reino Unido, y menos aún un hueso que ni siquiera existía. Con una buena dosis de razón suplió la pequeña ausencia acudiendo a un recurso dialéctico: calificó al hueso prófugo de PRUEBA CIRCUNSTANCIAL. Lograda así la base de sustentación para su teoría, construir el resto fue un juego de niños.
A todo esto venía a sumarse un problema jurídico: el agente transmisor argentino que provocó la muerte de más de 400.000 vacas "made in England" pertenecía al "tipo 01", grave anomalía para con la justicia británica, ya que hasta el más despistado sabe de sobra por las películas de James Bond (007), que los únicos agentes que tienen licencia para matar en Inglaterra son los que comienzan con doble cero.
El Secretario de Agricultura y Ganadería argentino, ingeniero García Mata, dio a conocer una respuesta al informe inglés que firmó "Mata" y es verdad. Los veterinarios y técnicos argentinos publicaron su Libro Blanco, que hizo pensar a los ingleses en que mejor le había ido a Braden. Los acontecimientos pusieron un poco nerviosos a los ingleses, quienes decidieron enviarnos un lote de veterinarios para investigar la cosa, sin detenerse a reflexionar que el problema de la aftosa es algo demasiado serio para dejarlo en manos de veterinarios británicos.
Ante esta eventualidad y teniendo que hablar del problema a conciencia, se nos ocurrió investigar la etimología de la palabra "veterinario", encontrándonos con que proviene del latín "veterinae", que quiere decir "bestias de carga". Creemos que esta definición no debe ser tomada al pie de la letra y por tanto la calificaremos de la misma manera que hicieron los ingleses con el hueso fantasma, es decir, como una EVIDENCIA CIRCUNSTANCIAL.
Pese a que el ingeniero García Mata puntualizó lo innecesario del envío de nuevos veterinarios, siendo que la embajada inglesa en Buenos Aires cuenta con sendos médicos de animales; el viernes último arribó a Ezeiza el primer adelantado de la misión que tratará de encontrar el hueso prófugo. Desde la época de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, conquistador sin aftosa, que no recibíamos adelantados. Y decimos "adelantados", como sustantivo, no como adjetivo, ya que llegan a preparar la eventual concurrencia.
La llegada del "adelantado" provocó la posibilidad de que los veterinarios ingleses no sean otra cosa que "caballos de Troya" que tratan de introducirse por vía de la aftosa para producir la tercera invasión inglesa. Así fue como se afirmó que el mismo Sir Stanley Rous, presidente de la FIFA, que nos visitara hace unos días, no es otra cosa que un veterinario inglés disfrazado de dirigente de fútbol. También se aseguró que el conjunto nuevaolero The Tremoloes es un grupo comando de veterinarios ingleses disfrazados de Beatles que tomarán Canal 7. La versión es digna de ser deshechada por cuanto todas han desembarcado en Ezeiza y no en Quilmes como lo señala con precisión Grosso. Además, si bien es cierto que los veterinarios "avanzarán sobre los corrales", no lo harán detrás de Beresford, sino detrás de un Hereford.
Para terminar, dejaremos de lado el hecho baladí que significa el desprestigio internacional de nuestras carnes y en un inigualable gesto de hidalguía colaboraremos con los veterinarios británicos señalándoles un lugar del territorio argentino donde muy probablemente encontrarán un foco de aftosa. Ese lugar del territorio argentino, revelémoslo de una vez, recibe el nombre de ISLAS MALVINAS.
RAUL URTIZBEREA

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